El Sporting vuelve a la vida gracias al empate del Madrid en Varsovia
El Dortmund se clasifica para octavos tras vencer (1-0) al equipo portugu¨¦s, que se cita con el conjunto de Zidane el pr¨®ximo 27 de noviembre en Alvalade para un duelo decisivo
Sebasti¨¢n Coates levant¨® por los aires a Rode en un intento desesperado por traspasar l¨ªneas y hombres conduciendo el bal¨®n. Adrien Silva se llev¨® las manos a la cabeza al ver que Gelson Martins ca¨ªa en fuera de juego, desperdiciando as¨ª la ¨²ltima oportunidad. Los jugadores del Sporting creyeron que estaban eliminados cuando el ¨¢rbitro, el holand¨¦s Danny Makkelie, pit¨® el final del partido en el Westfalenstadion. Acababan de perder (1-0) ante el Dortmund y la l¨®gica les hac¨ªa pensar que el Real Madrid hab¨ªa ganado en Varsovia. Pero la l¨®gica es una costumbre que demasiadas veces induce al error. Inferir que el Madrid empatar¨ªa (3-3) en el campo cerrado del Legia, el equipo m¨¢s d¨¦bil del grupo, no era lo razonable. La realidad del f¨²tbol es tan lineal como un meandro. El Dortmund se asegur¨® la clasificaci¨®n para octavos pero el Sporting no perdi¨® todas sus opciones. Le queda una. Si le gana al Madrid en Alvalade y al Legia en Varsovia, y si el Madrid no se impone al Dortmund el 7 de diciembre en el Bernab¨¦u, el equipo portugu¨¦s seguir¨¢ en la Champions. Se avecina un partido angustioso en Lisboa.
Once derrotas y un empate era, hasta la noche del mi¨¦rcoles, el balance de visitas del Sporting a Alemania. El peso de la historia se reflej¨® en la falta de convicci¨®n general de los jugadores, sobrepasados por un rival que los desorient¨® en las primeras oleadas. Sin hacer demasiado. Incluso haciendo lo que normalmente no hace bien, como saltarse el mediocampo en el inicio de las jugadas. Papastopoulos lo hizo en una maniobra tan simple y vieja como el pase largo al extremo. Pulisic se desmarc¨® hacia la l¨ªnea de fondo, provoc¨® el repliegue de toda la zaga rival, control¨® y devolvi¨® atr¨¢s, a la brecha abierta entre las l¨ªneas. All¨ª recibi¨® G?tze, que abri¨® el juego a la derecha, al lateral G¨¹nter, para que centrara y lo librara todo al duelo a¨¦reo. Ramos contra Oliveira en el punto de penalti. Gan¨® Ramos aprovech¨¢ndose de la confusi¨®n y de la timidez de sus marcadores.
El veterano Gustavo Adri¨¢n Ramos, colombiano, nacido hace 30 a?os en Santander de Quilichao, es una nota disonante en la orquesta de Tuchel. El equipo juega de una manera y ¨¦l interpreta el f¨²tbol de otra. Encargado de sustituir a Aubameyang, no hab¨ªa intervenido mucho hasta ayer. Solo 185 minutos en la Bundesliga. Casi el tiempo que descans¨® Aubameyang, a quien esperaban este mi¨¦rcoles en el partido que decidir¨ªa la clasificaci¨®n. No fue as¨ª. Para sorpresa de los asistentes, el goleador titular se present¨® en la grada ataviado con una gabardina gris y un sombrero de ala ancha. Como un pr¨ªncipe de Harlem. El club avisar¨ªa luego que el franc¨¦s fue castigado por ¡°causas internas¡±, en referencia a oscuras faltas disciplinarias. En su lugar, all¨¢ en la cancha, metido entre los zagueros, figur¨® Ramos. Listo para estirar el cuello, detener el tiempo, y conectar el centro de G¨¹nter con un cabezazo al ¨¢ngulo. Con toda la calma. El 1-0, en el minuto 12 de partido, en el primer remate entre los tres palos, acabar¨ªa por ser determinante.
Llamado a remontar para seguir agarrado a la Champions, el Sporting reaccion¨® con m¨¢s fragor que profundidad. Solo el lateral izquierdo, Marvin Zeegelaar, y William Carvalho, el imponente mediocentro, se mostraros resueltos a sobreponerse a la adversidad. Carvalho asumi¨® el control del mediocampo y comenz¨® a distribuir el juego con aplomo. El Dortmund, que no se caracteriza precisamente por la impermeabilidad defensiva, floje¨®. Fueron los minutos de la resistencia. Primero, de Burki, el magn¨ªfico portero, que desmantel¨® un avance de Martins. Despu¨¦s, de Bartra, que cort¨® una llegada de Zeegelaar cuando se dispon¨ªa a rematar a bocajarro.
El Dortmund se descompens¨® ante del descanso. Tuchel intent¨® remediarlo pasada la hora de partido. Sum¨® a Guerreiro, su lateral izquierdo, al mediocampo, y sell¨® la banda derecha con Piszczek, que entr¨® por Castro. La tentativa de apagar a Carvalho result¨® infructuosa en la medida en que ingres¨® Adrien Silva, el capit¨¢n del Sporting, que regresaba de una lesi¨®n que le ha tenido m¨¢s de un mes apartado. Silva, un enganche astuto, advirti¨® que la espalda de Gerreiro estaba descubierta pero le falt¨® la complicidad de Gelson Martins para explotar esa mina. El extremo derecha, futbolista de moda en Portugal, complet¨® una actuaci¨®n decepcionante.
Aturdidos ante la incapacidad de sacar un punto, los jugadores del Sporting se sintieron m¨¢s que derrotados. Se vieron fuera de la Champions. Lejos de las primas. Desterrados del escenario que proporciona gloria, prestigio y dinero. No contaban con que el Real Madrid meter¨ªa la pata en Varsovia.
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