Lionel Messi regresa ante un rival al que prefiere no cruzarse

Tras 14 anotaciones con la celeste y blanca y luego de 4 cl¨¢sicos, reci¨¦n ah¨ª, Lionel Messi pudo batir a Brasil. La canarinha es para el astro del FC Barcelona otro duro obst¨¢culo cuando juega para la selecci¨®n en Sudam¨¦rica y eso queda demostrado en su historial personal de partidos contra el mayor rival de Argentina. Sin embargo, el estadio Mineirao y la ciudad de Belo Horizonte (donde se jugar¨¢ el partido por eliminatorias) le traen buenos recuerdos al rosarino dado que all¨ª fue el gran protagonista de la clasificaci¨®n a la segunda fase del mundial jugado en Brasil, con un golazo en el minuto 93 ante Ir¨¢n.

El 3 de septiembre de 2006 fue la primera vez que Messi se enfrent¨® con el pentacampe¨®n mundial. La ocasi¨®n fue un amistoso disputado en Londres que termin¨® con goleada brasile?a, 3 a 0, con tantos de Elano (2) y el restante de Kak¨¢ luego de una corrida de 60 metros. Por ese entonces, Messi ten¨ªa 19 a?os y us¨® el mismo n¨²mero de dorsal para compartir el ataque con Carlos Tevez y Juan Rom¨¢n Riquelme.

Al a?o pr¨®ximo ambos equipos volvieron a encontrarse en la final de la Copa Am¨¦rica jugada en Venezuela. Maracaibo fue la sede del partido definitorio, en el que Julio Baptista, Robinho y Dani Alves fueron muy superiores a Messi (con 20 a?os reci¨¦n cumplidos), Riquelme, Mascherano, Ver¨®n y Tevez. Argentina fue una sombra si se la compara con el equipo que hab¨ªa llegado hasta la final y, a los 4 minutos de iniciado el partido, Baptista desnivel¨® el marcador con un golazo. Roberto Ayala marc¨® el segundo en contra y el lateral cul¨¦ Dani Alves coron¨® la jornada.

Las eliminatorias de ese a?o volvi¨® a cruzar los destinos de Argentina y Brasil en el Gigante de Arroyito, en Rosario. Ahora, con Diego Armando Maradona como entrenador. Messi, Jes¨²s D¨¢tolo (hoy en Atl¨¦tico Mineiro) y Maxi Rodr¨ªguez correspondieron al pasional apoyo que bajaba de las gradas, pero Brasil logr¨® ponerse en ventaja por intermedio de Luis?o. Luis Fabiano se encarg¨® de llevar la cuenta a 3 y poco sirvi¨® el zapatazo de D¨¢tolo que signific¨® el descuento. La tercera no fue la vencida para Messi quien esa noche volvi¨® a compartir delantera con Carlos Tevez.

La victoria lleg¨® en el lugar menos pensado: Qatar. El 17 de noviembre de 2010 el f¨²tbol enfrent¨® por primera vez a Messi con Neymar. Fue un amistoso que mostr¨® al mejor Lio, en sociedad con Ezequiel Lavezzi, con un gol al final en el que, luego de una pared, Messi eludi¨® a David Luiz y Thiago Silva para definir cruzado, al palo izquierdo del portero V¨ªctor. Argentina gan¨® 1 a 0 y se termin¨® la racha negativa del 10 cul¨¦ contra el cl¨¢sico rival.

Envalentonado, el rosarino tuvo uno de los mejores partidos que se le recuerden con la albiceleste en el MetLife Stadium de Nueva York. Tres goles que sirvieron para remontar dos veces el partido y triunfo de la selecci¨®n por 4 a 3 en un amistoso jugado el 9 de junio de 2012. Ese d¨ªa, Lionel convirti¨® un hermoso gol luego de dominar en la banda derecha, regatear a Marcelo y meter una diagonal que fue fatal para Brasil. El astro recorri¨® 30 metros con pelota dominada y desde el borde del ¨¢rea sac¨® un tremendo disparo que se meti¨® en el ¨¢ngulo del portero Rafael Cabral. Pero antes, Messi hab¨ªa empatado y dado vuelta el partido con otros dos goles, el segundo, una copia del que le convirti¨® Claudio Caniggia a Brasil en Italia 90 tras un pase de Maradona.

El s¨¦ptimo partido, y ¨²ltimo antes del cotejo de este jueves, fue el Supercl¨¢sico de las Am¨¦ricas que se jug¨® en China, en octubre de 2014. A Messi se le apag¨® la estrella y hasta malogr¨® un penalti. Brasil no perdon¨® y con dos anotaciones de Diego Tardelli se llev¨® el partido. La estad¨ªstica no ayuda al rosarino ni a sus compa?eros, si adem¨¢s se tiene en cuenta que Brasil no pierde en casa contra Argentina desde el 29 de abril de 1998. Sin embargo, el cl¨¢sico tambi¨¦n marca el regreso de Messi a la celeste y blanca y si bien no se trata del rival m¨¢s accesible, el 10 sabe que no hay margen para fallar.