Carlsen reinar¨¢ dos a?os m¨¢s tras un desempate electrizante frente a Kariakin
El noruego impuso su genialidad con grandes apuros sobre el virtuosismo defensivo del ruso
Magnus Carlsen podr¨¢ seguir diciendo que ¡°la inteligencia es sexi¡± desde su trono de campe¨®n dos a?os m¨¢s. Pero lo har¨¢ tras respirar muy hondo porque super¨® (3-1) el d¨ªa de su 26? cumplea?os a Sergu¨¦i Kariakin, de la misma edad, en un desempate de enorme tensi¨®n anoche en Nueva York. El noruego cobrar¨¢ 550.000 euros menos una multa de 27.500 por no estar en la conferencia de prensa tras su derrota en la 8? partida; el ruso, 450.000.
Judit Polgar, comentarista principal y ¨²nica mujer en la historia que ha estado entre los diez mejores del mundo, puso la situaci¨®n en contexto minutos antes de que empezara la pelea r¨¢pida: ¡°Esto que vamos a ver hoy es otra clase de deporte. Debemos suponer que Carlsen sigue siendo el favorito porque tambi¨¦n es el n¨²mero uno en la lista mundial de ajedrez r¨¢pido, pero lo que m¨¢s cuenta a este ritmo es la psicolog¨ªa y el control de los nervios. Y hasta hoy, yo dir¨ªa que Kariakin ha sido mejor en eso¡±. Y la historia daba la raz¨®n a la h¨²ngara: Kariakin gan¨® un desempate maratoniano y ag¨®nico (seis partidas) a su compatriota P¨¦ter Sv¨ªdler en la final de la Copa del Mundo de 2015, y est¨¢ m¨¢s acostumbrado a esa situaci¨®n de tensi¨®n extrema.
Sin embargo, el ruso se sent¨® con su semblante crispado, en lugar de la sonrisa y tranquilidad habituales. Mientras tanto, el noruego escond¨ªa su cara entre las manos, como si estuviera meditando, dos minutos antes de que el ¨¢rbitro pusiera el reloj en marcha.
Carlsen sorprendi¨® con una nueva idea en la Apertura Espa?ola, uno de los secretos que ha guardado en su ordenador con grandes precauciones: contrat¨® hace meses a Microsoft Noruega para que impedir que piratas inform¨¢ticos rusos puedan robarle sus an¨¢lisis. El noruego logr¨® as¨ª una posici¨®n muy c¨®moda, y empat¨® sin problemas con las negras.
Carlsen sorprendi¨® con una nueva idea en la Apertura Espa?ola, uno de los secretos que ha guardado en su ordenador con grandes precauciones
Al comienzo del segundo asalto, Kariakin pidi¨® un caf¨¦, algo raro en ¨¦l, como si necesitara un estimulante extra para incentivar su instinto asesino. Poco antes, el entrenador de Carlsen, el dan¨¦s Peter Nielsen, se llev¨® su ordenador port¨¢til con ¨¦l cuando visit¨® a su pupilo entre bambalinas, probablemente para refrescar la memoria del noruego con alguno de los an¨¢lisis preparados para tan solemne ocasi¨®n.
Carlsen tampoco arriesg¨® con blancas. Sin embargo, su m¨ªnima de ventaja en la apertura bast¨® para que Kariakin acusara la presi¨®n, cometiera un error grave y quedase en posici¨®n perdedora y con muy poco tiempo. Pero, ante el asombro general, Carlsen, con diez minutos para pensar, no fue capaz de ver varios golpes ganadores. Adem¨¢s, el ruso encontr¨® una defensa muy creativa, genial, que convierte esta partida en una peque?a obra de arte para la historia.
Es muy dif¨ªcil recuperarse de un golpe psicol¨®gico tan duro como ¨¦se, aunque el marcador siguiera igualado. Una vez m¨¢s en este duelo, surgi¨® la idea de que el principal agujero de Carlsen en su preparaci¨®n es la ausencia de un psic¨®logo especializado en la alta competici¨®n. Pero su apoderado, Espen Agdestein, no estaba de acuerdo: ¡°De ning¨²n modo. La principal herramienta de trabajo de Magnus es su cerebro, que no debe mezclarse con el de un psic¨®logo¡±. ?Pero acaso no necesita aprender urgentemente a controlar sus emociones? ¡°?Ah, eso s¨ª!, pero con matices. Por un lado, ese car¨¢cter fuerte tiene que ver con un enorme esp¨ªritu ganador, y tiene l¨®gica que exteriorice sus sentimientos con fuerza. Por otro, es verdad que habr¨ªa que buscar un equilibrio¡±. Agdestein tambi¨¦n admiti¨® que el gran problema de su representado en este Mundial ha sido no aprovechar las posiciones ventajosas, pero discrep¨® en que eso tenga una clara conexi¨®n psicol¨®gica.
El caso es que, propulsado quiz¨¢ por su rabia por el fracaso en el asalto anterior, Carlsen logr¨® una posici¨®n muy prometedora en el tercero, y otra vez con m¨¢s tiempo en el reloj. Todo indica que la enorme cantidad de energ¨ªa gastada por Kariakin para salvarse en el segundo le dej¨® muy fatigado, porque en este caso no encontr¨® las defensas numantinas, si bien debe tenerse muy en cuenta que, por fin, el noruego destap¨® su genialidad con un juego tan preciso como electrizante.
El golpe era tan duro que Kiril Zangalis, el representante de Kariakin tir¨® la toalla en la sala VIP: ¡°No creo en los milagros. Creo que ya no hay nada que hacer y felicito a Carlsen, que ha jugado esta partida magn¨ªficamente¡±.
En el 4? asalto, Carlsen mont¨® un cerrojo digno del m¨¢s radical catenaccio italiano en f¨²tbol. La tarea era herc¨²lea, incluso para Kariakin, quien se apur¨® mucho de tiempo, quiz¨¢ a prop¨®sito para que el noruego se confiara; pero eso no ocurri¨®, y el desenlace fue otra victoria de Carlsen, culminada con una jugada magistral. Finalmente, el genio pudo con el sabio, pero con enormes apuros.
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