El Espanyol fuerza otro paso atr¨¢s del Atl¨¦tico de Madrid
Oblak evita la derrota rojiblanca con dos grandes paradas
Espeso y con un insuficiente arre¨®n final, la Liga sigue muy lejos del Atl¨¦tico. El empate del Camp Nou le permit¨ªa recortar dos puntos al Madrid y al Bar?a y desperdici¨® la ocasi¨®n. Tuvo enfrente a un equipo bien armado y con el plan muy claro, pero el partido dej¨® en el aire esa vieja sensaci¨®n de falta de atrevimiento en casa desde la alineaci¨®n. La igualdad t¨¢ctica y f¨ªsica se rompe con el desequilibrio t¨¦cnico y Simeone dispone de ¨¦l. Los resultados marcan mucho sus decisiones y no le ha concedido mucho cr¨¦dito a la variante de Koke en el medio.
El Atl¨¦tico vuelve a ser un equipo industrial, pesado en el ataque est¨¢tico. El paso atr¨¢s dado tambi¨¦n ha supuesto una regresi¨®n a esos partidos duros de digerir, con un exceso de tacticismo. Ese cambio de un jugador m¨¢s para contener en el medio por un futbolista menos para crear ha resucitado a ese equipo previsible con la pelota en el ataque est¨¢tico. Un muermo de juego por mor de un sinf¨ªn de pases funcionariales, sin v¨¦rtigo y poco afilados. Un manoseo d¨®cil del bal¨®n en un partido de entrenadores. El Espanyol acentu¨® m¨¢s ese juego pizarrero. Quique Flores, como Simeone es otro dominador del juego desde los espacios. Plante¨® dos l¨ªneas de cuatro como dique, con Javi Fuego y Diop en el medio. Ese tabique central es de los m¨¢s consistentes que se pueden encontrar en esta Liga. Replegado, el Espanyol siempre dej¨® una sensaci¨®n de amenaza latente. La zancada de Baptistao, el manejo de Jurado, la velocidad de Piatti y la astucia y el oficio de Gerard Moreno que el Atl¨¦tico siempre atacara con el rabillo del ojo puesto a su espalda. Ese temor le hizo plasmar un primer tiempo muy timorato, asegurando cada pase, con poco riesgo para evitar la contra del Espanyol que tanto tem¨ªa. Y la concedi¨®. Y hab¨ªa ese jugador de m¨¢s que justifica esa marcha atr¨¢s dada tras el vapuleo recibido en el derbi. Pero los agujeros se siguen produciendo. Da igual que juegue Koke en el medio que en la banda. Esta vez el boquete vino por otro despiste por el centro y dej¨® a Gerard Moreno mano a mano con Oblak. Estuvo r¨¢pido el meta esloveno en la salida para achicar el espacio. Su meritoria intervenci¨®n finiquit¨® ese primer tiempo sopor¨ªfero.
Temor en los cambios
La amenaza real de un contragolpe del Espanyol pes¨® mucho en el Atl¨¦tico y en su entrenador que continu¨® con ese dominio insulso, con tanta carga f¨ªsica, como miedo al fallo. Ese temor se reflej¨® en lo que tard¨® Simeone en hacer cambios pese a la evidencia de que en ataque necesitaba algo m¨¢s. El equipo de Quique viv¨ªa muy c¨®modo defendiendo los centros laterales. Y se permiti¨® otra salida vertiginosa que volvi¨® a retratar que ese rumbo tomado hacia un equipo m¨¢s s¨®lido no es la panacea. Baptista volvi¨® a encontrarse con el mismo problema que Gerard Moreno; Oblak. De nuevo el meta estuvo primoroso en la salida y en los reflejos para interceptar el bal¨®n con la pierna izquierda ante el intento de Baptistao de cambiarle el disparo hacia el lado que se hab¨ªa vencido.
Necesitado ya de un revulsivo que clamaba la grada, Simeone empez¨® a meter carga ofensiva. Quit¨® a Tiago para dar entrada a Gait¨¢n. Se encendi¨® algo el Atl¨¦tico y comenz¨® un acoso m¨¢s orgulloso que refinado. Fue el turno entonces de Diego L¨®pez, prodigioso en un vuelo a media altura a una volea cazada por Gabi en la frontal del ¨¢rea. Tambi¨¦n estuvo magistral en la defensa de los balones a¨¦reos. Su actuaci¨®n la culmin¨® con otra parada a Griezmann, que con todo a favor no logr¨® esquinar su remate. Fue la ¨²ltima ocasi¨®n de un equipo que ya el curso pasado se intu¨ªa que necesitaba m¨¢s en ataque, pero ha decidido dar un paso atr¨¢s para rearmarse mientras la Liga se le aleja cada vez m¨¢s. Con Oblak como su mejor jugador y eso s¨ª la porter¨ªa a cero. Pero la de Espanyol tambi¨¦n.
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