El Baskonia gana un tira y afloja en el ¨²ltimo minuto ante el Unics Kazan
Octava victoria del equipo de Sito Alonso en la Euroliga (91-92)
La octava victoria del Baskonia en la Euroliga reuni¨® toda la incertidumbre que es capaz de generar el baloncesto, incluido el reloj del pabell¨®n, que como es sabido, es pieza clave en un deporte tan tecnificado. Los ¨²ltimos minutos en el Basket Hall de Kazan fueron como bolas de plomo cayendo sobre la nieve. Dos veces se par¨® el reloj, acorde con el fr¨ªo que reinaba en el exterior, precisamente cuando las pulsaciones de los jugadores resonaban en un pabell¨®n que parec¨ªa asistir a la ¨®pera.
Con 91-90 en el marcador, Sito Alonso prepar¨® jugada, con apenas cuatro segundos de tiempo y el bal¨®n fue a donde deb¨ªa, es decir, al estadounidense Larkin que se dispon¨ªa a lanzar un triple... pero el reloj no ech¨® a andar. Jugada detenida, vuelta al principio y nuevo tiempo muerto porque lo previsto ya estaba visto. En la segunda ocasi¨®n, con el reloj en marcha, el bal¨®n lleg¨® a Shengelia que caz¨® dos tiros libres por falta de Antipov. Y el georgiano las not¨®. Restaba un segundo y ocho d¨¦cimas, un mundo cuando el Unics tiene en pista a Colom y Langford, dos tipos de gatillo f¨¢cil. Y por segunda vez, err¨® el Baskonia en la defensa, dejando al estadounidense que cortara, girase y lanzase. Pero esta vez no anot¨®, demasiado lejos del aro. Y la octava victoria del Baskonia cay¨® del cielo como pod¨ªa haberse sepultado en el infierno.
UNICS KAZAN, 91; BASKONIA, 92
Unics:
Colom (23), Langford (28), Parakhouski (8), Panin (0), Kamakoglou (3) -quinteto inicial-, Jhonson (11), Antipov (0), Stoll (7), Banic (0), Voronov (6) y Williams (5)
Baskonia:
Larkin (22), Beaubois (9), Hanga (6), Voigtmann (2), Tillie (2) -quinteto inicial-, Blazic (9), Diop (7), Shengelia (19), Budinger (6) y Rafa Luz (10).
?rbitros:
Javor (Eslovaquia), Jovcic (Serbia) y Foufis (Grecia). Eliminado Williams
3.257 espectadores en el Basket Hall de Kazan
Porque el partido tuvo un primer tiempo de tira y afloja, con parciales de diez o doce puntos que se suced¨ªan de forma alternativa. A un inicio feroz del Baskonia le sigui¨® una reacci¨®n no menos feroz del conjunto que dirige Pashutin. Y as¨ª, intercambiando rachas, estados de forma y de ¨¢nimo se lleg¨® al final del primer cuarto con un 20-22 tan entretenido como intrascendente. Y as¨ª, de la misma manera se lleg¨® al final del primer tiempo con un 40-43 que dejaba en nada la disputa, compartiendo rachas, aciertos y errores. El Unics se basa en la facilidad anotadora de Langford, un trotamundos que polariza el juego de su equipo. La cuesti¨®n es que en su ayuda sali¨® al rescate Quino Colom, el base andorrano que acab¨® multiplicando por tres su promedio en la Euroliga acabando el partido con 23 puntos que, junto a los 28 de Langford y los 11 de Johnson, son casi el 70% de los anotados por su equipo.
El Baskonia encontr¨® en el de siempre, Larkin, la soluci¨®n de siempre. El base estadounidense tuvo como aliados a Shengelia (19 puntos) atento en el robo, r¨¢pido en las penetraciones y casi perfecto en los tiros libres. En defensa era donde el equipo de Sito Alonso no consegu¨ªa ajustar sus piezas. Diop cumpli¨® con su papel de intimidaci¨®n, pero Voightmann en esta ocasi¨®n no tuvo el protagonismo habitual. El intercambio de canastas fue la t¨®nica habitual de la segunda parte: Langford y Colom contra Larkin y Shengelia. Todo indicaba que la ¨²ltima ser¨ªa la definitiva. Y eso ocurri¨® cuando el reloj se par¨® dos veces y decidi¨® juguetear con el ¨¢nimo de los jugadores, medirles la tensi¨®n, forzarles a la hipertensi¨®n. Pero a Shengelia no le tembl¨® el pulso cuando lanz¨® los dos tiros libres que sentenciaron el partido. Pero el Baskonia s¨ª tembl¨® cuando Langford lanz¨® desde m¨¢s de ocho metros sobre la bocina. Entonces se par¨® el reloj, pero ya era para siempre.
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