No hay nada m¨¢s raro que un villancico
A veces da la sensaci¨®n de que Dios, arrebatado por la poes¨ªa, antes que dar explicaciones prefiri¨® pegarse un tiro
Quique S¨¢nchez Flores ha dicho que ¨¦l se rodea de gente sencilla y trabajadora, que quiere lejos de s¨ª todo lo que huela a raro. Lo de menos es que se refiriera a Luis Enrique, que no quiso darle la mano ni antes, ni durante ni despu¨¦s del derbi, prefiriendo cantar villancicos en las ruedas de prensa a dar explicaciones. Ya lo dijo el poeta, antes que dar explicaciones, me pego un tiro. Sin embargo, lo raro se contrapone a lo normal. Comer turrones en Navidad es normal. El Espanyol pierde el derbi 4 a 1, es normal. El paro juvenil es normal. Las residencias geri¨¢tricas son normales, como los cr¨¢teres de la luna. S¨¢nchez Flores tiene un hijo del Bar?a que quiere una camiseta de Messi, normal. Los gemidos de dolor colapsan las urgencias hospitalarias e hieren los o¨ªdos de las enfermeras, pero no llegan hasta los despachos donde se deciden los recortes, que se aplican sin piedad. Lo normal.
¡°Llegar¨¦ a tiempo a mi casa de China para ver el derbi por la tele¡± Chen Yangsheng
S¨¢nchez Flores agasaja p¨²blicamente a Messi al finalizar el derbi provocando el enfado de gran parte de la afici¨®n periquita, normal y normal. El entrenador pide mil disculpas, mil veces normal. Muchas mujeres quedan embarazadas y paren, como es normal, y su cerebro se modifica para potenciar la conexi¨®n con el beb¨¦ mientras que el cerebro del padre se queda normal, tal como nos tem¨ªamos. El Alcorc¨®n elimina de la Copa al Espanyol, y el ¨¢rbol, el bel¨¦n, las luces, el gent¨ªo, el gasto, la comida, el pobre a su mesa, todo es de Navidad y normal. Mr. Cheng, presidente del Espanyol, asegura que su pasi¨®n por el club va en aumento mientras su cara sigue tan inexpresiva como siempre, o quiz¨¢s m¨¢s de lo normal. Y declara, tras asistir a la junta de accionistas en Barcelona: ¡°Llegar¨¦ a tiempo a mi casa de China para ver el derbi por la tele¡±. Podr¨ªa calificarse de espeluznante, pero es normal. Fichar a un jugador chino para el primer equipo, es lo que se ha hecho toda la vida. Tradici¨®n, ortodoxia, costumbrismo. Qu¨¦ bello es vivir seg¨²n los c¨¢nones y al margen de los c¨¢nones. Los Reyes Magos, el consenso institucional, abuelas que paren hijos subrogados, la juventud que abarrota los prost¨ªbulos, el Alzheimer arrasando la memoria, negros, jud¨ªos, masones, rojos, transexuales y periquitos. Todo normal.
Hamlet ol¨ªa a podrido al este de Dinamarca y S¨¢nchez Flores huele a raro. A veces da la sensaci¨®n de que Dios, arrebatado por la poes¨ªa, antes que dar explicaciones prefiri¨® pegarse un tiro.
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