El Bar?a supera el martirio turco

Rice, Tomic, Doellman, Koponen y Vezenkov de todos ellos y mucho m¨¢s necesit¨® el Barcelona para salvaguardar sus opciones en una Euroliga convertida definitivamente en un camino lleno de espinas. No hay rival que no le complique la vida. Y el Darussafaka de Estambul, una de las formaciones en boga, que acaba de dar cuenta del Real Madrid, del Fenerbahce y del Maccabi, no iba a ser menos. Se tem¨ªa much¨ªsimo a su base Brad Wanamaker, pero quienes llevaron por la calle de la amargura al Barcelona fueron James Anderson, el escolta con huellas dactilares hasta en cuatro equipos de la NBA, mayormente con los Spurs y los Sixers, y el joven base Scottie Wilbekin, formado en la Universidad de Florida y, a sus 23 a?os, jornalero ya en Australia y en Grecia antes de llegar a Estambul.

La escuadra de David Blatt, el ext¨¦cnico entre otros del CSKA, del Maccabi y de los Cavaliers, hizo temblar el Palau. Las ocho derrotas acumuladas por el Barcelona en la Euroliga le situaban ante poco menos que una encrucijada el d¨ªa que se lleg¨® al ecuador de una liguilla que esta temporada es una Liga de a¨²pa.

Los problemas, adem¨¢s, se le acumularon de salida al Barcelona. Su defensa no cerr¨® bien el per¨ªmetro exterior. James Anderson, y el exalero del Bilbao, Dairis Bertans, maximizaron la rapidez y los desajustes que produc¨ªan los movimientos ofensivos en la defensa del Barcelona para bombardear el aro con tres triples en menos de cinco minutos (6-13). Llam¨® a cap¨ªtulo Georgios Bartzokas. Resolvi¨® ese problema de ajustes defensivos.

El Darussafaka, a partir de entonces, se vio obligado a masticar sus acciones ofensivas. La defensa del Barcelona empez¨® a causar estragos. Pero el rebote ofensivo le permiti¨® al Darussafaka mantener su dominio en el marcador (19-26). Los 10 rebotes que captur¨® en el primer tiempo, 16 al final, le permitieron disponer de muchos m¨¢s tiros y adem¨¢s impidieron al Bar?a salir en transiciones r¨¢pidas.

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El Darussafaka se empe?¨® en vivir del triple (10 de 33 al final). Sin resultado en muchos minutos del segundo cuarto, en el que lleg¨® a subsistir a pesar de unos porcentajes baj¨ªsimos. El Barcelona, en cambio, jug¨® con m¨¢s rapidez y acierto. Renfroe refresc¨® el juego azulgrana y junto a Navarro gener¨® acciones que rompieron la defensa turca y habilitaron especialmente a Vezenkov. El Barcelona remont¨® (33-32), pero Wilbekin le dio ventaja de nuevo a su equipo, beneficiado tambi¨¦n en el estadillo de balones recuperados y perdidos.

El tercer cuarto fue una monta?a rusa. El Barcelona cerr¨® el rebote y fue mucho m¨¢s eficaz gracias a la rapidez en las transiciones. Logr¨® un 14-0, redondeado con una jugada de cuatro puntos de Rice que puso el 49-40 en el marcador. Wanamaker rompi¨® la sequ¨ªa de tres minutos y medio sin anotar de su equipo. James y el ala-p¨ªvot franc¨¦s Moerman apretaron el acelerador y el Barcelona cay¨® en barrena. El Darussafaka, con un parcial de 2-15, volvi¨® a tomar el mando: 53-57. Pero estaba escrito que el final iba a ser un duelo en el filo de la victoria y la derrota. La buena mano y la serenidad de Koponen en los momentos decisivos resultaron providenciales para un Barcelona que acab¨® con la tortura turca con una canasta de Vezenkov.

El Barcelona, tras sumar tres derrotas seguidas, ha conseguido recuperarse con dos victorias al amparo de su afici¨®n en el Palau. Su pr¨®xima cita es en Alemania, en la cancha del Bamberg. Es all¨ª donde este Barcelona en fase ascendente necesitar¨¢ refrendarse para seguir recuperando parte del terreno perdido.