Muguruza vence a un clon

Los noct¨¢mbulos, aquellos que no pudieran conciliar el sue?o o bien no les importase trasnochar para ver tenis del bueno, el que tiene lugar estos d¨ªas en Melbourne, pudieron disfrutar del triunfo de Roger Federer ante Noah Rubin (7-5, 6-3 y 7-6). No le hizo falta al suizo desplegar su mejor juego, pero se le volvi¨® a ver un poco oxidado. ¡°S¨¦ que tengo que subir mi nivel¡±, expres¨® el de Basilea, quien protagonizar¨¢ un atractivo pulso en la tercera ronda con Tomas Berdych (6-3, 7-6 y 6-2 a Ryan Harrison), otro cl¨¢sico del top-10 que tampoco atraviesa por sus mejores d¨ªas. A esas mismas horas, Carla Su¨¢rez ca¨ªa ante Sorana Cirstea (7-6 y 6-3), y entrada ya la ma?ana, inicio de la noche en Melbourne, los que amanecieron vieron mientras apuraban el caf¨¦ y las tostadas c¨®mo avanzaba a la tercera ronda Garbi?e Muguruza, tras imponerse a Samantha Crawford por 7-5 y 6-4, en 1h 34m.

M¨¢s informaci¨®n

Nadal desempolva el viejo 'l¨¢tigo'

¡°Esta pista parece de los a?os ochenta¡±

1? ronda: Nadal convence ante Mayer

A la hispano-venezolana le aguarda ahora una cita con Anastija Sevastova (6-3 y 6-4 a Kristina Kucova). Pero antes, en la matinal de este mi¨¦rcoles, despach¨® a una jugadora que le incomod¨® y le exigi¨®, porque en el fondo le replic¨® con el mismo m¨¦todo de golpe y castigo que ella suele emplear en la pista. Crawford, otra de esas perlas de la escuela norteamericana (Madison Keys, Shelby Rogers, Coco Wandeweghe, Christina McHale, Alison Riske, Lauren Davis¡­), parec¨ªa un clon de Muguruza: 21 a?itos, tez tostada, zancuda; incluso m¨¢s alta (1,88) que la de Caracas (1,82). Derecha poderosa, descaro. Hasta en la visera coincid¨ªan. Vaya, que de no ser por la forma en la que se resolvi¨® el partido se pod¨ªa perfectamente haber confundido a la una con la otra. Pero no, de eso nada.

A sus 23 a?os, Muguruza ya se ha curtido en 17 grandes, mientras que la estadounidense (ganadora del US Open j¨²nior, en 2012) apenas est¨¢ dando sus primeros pasos en la ¨¦lite del tenis femenino. Y, obviamente, el modo de afrontar los instantes de tensi¨®n de una y otra marc¨® la diferencia. Muguruza tuvo que emplearse a fondo, pero los resolvi¨® bien, mientras que Crawford se inclin¨® definitivamente en el segundo parcial, en cuanto concedi¨® la primera bola de break a su rival al cometer una doble falta. Ah¨ª s¨ª, la chica cedi¨®, porque previamente ofreci¨® un buen recital de derechazos, 23 ganadores, made in Garbi?e en realidad, y el asunto hab¨ªa estado igualad¨ªsimo. Sin embargo, tambi¨¦n pag¨® su osad¨ªa, el factor riesgo: 35 errores no forzados, por solo 15 de Muguruza.

Esta, ya la ¨²nica superviviente espa?ola en el torneo de Melbourne, arranc¨® con un parcial de 3-0, pero de inmediato se encontr¨® con que le devolv¨ªan la bofetada, y con un plus. 3-4 en contra. Despu¨¦s lo enmend¨® y se llev¨® el set. Y en el segundo, est¨¢ contado ya, en el punto cr¨ªtico de la manga no titube¨®. ¡°Vamos bien¡±, manifest¨® entre bambalinas, despu¨¦s de retirarse de la pista. ¡°F¨ªsicamente todav¨ªa no estoy al cien por cien. Adem¨¢s ella es joven y atrevida, as¨ª que he tenido que estar muy concentrada¡±, destac¨® la de Caracas, que volvi¨® a jugar con un vendaje en la zona posterior del muslo derecho, debido a sus problemas en el aductor. No obstante, esta vez no requiri¨® de asistencia m¨¦dica, como el primer d¨ªa, y se le vio desplazarse relativamente bien, aunque sin forzar.

Ahora, por delante, Sevastova, la 33 del mundo. Una adversaria de la que no tiene buen recuerdo. Entre ellas solo dos enfrentamientos: en la ¨²ltima edici¨®n del US Open (para la letona) y en Tokio (para Garbi?e). El terreno comienza a inclinarse. Pero, de momento, lo dice Garbi?e: ¡°Hay que pensar en positivo¡±.