Batalla campal entre hinchas del Bar?a y el Alav¨¦s antes del partido

Sobre las 14.30, ocho furgones de la Ertzaintza pasaron como balas por la Avenida Cervantes ante la sorpresa generalizada de los aficionados, que suficiente ten¨ªan con abrigarse del fr¨ªo. Otros, v¨¢ndalos ellos, decidieron calentarse a golpes en el entorno del Campus Universitario de ?lava, que no queda lejos del estadio. Resulta que, seg¨²n inform¨® el Departamento Vasco de Seguridad, unos 50 radicales encapuchados, supuestamente seguidores del Alav¨¦s ¡ªen un v¨ªdeo colgado en YouTube que da buena muestra de la violencia del enfrentamiento entre ambos bandos no se advierte distintivo alguno que les identifique como seguidores de uno u otro equipo¡ª, la emprendieron con otros 20 aficionados del Bar?a que tomaban algo en uno de los bares pr¨®ximos a Mendizorroza, concretamente en la confluencia de las calles Nieves Cano y Domingo Mart¨ªnez de Arag¨®n.

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As¨ª, en las inmediaciones del estadio se vivi¨® un episodio escalofriante, donde decenas de hinchas se enzarzaron en una pelea de las grandes, con bates, palos y lanzamiento de sillas y mesas, adem¨¢s de pu?etazos y patadas. ¡°No sabemos nada¡±, reconoc¨ªan desde el Barcelona, que, quer¨ªa saber qu¨¦ hab¨ªa ocurrido y por qu¨¦ se hab¨ªan encontrado unos y otros. Se sabe que, al menos, hubo un herido, un seguidor azulgrana de 46 a?os y vinculado a la Penya Barcelonista Creu de Sant Jordi, hospitalizado con un fuerte golpe en la cabeza y que recib¨ªa ayer por la tarde asistencia m¨¦dica en el hospital de Santiago en Vitoria; adem¨¢s de un detenido: se trata, seg¨²n fuentes de la Ertzaintza, de un chico de 19 a?os, ¡°que no es vasco ni vive en Euskadi¡±, apuntaban desde Catalunya R¨¤dio.

Seg¨²n la versi¨®n ofrecida por el diario vasco El Correo, la Ertzaintza se encarg¨® despu¨¦s, toda vez se hubo disuelto la pelea, de escoltar a los aficionados del Barcelona al estadio para evitar nuevos altercados. Y los esperaron, tambi¨¦n, a la finalizaci¨®n del encuentro. Una veintena de seguidores abandonaron el campo 15 minutos antes de que terminara el partido y se marcharon, de nuevo, con escolta.

Aunque los Boixos Nois se desmarcaron de los hechos, desde el Bar?a, sin embargo, recuerdan que aunque no tienen cabida en el Camp Nou dif¨ªcilmente pueden controlar a los radicales en los desplazamientos y fuera de los estadios.