Draxler, el ¨²ltimo desaf¨ªo para Emery
El mediapunta alem¨¢n supone otro reto para el entrenador del PSG, atento a recuperar talentos malogrados como Banega, Melo o Reyes
Unai Emery dirig¨ªa al Lorca, en el valle murciano sembrado de br¨®coli, cuando ya sus seguidores advirtieron en ¨¦l la muy apost¨®lica inclinaci¨®n de arrimar a su reba?o a las ovejas descarriadas. Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, el entrenador del Paris Saint Germain gusta de sacar la lista de jugadores que se redimieron ¡ªo espabilaron¡ª bajo su supervisi¨®n estimulante. Hasta hace poco destacaban el d¨ªscolo Felipe Melo, el casquivano Ever Banega, el flem¨¢tico Antonio Reyes, el levantisco Ben Arfa y el inefable Jes¨¦ Rodr¨ªguez. Desde enero la pir¨¢mide de la categor¨ªa la remata un alem¨¢n famoso que a sus 23 a?os contempla su recorrido como si todo fuese cosa de un pasado remoto y confuso. Se trata de Julian Draxler, que en 2014 jug¨® 14 minutos en Brasil, gan¨® el Mundial, y desde entonces compite como si cualquier esfuerzo, por irrelevante que sea, tuviera que proporcionarle una Copa.
Ning¨²n juvenil alem¨¢n levant¨® m¨¢s clamores en los pasillos de la federaci¨®n que este muchacho de Gladbeck cuando irrumpi¨® entre los mayores, en 2010. Despu¨¦s de producir al zurdo ?zil, la cantera del Schalke hab¨ªa completado la simetr¨ªa del milagro con este diestro que lo hac¨ªa todo f¨¢cil a cada toque. Nunca fue el m¨¢s r¨¢pido, pero dispuso de un esqueleto armonioso, potencia y una elasticidad fuera de lo com¨²n. Equilibrado, capaz de manejar la zurda con soltura y h¨¢bil para pasar la pelota con todos los perfiles del pie derecho, su valor residi¨® en el don de darle a cada compa?ero el pase que necesita en cada momento.
Ars¨¨ne Wenger fue el primero en apostar por el fen¨®meno cuando adquiri¨® los derechos de compra por 50 millones de euros ejecutables en tres a?os. Algo inaudito por un quincea?ero. Papel mojado, seg¨²n transcurrieron las temporadas, las promesas se difuminaron y Draxler perdi¨® energ¨ªa y encaden¨® lesiones insospechadas. En 2015 el Schalke le acab¨® vendiendo al Wolfsburgo, que buscaba un sustituto para Kevin de Bruyne y pag¨® algo m¨¢s de 30 millones. El traspaso tuvo el aroma del saldo.
Desinflado el globo, nadie esperaba grandes cosas de Draxler cuando comenz¨® a brillar en el Wolfsburgo, hace un a?o. Culmin¨® la temporada despu¨¦s de provocar la derrota m¨¢s humillante que ha sufrido hasta el momento el Madrid de Zidane, un 2-0 n¨ªtido en los cuartos de final de la Champions. Una peque?a haza?a que, lejos de ser un punto de partida, result¨® el carpetazo a su participaci¨®n. Otra vez impedido por extra?as lesiones musculares, desapareci¨® hasta la Eurocopa de Francia.
Los hinchas volvieron a saber de ¨¦l cuando, ya en la concentraci¨®n alpina de Alemania, ofreci¨® una entrevista en el Bild para ofender a la gente de su club: ¡°Lo mejor de Wolfsburgo es la estaci¨®n de alta velocidad que conecta con Berl¨ªn¡±.
Claridad en el ataque
Ten¨ªa contrato con el Wolfsburgo hasta 2020 pero cuando regres¨® de vacaciones, en el verano pasado, advirti¨® que los dirigentes le hab¨ªan prometido liberarlo cuando ¨¦l quisiera. Los hinchas se volvieron contra ¨¦l, el estadio le pit¨®, el clima en el vestuario se enrareci¨® y el Wolfsburgo, uno de los equipos con mayor presupuesto de la Bundesliga, se precipit¨® hacia el descenso. Traspasarle a Par¨ªs en Navidad por 36 millones fue un alivio para todos.
Emery le recibi¨® reserv¨¢ndole el carril del diez. Para que entrara a pierna cambiada desde la izquierda. Sin apenas entrenarse con sus nuevos compa?eros, transmiti¨® una sensaci¨®n de comodidad. Aflor¨® su constancia en las asociaciones para encontrar el pase ajeno y el propio, ofreci¨® apoyos, combin¨® y desbord¨®. Luci¨® su dominio en las tareas propias del volante, su generosidad en el cierre de la banda y en el inicio de la construcci¨®n, y lo culmin¨® encontrando soluciones sencillas en el avispero del ¨¢rea rival. Como socio de Cavani o como definidor. Hizo cuatro goles. Ha jugado ocho partidos y el equipo solo ha empatado uno (1-1 contra el M¨®naco).
Draxler es lo m¨¢s parecido que ha tenido este PSG a un mediapunta. Alguien que, por fin, aclara las jugadas por adentro y por afuera. Alguien que ayuda al equipo a no librarlo todo al aluvi¨®n de centros y al pase largo.
¡°El PSG practica el tipo de f¨²tbol t¨¦cnicamente ambicioso que le viene bien a Julian¡±, dijo Joachim L?w, el seleccionador alem¨¢n.
Julian Draxler goza de una nueva oportunidad en Par¨ªs. A Unai Emery le gusta la idea.
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