Golear al Barcelona, la primera piedra de Emery en Par¨ªs
El t¨¦cnico ha logrado convencer a la plantilla del PSG y adaptar las individualidades a un estilo coral
Por parad¨®jico que parezca fue Messi el jugador que mejor simboliz¨® el un¨¢nime triunfo del PSG ante el Barcelona, renovado a partir de la llegada de Unay Emery el pasado verano. Corr¨ªa el minuto 40 de la primera parte cuando el 10 del Bar?a, el gran anhelo de los inversores catar¨ªes que rigen el club franc¨¦s, recibi¨® la pelota en el medio campo e inici¨® una de sus caracter¨ªsticas y virtuosas cabalgatas hacia la porter¨ªa rival. Pero esta vez, nada m¨¢s arrancar, el argentino se choc¨® contra una roca llamada Adrien Rabiot. El joven volante parisino -en abril cumplir¨¢ 22 a?os-, no dud¨® en enfrentarse a Messi y, desde el suelo, con la puntera, le desposey¨® de la pelota. El bal¨®n fue a parar a los pies de Draxler, quien, tras combinar con Marco Verratti (el une-deux, seg¨²n lo llaman los franceses), anot¨® el segundo.
La escena se repiti¨® en el ecuador de la segunda parte, cuando el marcador ya era de 3-0 para el PSG despu¨¦s del segundo tanto de Di Mar¨ªa. Messi intentaba encarar la porter¨ªa de Trapp cuando se top¨® con el debutante Presnel Kimpembe. El central franc¨¦s, de 21 a?os como Rabiot, le arrebat¨® el bal¨®n para enfado de Busquets, que, enfurecido, vio la tarjeta amarrilla por la entrada sobre Kimpembe en su intento de recuperar la posesi¨®n. La acci¨®n resumi¨® la impotencia y la frustraci¨®n del Bar?a en este partido y el gran marcaje y ejercicio de presi¨®n que plante¨® Emery.
Estas dos jugadas ejemplificaron el descalabro del Barcelona y la irrupci¨®n de dos jugadores, Rabiot y Kimpembe, el mejor reflejo de la influencia de Emery en el PSG. Los dos son producto de la cantera parisina y su titularidad se debi¨® a la sanci¨®n de Motta en el caso del primero y la lesi¨®n de Thiago Silva en el del segundo. Rabiot, un volante que tiene en Steven Gerrard a su referente, retras¨® su posici¨®n para ocupar la zona defensiva del centro del campo?gran parte del partido. El franc¨¦s, que ya irrumpi¨® en Europa el curso pasado ante el Madrid en el Bernab¨¦u, lejos de desentonar, brill¨® fuera de su ¨¢rea habitual y fue con 12 robos el jugador que mejor fren¨® al Barcelona por delante de Verratti (nueve) y Matuidi (siete). Fue el Busquets de Emery, el encargado de ordenar el juego. Para Kimpembe, el de ayer era su 27? partido profesional con el PSG. El defensa, pilar de la Sub-21 con Francia, ten¨ªa la responsabilidad de frenar las acciones de Messi desde su posici¨®n de central izquierdo. S¨®lido y solvente durante todo el partido, cumpli¨® con las expectativas, borr¨® al argentino y reforz¨® la apuesta de Emery. ¡°Tanto Rabiot como Kimpembe se merec¨ªan jugar un partido como as¨ª. Estoy muy feliz por ellos", se felicit¨® el t¨¦cnico espa?ol tras el partido.
La irrupci¨®n de sus canteranos es un ejemplo m¨¢s del cambio que ha tra¨ªdo Emery a Par¨ªs. El vasco ha transformado al PSG, que ha pasado de vivir de las individualidades de sus estrellas a jugar de formar coral, con coherencia, como equipo. Dej¨® de gobernar los partidos al estilo de Laurent Blanc, su antecesor en el cargo, para apostar por un juego m¨¢s vers¨¢til a base de contragolpes. Mientras se esperaba el fichaje de Neymar para sustituir a Zlatan Ibrahimovic, Emery opt¨® por resituar a Cavani como referente en la delantera tras tres a?os a la sombra del gigante sueco. Hizo lo mismo con Lucas Moura, al que dio carrete a la derecha del uruguayo hasta el punto de llevar 2.587 minutos esta temporada. A los dos les transmiti¨® confianza cuando sobrevolaban los rumores sobre su marcha de Par¨ªs.
Aunque se enfrent¨® a fuertes resistencias por parte de sus jugadores al principio, su discurso fue cogiendo peso con el paso de los partidos. Desde la confianza y la aportaci¨®n t¨¦cnica, Emery fue convirti¨¦ndose en el l¨ªder del vestuario que, tras al levantamiento inicial, ahora cree en la idea y el estilo del vasco. Ayer lo demostraron, en un partido en el que plasmaron a la perfecci¨®n sobre el campo el planteamiento de Emery en la pizarra. El ext¨¦cnico del Sevilla, que solo hab¨ªa ganado uno de sus 23 enfrentamientos contra los azulgrana, le dio un ba?o t¨¢ctico a Luis Enrique. Los dos ¨²ltimos goles del encuentro, los que han dejado al Barcelona al borde de la eliminaci¨®n, llegaron gracias al trabajo de los laterales. En el 3-0 fue Kurzawa quien, por la izquierda, penetr¨® la estructura del Bar?a con una arrancada hacia el interior, como si de un volante se tratase, para terminar asistiendo a Di Mar¨ªa.
En la jugada del 4-0, fue Meunier, el lateral derecho, quien propici¨® el ¨²ltimo golpe con otra carrera hacia adentro que acab¨® con el gol de Cavani. Dos jugadas similares que contrastan con las declaraciones que hizo Emery a este diario el pasado noviembre. ¡°Yo los laterales los tengo hacia afuera y los extremos hacia adentro (¡) He procurado hacer equipos de extremos que juegan hacia adentro y que miran mucho a porter¨ªa para finalizar, no solo para centrar¡±. Ayer, no solo los extremos, Di Mar¨ªa y Draxler, poblaron el eje del campo, tambi¨¦n lo hicieron los laterales. Fue una pesadilla para Luis Enrique y la mayor satisfacci¨®n de un Emery que ayer puso la primera piedra de su obra en Par¨ªs.
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