Un ¡®once¡¯ hist¨®rico que se aleja de La Masia

Un alem¨¢n, un espa?ol, tres franceses, un portugu¨¦s, un croata, dos brasile?os, un argentino y un uruguayo. Esta fue la alineaci¨®n de nacionalidades del Bar?a frente al Legan¨¦s y solo Sergi Roberto, Rafinha y Messi representaron a La Masia. ¡°El Barcelona est¨¢ jugando un partido con 10 jugadores extranjeros titulares por primera vez en toda la historia de la Liga¡±, anunci¨® el estadista MisterChip en las redes sociales. Una historia bien diferente de la que explic¨® Tito Vilanova frente al Levante el 25 de noviembre de 2012, cuando cop¨® el oncede futbolistas cocidos en Can Bar?a.

Las malas temporadas del filial, que sin embargo en este curso est¨¢ resurgiendo al ser l¨ªder en Segunda B en el Grupo 3, y las pocas alternativas que da Luis Enrique (entre otras cosas porque el club gast¨® este verano 123 millones en siete fichajes) han derivado en la desnaturalizaci¨®n de La Masia, al menos en el primer equipo. Tambi¨¦n, claro, en la identidad del equipo, en un estilo que durante mucho tiempo fue reconocible en el planeta f¨²tbol pero que contra el PSG se deshizo por completo. Ante el Legan¨¦s, equipo en la cornisa del descenso y con los 11 futbolistas en su campo, falt¨® poco. Pero bast¨® con el portero y, sobre todo, con el tridente. Con dos guantes y seis botas. O, lo que es lo mismo, futbolistas que se definen en las dos ¨¢reas y no en la sala de m¨¢quinas.

No se hab¨ªan cumplido cuatro minutos y ya lo aclararon. Fue despu¨¦s de un robo de Rafinha, que le entreg¨® la pelota r¨¢pido a Neymar. Pase filtrado al desmarque de Luis Su¨¢rez y centro al palo contrario ¡ªla octava asistencia del delantero en la Liga para igualar a Kroos como m¨¢ximos repartidores de caramelos en la Liga¡ª, donde Messi puso el pie y el gol. Pero al contrario que en otras ocasiones, cuando el tr¨ªo de delanteros se abraza entre risas, el 10 lo festej¨® con lo m¨ªnimo, con una cerrada de pu?os y nada m¨¢s.

Ter Stegen se multiplica

Lo mismo tuvo que utilizar Ter Stegen para desbaratar la doble ocasi¨®n de El Zhar, primero en un mano a mano y despu¨¦s, en la continuaci¨®n de la jugada, un disparo envenenado ajustado al palo. No fue la ¨²nica ocasi¨®n en la que se vieron las caras el extremo del Legan¨¦s y el guardameta; antes del entreacto, un chut desde la frontal que rebot¨® en Umtiti ¡ªy que por lo tanto cambi¨® por completo la trayectoria del bal¨®n¡ª sorprendi¨® a todos menos a Ter Stegen, estupendo en la correcci¨®n, soberbio con su gadgetobrazo. Y repiti¨® gesta con un disparo cruzado de Guerrero. Pero ya nada pudo hacer en el remate de Unai L¨®pez desde dentro del ¨¢rea, que le pill¨® a contrapi¨¦ y acab¨® en gol.

Se mascaba la tragedia en el Camp Nou, pero una internada de Neymar acab¨® en penalti cuando el Camp Nou miraba el reloj. Messi, enrabietado, le peg¨® duro y a gol. Y, como en el primer tanto, ni lo celebr¨®, por m¨¢s que sus compa?eros se abalanzaran sobre ¨¦l porque el fallo hubiese supuesto perder la Liga en febrero.

Par¨® Ter Stegen y al Bar?a, que ha perdido su originalidad en el centro del campo, le alcanz¨® con dos jugadas de sus tres mosqueteros. Poco queda de la ¨¦poca guardiolista en la que los canteranos eran la savia azulgrana ¡ªen 2010, por ejemplo, Messi, Iniesta y Xavi coparon el Bal¨®n de Oro¡ª y poco queda del equipo de los medios, precisamente en una temporada en la que nueve jugadores pueden ocupar las tres plazas de la medular. Pero ante el Legan¨¦s, con jugar e imponerse en las ¨¢reas bast¨®. Fue de chiripa, pero bast¨®. Otra cosa es en Europa y ante el PSG.