Ruth Beitia, medalla de plata en los Europeos de Belgrado
La saltadora c¨¢ntabra, de 37 a?os, a?ade una plata en Belgrado a su oro ol¨ªmpico en R¨ªo y a su entorchado europeo al aire libre
Ruth Beitia tiene 37 a?os y cuando, el 1 de abril, tan cercano, llegue el d¨ªa de cumplir los 38 quiz¨¢s diga que no, que quiere toda su vida volver a los 37, la edad en la que lleg¨® a ser campeona ol¨ªmpica, campeona de Europa al aire libre otra vez y de nuevo medallista en un Europeo en pista cubierta, de plata, en Belgrado. La edad de su felicidad, de su plenitud. ¡°Ha ganado la mejor¡±, dijo la saltadora c¨¢ntabra despu¨¦s de aplaudir a la rival que la derrot¨®, la lituana Airine Palsyte, de 24 a?os, que salt¨® 2,01 metros, una marca fuera del alcance de la Beitia actual. La campeona de R¨ªo se qued¨® en 1,94m y ¡°muy, muy contenta¡± por lo bien que, dadas las circunstancias, salt¨® hasta la barra de 1,96m, la que derrib¨® tres veces.
Es la primera medalla del atletismo espa?ol en la pista cubierta de Belgrado. Es la 15? medalla en una gran competici¨®n internacional de Beitia, 12 a?os despu¨¦s de la primera, otra plata en otro Europeo indoor, el de Madrid 2005. Salt¨® entonces 1,99m. Beitia, la deportista que hace que la excelencia parezca un tr¨¢mite, permanece, las dem¨¢s llegan, ascienden, descienden, desaparecen.
Hay escritores obsesionados por el teclado de su m¨¢quina de escribir que se sorprenden en un duermevela atrapados visualizando los movimientos de sus dedos sobre el teclado, la situaci¨®n exacta de cada letra, anticipando su met¨¢fora perfecta antes de transcribirla al papel. As¨ª son los deportistas, que visualizan los movimientos perfectos de su cuerpo ante un list¨®n, y los acompa?an con los ojos cerrados con gestos del cuerpo parado, antes de lanzarse a ellos. Lo hacen por razones pr¨¢cticas, no po¨¦ticas. Estimulan las zonas del cerebro que controlan los movimientos y activan al nervio simp¨¢tico, para que haga fluir la adrenalina y dem¨¢s sustancias necesarias para la ejecuci¨®n del movimiento. Simulan con menos intensidad lo que exigir¨¢n despu¨¦s a su organismo a lo bruto, y logran que el choque real se amortig¨¹e y sufran menos sus m¨²sculos y articulaciones. Mientras Palsyte, la que asciende, la atleta a la que dej¨® segunda en el Europeo de Amsterdam, saltaba 1,96m a la primera, Beitia visualizaba a su espalda los movimientos que deber¨ªa hacer ella despu¨¦s ante el list¨®n, inclinaba el cuerpo trazando la curva y levantaba el hombro derecho, donde destacaban oscuras las marcas circulares de unas ventosas que hab¨ªan aliviado sus ¨²ltimas heridas de guerra. ¡°Las colchonetas de la pista de Madrid son muy duras¡±, dice. ¡°La ¨²ltima vez que salt¨¦ all¨ª [hace una semana, 1,98m a la primera, su mejor marca del a?o] acab¨¦ muy dolorida¡±.
Sartorio tocado
No fue el ¨²nico achaque que le forz¨® a actuar contra su costumbre y racionar el n¨²mero de alturas. Ella, que no se salta ni una de las establecidas, pas¨® del 1,80m y del 1,89m. ¡°Son los a?os, hay que cuidarse¡±, bromea, y despu¨¦s, ya en serio, se explica. ¡°Haciendo la palanca del salto en la calificaci¨®n sent¨ª un dolor en la cadera izquierda y luego vi que ten¨ªa tocado el sartorio [el m¨²sculo del sastre, el m¨²sculo del interior del muslo llamado as¨ª porque es el que permite cruzar una pierna sobre la rodilla de la otra, la posici¨®n de los sastres a la hora de coser] y hab¨ªa que cuidarse¡±, dice la atleta, la que que recuerda siempre que solo pensaba en disfrutar en la segunda oportunidad de su vida, la que su carrera le dio despu¨¦s de regresar de la retirada prematura y tras Londres 2012. ¡°Me voy feliz con la plata. En Londres en el Mundial al aire libre, espero que la carrera lanzada d¨¦ ya todos sus frutos¡±. Cuando lo haga, tendr¨¢ ya 37 a?os m¨¢s uno.
Del resto de la jornada, lo m¨¢s destacable de la participaci¨®n espa?ola fue el cuarto puesto en 1.500 logrado por Marc Alcal¨¢, la quinta plaza de Ana Peleteiro en triple salto.
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