Messi no cae en la trampa

Mangala fue el h¨¦roe al inicio con un tanto de cabeza, luego el villano por un fuerte puntapi¨¦ a Messi que instal¨® el susto en el aficionado culer y por un penalti como ¨²ltimo defensa y dentro del ¨¢rea sobre Luis Su¨¢rez. Leo Messi cogi¨® el bal¨®n y Diego Alves se acerc¨® al punto de penalti para tratar de desestabilizarle con la palabra. Pero no lo consigui¨® porque el 10 estaba de dulce, al fin c¨®modo como mediapunta en el 3-4-3, el nuevo sistema de Luis Enrique.

Se deslizaba desde el club que Messi no estaba c¨®modo en su nueva demarcaci¨®n ¡ªno funcion¨® ante el PSG ni frente al Deportivo¡ª, decisi¨®n tomada por Luis Enrique y nadie m¨¢s. Suger¨ªan que no era f¨¢cil encontrarle entre tantos rivales, que se quedaba sin espacios ni tiempo para correr u organizar el ataque. Pero ante el Valencia Leo le dio la raz¨®n a su entrenador porque supo encontrar su lugar entre las l¨ªneas, tambi¨¦n saliendo de sitio hacia la derecha porque por la izquierda ya se expresaba un Iniesta con el pie afinado. Por lo que un pase de Leo dej¨® solo a Neymar ante Diego Alves, que sac¨® las piernas cuando el Camp Nou cantaba gol; y una asistencia suya provoc¨® un vis a vis de Su¨¢rez, perdedor frente a los guantes. Pero hab¨ªa m¨¢s del 10, que casi acierta con un lanzamiento de falta y que se llev¨® dos goles al zurr¨®n para reivindicar la candidatura azulgrana en la Liga.

En paz con los penaltis

A Messi se le se?alaban los 11 metros como su ¨²nica debilidad, toda vez que domina el resto de los registros. Pero hace tiempo que el 10 no se enreda desde el punto de cal sino que resuelve los entuertos con seguridad. Frente al Atl¨¦tico chut¨® fuerte y a su izquierda, ejecuci¨®n que repiti¨® ante el PSG. No as¨ª contra el Valencia.

Alves le busc¨® las cosquillas con el verbo, pero el 10 no levant¨® la cabeza ni siquiera cuando el colegiado advirti¨® al portero que se colocara en su sitio y se dejara de milongas. Entonces, Leo le peg¨® raso y centrado, lejos de la estirada del parapenaltis, que sin embargo no le tiene cogida la medida al argentino; le ha marcado cinco de seis chutes. El gol, adem¨¢s, instal¨® al 10 como el cuarto en aciertos de penas m¨¢ximas (44) en la Liga tras Cristiano (58), Hugo S¨¢nchez (56) y Koeman (46). Alves, en cualquier caso, le choc¨® la mano tras el tanto.

No se detuvo Messi, que prob¨® un disparo seco y raso sin ¨¦xito, y fall¨® en el golpeo tras una croqueta que deshizo a dos rivales. Pero s¨ª que aprovech¨® ese pase de Mascherano para driblar con la zurda y chutar con la derecha a la red. El gol val¨ªa el triunfo y descompon¨ªa al Valencia y, de paso, a Alves, que ya ha encajado 21 dianas de Leo, su v¨ªctima favorita por delante de Andr¨¦s Fern¨¢ndez, To?o e Iraizoz (12).

Resuelto el choque, Messi forz¨® la quinta amarilla y no jugar¨¢ en Granada. No se sabe qu¨¦ ocurrir¨¢ entonces, pero s¨ª que desmont¨® al Valencia sin caer en la trampa de la jaula en la medular ni en la de Alves con la palabra.