El heredero de Iniesta se codea con el maestro

El partido hab¨ªa empezado hac¨ªa unos minutos, la gente todav¨ªa se acomodaba en los asientos de El Molin¨®n y los equipos se tanteaban en el campo cuando Thiago enganch¨® un bal¨®n al borde del ¨¢rea. Pocas veces un toque tan sedoso dispar¨® una bala de ca?¨®n m¨¢s pesada. El portero de Israel apenas pudo desviar el tiro al larguero. El autor lo lament¨®. No como quien lamenta haber fallado una ocasi¨®n de marcar sino como quien lamenta no haber podido firmar una obra de arte: ¡°Despu¨¦s del partido me dije: ¡®?Qu¨¦ pena!¡±.

Probablemente Thiago Alc¨¢ntara sea el centrocampista con m¨¢s cualidades t¨¦cnicas del mundo. Solo las sucesivas lesiones de rodilla, y un gusto desmesurado por buscar la belleza a cualquier precio durante los partidos, frenaron su carrera. El tr¨¢nsito ha sido duro. Un verdadero t¨²nel de dolor, sacrificio, y desaf¨ªo personal que, lejos de inhibirle, le ha mejorado. M¨¢s resistente y l¨²cido que nunca, sus apariciones en el Bayern han rendido al p¨²blico, a sus compa?eros, y a su entrenador, Carlo Ancelotti, que le ha dado la responsabilidad de conducir al equipo. Este viernes, en El Molin¨®n, el centrocampista se puso al servicio de la selecci¨®n. Cogi¨® la manija de Espa?a y no la solt¨® hasta que Israel cay¨® bajo el peso de la evidencia. Fue su mejor partido con la selecci¨®n. Particip¨® en la jugada del 1-0; asisti¨® a Vitolo con un toque en el 2-0; y le puso el bal¨®n en la cabeza a Diego Costa en el c¨®rner del 3-0.

¡°Ten¨ªamos a tres grandes cabeceadores: Sergio, Gerard y Diego dentro del ¨¢rea¡±, record¨® ayer, cuando le preguntaron por el lanzamiento del c¨®rner, una ejecuci¨®n milim¨¦trica. ¡°Pod¨ªamos elegir a cualquiera. Pero en ese momento le deb¨ªa un pase a Diego. Llevaba todo el partido dici¨¦ndome que se la pasara, que se la pasara... Al fin pudo marcar el gol. Pero la satisfacci¨®n no son los pases. La satisfacci¨®n es la victoria final. El ver a Carva [Carvajal] que ha hecho un grand¨ªsimo partido, a Sergio y a Gerard que han defendido muy bien, a Busi y Andr¨¦s que han jugado, y a los del ataque que han estado perfectos. Esa es la satisfacci¨®n final¡±.

Asistencias y ocasiones

A sus 25 a?os, despu¨¦s de una adolescencia marcada por los auspicios maravillosos y una peligrosa tendencia hacia el hedonismo en el campo de juego, las estad¨ªsticas de Thiago comienzan a codearle con los registros de los jugadores que estaba llamado a suceder cuando sali¨® de La Masia. Con Xavi y con Iniesta, que ahora es su compa?ero en la mediapunta de Espa?a.

Los datos comparados de esta temporada en sus clubes y en la selecci¨®n son elocuentes. Iniesta recupera un promedio de un bal¨®n cada 15 minutos y Thiago roba uno cada 13; Iniesta da una asistencia cada 430 minutos y genera una ocasi¨®n de gol cada 57, y Thiago le replica con una asistencia cada 351 minutos y una ocasi¨®n cada 52. Iniesta, m¨¢s dado a la organizaci¨®n, ha metido un gol. Thiago suma seis. Su ventaja es que no ha dejado de jugar. Le amparan el buen estado f¨ªsico y el respaldo de Ancelotti.

Julen Lopetegui no dud¨® en elegirle en detrimento de Koke. ¡°Nos hemos decantado por Thiago porque entend¨ªamos era m¨¢s adecuado para este partido¡±, dijo el seleccionador. ¡°Sab¨ªamos que necesit¨¢bamos quitarle el bal¨®n a Israel. Ellos son jugadores que si tienen la pelota se crecen. Es un buen equipo con bal¨®n y quer¨ªamos que la pelota fuera nuestra¡±, a?adi¨®.

El mensaje result¨® n¨ªtido. Para jugar al contragolpe, vale Koke. Si de lo que se trata es de monopolizar el bal¨®n, Andr¨¦s Iniesta ya cuenta con un heredero en plenitud: juntos se potencian.