Nadie se moja con las cl¨¢usulas antiembarazo
El CSD descarga en las deportistas la lucha contra los contratos que penalizan la maternidad y descarta modificar la ley del Deporte
¡°La ley del Deporte consagra en Espa?a que los hombres solo por ser hombres gozan de unos derechos que no se les reconocen a las mujeres. Por ley, las mujeres no pueden ser deportistas profesionales, pues solo tienen consideraci¨®n de profesionales las ligas masculinas¡±.
A Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, abogada de la Asociaci¨®n de Jugadoras de Baloncesto (Ajub), no le cuesta ning¨²n trabajo elaborar una frase redonda de denuncia que resume la raz¨®n por la que las mujeres deportistas sufren doble discriminaci¨®n en Espa?a: a la que sufren todas las mujeres se le suma la que sufren por ser deportistas. Y al Estado el asunto no parece preocuparle mucho, podr¨ªa a?adir.
La forma m¨¢s espectacularmente visible de la discriminaci¨®n de las mujeres deportistas lo constituyen las llamadas cl¨¢usulas antiembarazo, por las que un empleador, el club que contrata a una baloncestista, una futbolista o una balonmanista, por ejemplo, puede romper el contrato laboral de la jugadora si esta se queda embarazada, puede despedirla sin indemnizaci¨®n. Dado el silencio y el miedo de las deportistas, nadie sabe cu¨¢ntas est¨¢n ligadas por contratos que contienen esa cl¨¢usula. ¡°Yo descubr¨ª tres contratos de ese tipo cuando tramit¨¦ unas denuncias por impago¡±, dice L¨®pez. ¡°Luego, en voz baja, me dicen que hay muchas m¨¢s, pero ninguna se atreve a denunciar¡±.
¡°Son cl¨¢usulas nulas de pleno derecho¡±, dice Jos¨¦ Ram¨®n Lete, secretario de Estado para el Deporte, quien responde a las proposiciones en el Senado y en el Congreso de Esquerra Republicana y Ciudadanos, respectivamente, que instan al Gobierno a las modificaciones legislativas necesarias para evitar que puedan ser redactados contratos con la cl¨¢usula. ¡°Y son un asunto en el que nosotros no podemos hacer nada, es un asunto de legislaci¨®n laboral. Si las denuncian las ganan ante cualquier juzgado laboral. No las contempla ninguna ley deportiva, as¨ª que tampoco podemos modificar ninguna reglamentaci¨®n. Solo si nos llegaran denuncias podr¨ªamos ayudar a las afectadas¡±.
Para Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, el Estado puede y debe intervenir. ¡°Sencillamente regulando el deporte profesional e incluyendo a las ligas femeninas se dotar¨ªa a las mujeres de una protecci¨®n contra esas cl¨¢usulas¡±, dice. ¡°El deporte profesional exige una patronal y un sindicato y un convenio colectivo que todos respetan. Y los contratos se hacen con copia para todos los estamentos, no son meros contratos privados como hasta ahora¡¡±. L¨®pez eligi¨® estas cl¨¢usulas como bandera de lucha por ser el elemento m¨¢s llamativo de la discriminaci¨®n, pero no es el ¨²nico. ¡°La no existencia de convenios colectivos tambi¨¦n significa que las mujeres deportistas no gozan de los mismos derechos que los hombres en caso de incapacidades, impagos, ingresos de las quinielas¡¡±.
Renovaciones a la baja
Amaya Valdemoro jug¨® a baloncesto en Espa?a, Rusia y en la WNBA, la Liga profesional norteamericana. ¡°La WNBA forma parte de la NBA y claro que se nota la diferencia con respecto a Espa?a¡±, dice Valdemoro. ¡°All¨ª, seg¨²n el convenio colectivo, la mujer deportista tiene reconocido el derecho a quedarse embarazada y el club la obligaci¨®n de mantener el contrato. Ahora bien, la discriminaci¨®n persiste. Una deportista que decide tener un hijo sabe que corre un gran riesgo. El equipo respetar¨¢ su contrato, pero uno o dos a?os m¨¢s tarde o no se lo renuevan o lo hacen a la baja, porque consideran que su rendimiento desciende¡±.
Ninguna deportista espa?ola parece dispuesta a librar batalla, lo que Ana Mu?oz, ex directora general de Deportes, entiende perfectamente. ¡°Es que no se puede trasladar a las deportistas la doble presi¨®n¡±, dice Mu?oz. ¡°Por un lado est¨¢n obligadas a callar para poder seguir trabajando y por otro les exigimos que denuncien para nosotros actuar¡±. Para Mu?oz, el Estado no solo debe actuar modificando la ley del Deporte para dar consideraci¨®n profesional a la mujer deportista, sino que mientras tanto puede llevar a cabo una labor preventiva y de inspecci¨®n. ¡°Dependiendo de la categor¨ªa del club, esta inspecci¨®n ser¨ªa competencia o del Consejo Superior de Deportes (CSD) o de las federaciones respectivas¡±, dice.
Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez cuenta que hace poco vio a Jean Marc Bosman, el futbolista que luch¨® para que todos los comunitarios tuvieran los mismos derechos, y que lo consigui¨®. ¡°Estaba destrozado¡±, dice la abogada. ¡°Apenas pod¨ªa andar y hablar. Est¨¢ pagando con su salud su lucha. ?l gan¨®, pero todos los equipos le cerraron sus puertas. Se acab¨® como jugador¡±.
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