Unicaja vence a Valencia Basket y alarga la final de la Eurocup

Este viernes no era d¨ªa para ver un campe¨®n. El Valencia Basket ten¨ªa en su mano proclamarse vencedor de la Eurocup, pero no era el d¨ªa ni el lugar. Unicaja salt¨® al parqu¨¦ de su feudo, el Mart¨ªn Carpena, sin ninguna gana de fiesta, y menos ajena. Cuando s¨ª la habr¨¢ seguro ser¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Valencia. El tercer partido de esta final decidir¨¢ el campe¨®n del segundo torneo continental y, lo que es m¨¢s importante, repartir¨¢ un billete para la pr¨®xima Euroliga.

La Eurocup es un largo y pedregoso camino. Liguillas interminables con viajes lejanos y unos playoffs dur¨ªsimos para rematar. Pero dado que casi todas las plazas para la Euroliga est¨¢n repartidas de antemano, ganar este torneo es la ¨²nica v¨ªa a la gloria europea. No es de extra?ar, por lo tanto, que Valencia y Unicaja est¨¦n luchando con todo lo que tienen por el t¨ªtulo.

Ayer desde el salto inicial se vio que Unicaja no iba a permitir que se sacase la copa en su casa. Pusieron m¨¢s garra, m¨¢s nervio, m¨¢s ambici¨®n y m¨¢s baloncesto que su rival, que al final de eso se trata.

Empezaron finos los de Joan Plaza. Su juego de pase alcanz¨® tal fluidez que los defensores del Valencia siempre llegaban tarde para puntear el tiro. El ataque rozaba la perfecci¨®n y las primeras ventajas no tardaron en aparecer (21-11) casi al final del primer cuarto. Todo el mundo estaba enchufado en el equipo local. Los exteriores la met¨ªan de fuera y los de dentro cerraban el aro propio y se com¨ªan el ajeno. En total, los verdes agarraron 15 rebotes m¨¢s que su rival.

A base de triples se meti¨® Valencia en el duelo. Sato y Van Rossom aprovecharon una leve p¨¢jara del equipo malague?o para estrechar el marcador. Mientras tanto el partido se hab¨ªa embarrado. La sinfon¨ªa de Unicaja del primer cuarto dej¨® de sonar. Las canastas eran m¨¢s trabajadas y sudadas, pero el dominio debajo del aro hac¨ªa crecer a los de Plaza. Alen Omic era un gigante intocable para el Valencia y Dubljevic estaba desaparecido. La diferencia reboteadora era estruendosa ya al descanso: 23-10 a favor de Unicaja.

El Mart¨ªn Carpena estaba caldeado por la tensi¨®n de toda una final europea, pero en el tercer cuarto entr¨® en ebullici¨®n. Un solo hombre bast¨® para desatar la locura y que Unicaja sentenciase. El show de Jamar Smith sepult¨® a un Valencia que hab¨ªa salido del vestuario con la intenci¨®n de dar alguna vuelta de tuerca a su defensa, de hecho, se puso a solo tres. Smith lo estaba viendo desde el banquillo, estudiando c¨®mo reventar el partido en cuanto saliera, y a fe que lo hizo. Solo cinco minutos le bastaron para anotar 14 puntos, con cuatro triples, y poner a su equipo rumbo a Valencia.

Solo Guillem Vives

La efervescencia era tal que hasta Omic se atrev¨ªa a meterlas desde fuera, sin dejar de hacer su trabajo de limpieza bajo los aros. La sangr¨ªa en el rebote se manten¨ªa e incluso se agravaba para el Valencia, que si no pon¨ªa remedio a eso no ten¨ªa la m¨¢s m¨ªnima posibilidad en el partido. Solo Guillem Vives cumpl¨ªa en los taronjas porque la t¨ªmida aportaci¨®n de Dubljevic no sacaba de la pobreza a los de Pedro Mart¨ªnez.

Hubo alg¨²n intento de los visitantes por acercarse, pero Unicaja lo ten¨ªa todo controlado. La final volver¨¢ a Valencia y all¨ª se tendr¨¢ que decidir el campe¨®n.