El ¨²ltimo adoqu¨ªn de Tom Boonen

Greg Van Avermaet acariciaba, besaba y levantaba su primer pav¨¦ en el podio de la Par¨ªs-Roubaix, cuando de repente se escuch¨® voz euf¨®rica en el m¨ªtico vel¨®dromo franc¨¦s, en el que se agolparon miles de personas. "El rey ha muerto, ?viva el rey!", clam¨® un joven seguidor, al mismo tiempo que alzaba una bufanda belga. La sentencia lo resum¨ªa todo. El pr¨ªncipe Van Avermaet, un belga de 31 a?os que no ganaba ninguna gran carrera desde el verano pasado, en los Juegos, triunf¨® este domingo en la gran cl¨¢sica de los adoquines. Se adjudic¨® as¨ª su primer monumento, el d¨ªa del adi¨®s al ciclismo de Tom Boonen, de 36, su hermano mayor, el hombre que buscaba conquistar por quinta vez, algo que habr¨ªa sido hist¨®rico, la carrera de su vida.

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Boonen centraba todas las miradas en B¨¦lgica desde que anunci¨® el verano pasado, el verano en el que emergi¨® la figura de Van Avermaet, que se retirar¨ªa del ciclismo tras terminar la Par¨ªs-Roubaix. Un reto in¨¦dito en el panorama ciclista, cuando la mayor¨ªa de corredores profesionales prefieren jubilarse m¨¢s tarde en la temporada, tras el Tour de Francia, por ejemplo; el espa?ol Joaquim Rodr¨ªguez, uno de ellos. Pero un reto a la altura del inmenso ciclista que fue.

Junto al suizo Fabi¨¢n Cancellara, que se retir¨® el a?o pasado, Boonen era la gran referencia de la ¨²ltima d¨¦cada en estas cl¨¢sicas sobre adoquines. Adem¨¢s de ganar cuatro Par¨ªs-Roubaix (en 2005, 2008, 2009 y 2012), triunf¨® en tres ocasiones en el Tour de Flandes, la gran cl¨¢sica belga, y tambi¨¦n fue campe¨®n del mundo, en Madrid, en 2005, una victoria que le convirti¨® en un superestrella en su pa¨ªs.

El a?o pasado, el gigante belga fracas¨® por unos cent¨ªmetros ante el australiano Matthew Hayman en su intento de vencer por quinta vez en la pista de cemento de Roubaix. Este domingo, Boonen termin¨® bastante lejos (13o) del que muchos en B¨¦lgica presentan como su sucesor en las cl¨¢sicas, en las carreras de un d¨ªa. Un resultado que no reflejaba su comportamiento ofensivo a lo largo de la carrera.

Boonen aceler¨® en cuatro ocasiones. La primera vez, precisamente, cuando Van Avermaet conoci¨® el ¨²nico percance de su d¨ªa (un incidente mec¨¢nico que le oblig¨® a cambiar de bici a falta de 100 kil¨®metros para la meta), y la ¨²ltima, a la desesperada, ya cuando navegaba en el grupo de perseguidores, 30 segundos por detr¨¢s de un recuperado Van Avermaet. Boonen entr¨® en meta, en el vel¨®dromo de Roubaix, con el sabor amargo de no poder cumplir su gran sue?o pero, a cambio, recibi¨® una inmensa ovaci¨®n del p¨²blico.