La Juventus niega al Barcelona
Los azulgrana, m¨¢s combativos que l¨²cidos, se quedaron sin marcar un solo gol en una eliminatoria dominada por la consistencia y calidad del equipo de Allegri
La Vecchia Signora no tiene cosquillas, seguramente ni siquiera estornuda, firme y segura como se la vio, a veces incluso elegante, en su despliegue en el Camp Nou. Tiene tanta autoestima que cuando Messi enfoc¨® a Buffon, que fueron muy pocas veces, sus jugadores soplaron para que el bal¨®n no cogiera porter¨ªa ante el asombro de la hinchada del Bar?a. A pesar de que se batieron como jabatos para ganar al menos el partido, los barcelonistas no contaron ni cinco, ni cuatro, ni tres ni dos ni siquiera un gol en su dolorosa despedida de la Champions. Los bianconeri negaron a los azulgrana en Barcelona despu¨¦s de afirmarse en Tur¨ªn. Los italianos tienen un plan a largo plazo hasta Cardiff y los catalanes viven al d¨ªa, desnaturalizados y hasta cierto punto vulgarizados, como si no tuvieran talento ni magia y Messi no fuera Messi. As¨ª de desfigurados quedaron el 10 y el tridente ante la Juve.
Aunque Luis Enrique apel¨® a la locura colectiva, el Bar?a form¨® con una alineaci¨®n muy racional, y si se quiere convencional, como si quisiera recuperar el tiempo perdido, escarmentado desde Tur¨ªn. El 3-4-3 funcion¨® como soluci¨®n de emergencia para partidos ¨²nicos como el del PSG. La terrible experiencia del Juventus Stadium aconsejaba cambiar de f¨®rmula y recuperar el cl¨¢sico 4-3-3. Hab¨ªa que volver a jugar con laterales profundos, prescindir de un central y vertebrar al equipo a partir de la columna ya conocida: Piqu¨¦-Busquets-Messi. Inestable y perdido en Italia, el Bar?a quer¨ªa pintar un partido diferente en el Camp Nou. Y no pudo por la sobriedad y consistencia de la Juventus.
No es f¨¢cil recuperar la cordura desde la pizarra, tener un buen control del juego y de la emoci¨®n, cuando el equipo anda tan angustiado y la hinchada se muestra excitada en el Camp Nou. La confusi¨®n que vive el Bar?a contrast¨® con la clarividencia de la Juve, un equipo fr¨ªo y cient¨ªfico, m¨¢s fuerte f¨ªsica y t¨¢cticamente que el de Luis Enrique. Los bianconeri pueden jugar 10 partidos diferentes con los mismos 11 futbolistas capitaneados por Buffon. Allegri repiti¨® el equipo de Tur¨ªn y la Vecchia Signora jug¨® con la misma convicci¨®n en el Camp Nou. Apretaba bien, se estiraba mejor y ten¨ªa en el punto de mira a Ter Stegen. El dominio esc¨¦nico italiano fue sobrecogedor para la entusiasta afici¨®n del Barcelona.
La Juve solo se recogi¨® despu¨¦s de protagonizar un despliegue rotundo e intimidador para el Barcelona. Los azulgrana se espantaron por un momento, sometidos y descolocados, sostenidos por sus dos centrales: Piqu¨¦ y Umtiti. El bal¨®n no sali¨® del campo barcelonista hasta pasado el cuarto de hora cuando en una jugada 100 veces repetida Alba no alcanz¨® el pase cruzado de Messi. Apareci¨® entonces la fortaleza defensiva de la Juve, desquiciante para cualquier rival, tambi¨¦n para el Bar?a, irritado igualmente con el permisivo arbitraje de Kuipers. Al Bar?a le pudo la sobreexcitaci¨®n cuando la Juve enfri¨® el partido y redujo a Messi.
El 10 solo pudo armar un tiro franco antes del descanso, se?al de las dificultades azulgrana para llegar hasta Buffon. Al Barcelona le sobraba intensidad y le faltaba lucidez, reducido el tridente a las internadas de Neymar, desafiante ante Alves y expuesto a la expulsi¨®n despu¨¦s de azotar a Pjanic. A pesar del ruido que hab¨ªa en el estadio y de un par de llegadas, pasaban muy pocas cosas en el ¨¢rea de Buffon. El f¨²tbol azulgrana era demasiado espasm¨®dico y precipitado, poco arm¨®nico y sin l¨ªnea de pase ni profundidad, f¨¢cil de defender por la compacta y solidaria zaga de la Juventus.
Alcanzado el descanso, el encuentro exig¨ªa medidas dr¨¢sticas desde el punto de vista azulgrana y Piqu¨¦ opt¨® por colocarse de 9 cuando se dol¨ªa del tobillo Neymar. No pareci¨® la mejor decisi¨®n sino que expres¨® el desasosiego que viv¨ªa el Barcelona. Luis Enrique intervino poco despu¨¦s para reforzar el ataque con Alc¨¢cer a costa de Rakitic. Hab¨ªa que ayudar a Messi, cuyos disparos no cog¨ªan el arco, y poner la pelota en el punto de penalti en busca del rechazo imposible para Buffon.
Qued¨® parado un partido para los delanteros del Bar?a y los defensas de la Juve, una mala se?al para los medios de Luis Enrique. Los azulgrana quedaron expulsados al bander¨ªn de c¨®rner y se rindi¨® el Camp Nou. La afici¨®n empez¨® a aclamar a Messi y a aplaudir la bravura de sus muchachos mientras romp¨ªa a llorar Neymar.
No hay manera de que Messi marque un gol en los cuartos de final de la Champions y el Bar?a se qued¨® a cero en los dos partidos con la Juve. El 10 y el equipo no se acaban de encontrar ni siquera en el Camp Nou y Luis Enrique dej¨® de ganar su primer partido en la Champions desde que lleg¨® al Camp Nou. Lucho se ir¨¢ en junio y el club deber¨¢ recomponer el proyecto despu¨¦s de renovar y definir el rol que ocupar¨¢ Messi. Ahora que ha quedado en fuera de juego en Europa, rebanado por la guada?a de la Juve, le queda por afrontar el cl¨¢sico si quiere mantener sus opciones en la Liga a la espera de la Copa. No ser¨¢ f¨¢cil levantar el ¨¢nimo pese al aplauso del Camp Nou ni al consuelo de la Juve. Solo cuando acab¨® el partido se vio que la Vecchia Signora tiene sentimientos.
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