El Chelsea explota los errores del Tottenham y alcanza la final de Copa
El equipo de Conte aprovecha el par¨¦ntesis copero y da un golpe psicol¨®gico (4-2) a su principal rival en la Premier. Un fallo de Lloris lastr¨® al equipo de Pochettino
Los errores aislados pesaron m¨¢s que el buen juego del Tottenham. El mal c¨¢lculo de Lloris y una torpeza de Son lastraron como el plomo la buena obra del equipo que dirige Pochettino en la primera semifinal de la Copa de Inglaterra, disputada este s¨¢bado en Wembley. Se impuso el Chelsea, especulador desde la alineaci¨®n pero sagaz para resistir y dar el ¨²ltimo toque. Un tiro de falta, un penalti y dos remates desde fuera del ¨¢rea resumieron pr¨¢cticamente todo lo que ofreci¨® el ganador. Suficiente para producir un 4-2 inexplicable sin los accidentes ajenos. En sinton¨ªa con el estilo oportunista y parco que cultiva el club que lidera la Premier.
Chelsea, 4; Tottenham, 2
Chelsea: Courtois; Azpilicueta, David Luiz, Ak¨¦; Moses, Kant¨¦, Matic, Alonso; Willian (Hazard, m.61), Pedro (F¨¤bregas, m.74) y Batshuayi (Diego Costa, m.61).
Tottenham Hotspur: Lloris; Dier, Alderweireld, Vertonghen; Trippier, Wanyama (N'Koudou, m.79), Demb¨¦l¨¦, Son (Walker, m.68); Alli, Eriksen y Kane.
Goles: 1-0, m.4: Willian. 1-1, m.17: Kane. 2-1, m.42: Willian. 2-2, m.52: Alli. 3-2, m.75: Hazard. 4-2, m.80: Matic.
Arbitro: Martin Atkinson (Inglaterra). Amonest¨® a Alonso (m.45+3) y a Kant¨¦ (m.93), del Chelsea; y a Alderweireld (m.4) y a Alli (m.73) del Tottenham.
Primera semifinal de la Copa de Inglaterra, disputada en el estadio de Wembley (Londres) ante 86.355 espectadores. Arsenal y Manchester City jugar¨¢n el domingo la segunda semifinal (15:00 GMT).
El partido fue digno de una final. Las gradas se inflamaron y el marcador se recalent¨®. Lo abri¨® Willian a los cinco minutos de falta directa. Maravillosamente ejecutada con un golpeo limpio, directo al palo del portero, de Lloris, que se comi¨® la pelota. En vez de proteger su zona, el meta franc¨¦s se ubic¨® en el medio, en la suposici¨®n prepotente de que pod¨ªa salvar cualquier lanzamiento. Willian salv¨® la barrera por la izquierda, Lloris no vio venir el tiro, dio un paso a la derecha y puso a su equipo en dificultades. Diego Costa y el capit¨¢n John Terry gritaron y se abrazaron en el banquillo como si hubieran ganado el t¨ªtulo. El Tottenham se pas¨® la tarde pagando la factura.
Chelsea y Tottenham dirimieron un duelo con connotaciones. La semifinal de Copa sirvi¨® de pr¨®logo al desenlace de la Premier que se disputan ambos. Conte reserv¨® jugadores para los partidos que se avecinan de entresemana. En el banquillo permanecieron Hazard, Costa y Cesc. Del otro lado, Pochettino sali¨® con lo mejor que encontr¨®. La diferencia presupuestaria no es banal.
El t¨¦cnico argentino present¨® una defensa de tres con Eric Dier, mediocentro de origen, en el eje, y procur¨® ganar el mediocampo con dos carrileros, Trippier por la derecha y Son por la izquierda. Wanyama y Demb¨¦l¨¦, dos volantes fuertes, ¨¢giles y de buen pie, ocuparon el espacio con aplomo pero sin la velocidad mental que habr¨ªa convenido a la situaci¨®n. Asistidos con regularidad mec¨¢nica, Eriksen, Kane y Alli compusieron una delantera magn¨ªfica pero previsible.
El partido se descontrol¨® durante toda la primera parte. El Tottenham tard¨® en serenarse pero acab¨® imponi¨¦ndose en el terreno que mejor suele dominar su adversario. Kane replic¨® a Willian con un cabezazo sutil. En plancha, anticip¨¢ndose. Nathan Ak¨¦, el central, un suplente habitual, nunca estuvo a la altura. El delantero defini¨® con maestr¨ªa el centro lateral de Eriksen. Corr¨ªa el minuto siete y el Tottenham hab¨ªa recuperado la iniciativa y la igualdad (1-1). El Chelsea se defendi¨® procurando interrupciones y lanzamientos largos a Moses, a la espalda de Son. A tres minutos del descanso, el coreano lleg¨® tarde al cruce. Moses fingi¨® aparatosamente y cay¨® en el ¨¢rea. Willian ejecut¨® el penalti y volvi¨® (2-1) a colocar al Tottenham en situaci¨®n de empezar de nuevo a escalar la monta?a.
Sometido a las subidas de Son y a las incursiones de Alli, Azpilicueta sufri¨® un tormento de principio a fin. Delle Alli se merece el reconocimiento. La figura del Tottenham se coloc¨® en la izquierda y traz¨® diagonales con continuidad y clase. Sus controles, sus conducciones, y sus apariciones constituyeron la peor amenaza para el Chelsea. Hacia la hora de partido se meti¨® entre Azpilicueta y David Luiz para rematar como un gigante un concienzudo centro de Eriksen. Fue la culminaci¨®n de una jugada hermosa, un giro hacia la derecha, un desdoblamiento enga?oso de Tripper y un cambio de orientaci¨®n fulminante. El 2-2 equilibr¨® el marcador. El partido se inclin¨® en favor del Tottenham.
El Tottenham crec¨ªa. Controlaba el ritmo, la posesi¨®n y los espacios. El 2-3 parec¨ªa inminente cuando Conte hizo los cambios de auxilio. Entraron Costa y Hazard. Salieron Willian y Batshuayi. Los hombres se alteraron, el juego conserv¨® la deriva. Todas las acciones parec¨ªan conducir hacia la porter¨ªa de Courtois. Hasta que Dier perdi¨® un bal¨®n y el contragolpe desemboc¨® en un c¨®rner y el c¨®rner propici¨® un rechace y Hazard lo intercept¨® fuera del ¨¢rea. El tiro fue a la red.
Esta vez al Tottenham no le dio tiempo a sobreponerse. A falta de diez minutos, a la salida de otro rechace, tambi¨¦n desde fuera del ¨¢rea, Matic enganch¨® el bal¨®n con la zurda. Fue una de las poqu¨ªsimas apariciones de Matic. Pero el efecto result¨® explosivo. El gesto preciso, la conexi¨®n justa y el proyectil a la escuadra. El 4-2 se convirti¨® en el punto final. Cansado de la tortura de la contracorriente el Tottenham se dej¨® arrastrar.
El rival del Chelsea en la final se decidir¨¢ este domingo, tambi¨¦n en Wembley, entre el Arsenal y el Manchester City.
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