Messi necesita ayuda

Nadie hab¨ªa dejado al Madrid sin nada con el reloj marcando el descuento en su casa, nadie hab¨ªa gritado tantos goles en Chamart¨ªn (13) ni nadie hab¨ªa marcado 500 goles con un equipo de una Liga europea. Nadie, hasta que lleg¨® Messi. R¨¦cords de fanfarroneo para cualquiera. No para ¨¦l, que, quiz¨¢s por costumbre, quiz¨¢s por pasotismo, casi nunca anda demasiado atento a sus marcas. ¡°?Que has jugado m¨¢s de 500 partidos!¡±, ¡°?Que llevas m¨¢s 90 goles en Europa¡±, le advierten. ¡°Ah, qu¨¦ bueno¡±, contesta el 10. No esconde ninguna obsesi¨®n el argentino, m¨¢s que una fijaci¨®n casi na¨ªf con la palabra ganar. ¡°?A alguien le puede sorprender que L¨ªo haya batido otro r¨¦cord?¡±, cuestiona Hern¨¢n Crespo. ¡°Su carrera habla por s¨ª sola. Cuando parec¨ªa que el Bar?a se pinchaba, Messi va a la cancha del Madrid y hace eso¡±.

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¡°Leo rescata al equipo y lo hace porque el Bar?a no jug¨® tan desesperado contra al Madrid como lo hizo contra la Juve. Por momentos encontr¨® pausa y cuando el Barcelona tiene el control, aparece Messi. Por ejemplo, como pas¨® en la jugada del ¨²ltimo gol¡±, explica C¨¦sar Menotti. Para el t¨¦cnico campe¨®n del mundo con Argentina, est¨¢ prohibido dudar del 10. ¡°Pueden decir que est¨¢ mal, que ya no es el que era, pero de nuevo demostr¨® que es un jugador m¨¢gico. Pero si a los magos el carpintero no les construye bien el caj¨®n, le corta la cabeza a la persona que tiene dentro. Y Leo necesita que le construyan un equipo¡±.

Eliminado de la Champions y con el adi¨®s de Luis Enrique confirmado, la direcci¨®n deportiva del Bar?a tiene trabajo extra el pr¨®ximo verano. Primero tiene que encontrar un nuevo l¨ªder para el banquillo del Camp Nou, para luego estirar y reforzar al grupo. En el Bernab¨¦u el t¨¦cnico azulgrana hizo un solo cambio: Andr¨¦ Gomes por Paco Alc¨¢cer, dos de los ¨²ltimos fichajes del Barcelona, ninguno capaz de hacerse un lugar en el equipo. En cualquier caso, la tarea m¨¢s complicada est¨¢ a cargo de Josep Maria Bartomeu. El presidente azulgrana es el encargado de llevar con el padre de Leo las negociaciones del contrato de Messi que expira en 2018. Ya tuvieron un primer contacto el viernes pasado, solo dos d¨ªas antes de la visita del Barcelona a Chamart¨ªn.

Lleg¨® Messi al Bernab¨¦u con una cuenta pendiente. No eran ni los m¨¢s de 1.000 d¨ªas que llevaba sin gritarle un gol al Madrid ni ense?ar al mundo que no estaba apagado en las grandes citas. ¡°Necesitaba el Bar?a y, sobre todo Leo, tener un partido as¨ª; contra uno de los mejores equipo del mundo, demostr¨® que tiene el hambre intacta¡±, opina Mario Alberto Kempes. Al cuadro azulgrana se le escurr¨ªa la Liga y no estaba dispuesto a decirle adi¨®s en Chamart¨ªn. Una coyuntura que increment¨® su rabia, porque tampoco entiende las cr¨ªticas a un equipo que ha ganado seis de las ¨²ltimas ocho Ligas ni que se dude de cromos hist¨®ricos. Cuentan los que le conocen que cuando le consultaron por qu¨¦ hab¨ªa tirado con furia el penalti ante el Legan¨¦s, su respuesta fue categ¨®rica: ¡°Se hab¨ªa pitado a Luis Enrique¡±.

Belleza eterna

Pero Leo no tiene m¨¢s armas para defender sus causas que su pie izquierdo. ¡°Su belleza es eterna, pero es muy dif¨ªcil que la ense?e todos los d¨ªas. Y eso que ¨¦l lo hace m¨¢s seguido que ning¨²n otro en la historia. Le dieron por todos lados. Estaba con una gasa en la boca y ni protestaba. Solo jugaba¡±, explica Menotti. El domingo lo frenaron hasta seis veces con falta; dos se llevaron la amarilla, Kovacic y Casemiro; el tercero la roja, Sergio Ramos. Ni se escondi¨® cuando le dejaron la boca encharcada de sangre, una herida por la que necesit¨® que le pusieran puntos en el labio. Un golpe, en cualquier caso, que potenci¨® la bronca de Messi. ¡°Leo ten¨ªa la sensaci¨®n de que le estaban pegando mucho¡±, cuentan los que hablaron con el 10.

Tuvo su momento de catarsis. Se sac¨® la camiseta y ense?¨® el n¨²mero 10 a la grada. Una postal eterna. ¡°?Por qu¨¦ hiciste eso?¡±, le preguntaron sus allegados. ¡°No era para la gente del Madrid, era para la hinchada del Bar?a que estaba arriba¡±, respondi¨®. ¡°No piensa los festejos, hace lo que le sale¡±, explican los que lo conocen. ¡°En esos momentos de ¨¦xtasis total¡±, interviene Menotti, ¡°nadie sabe lo que hace. Est¨¢n exhaustos. Es un gol en el ¨²ltimo minuto en un cl¨¢sico, se lo quiere dedicar a su hinchada, a sus compa?eros, a Dios¡­¡±. Leo se desata en el Bernab¨¦u, mientras espera ayuda.