La triste odisea del Blackburn, el primer equipo que tras ganar la Premier cae hasta la tercera divisi¨®n
La nefasta gesti¨®n de unos propietarios indios que apenas han pisado el estadio pone en peligro la continuidad de uno de los cl¨¢sicos del f¨²tbol ingl¨¦s
Cl¨¢sico entre cl¨¢sicos, el Blackburn Rovers siempre estuvo presente en las catarsis del f¨²tbol ingl¨¦s. Fue uno de los doce fundadores de la Liga de F¨²tbol en 1888, tambi¨¦n uno de los que estaban cuando en 1992 se conform¨® la Premier League para desembocar en el actual r¨ªo de millones que genera. El pedigr¨ª de los Rovers se comprende si se valora que apenas Aston Villa y Everton le acompa?aron en ambos momentos, que en los ¨²ltimos 130 a?os apenas falt¨® en cinco ocasiones de alguno de los dos primeros escalones. En 1995 alz¨® su tercer campeonato tras los dos logrados antes de la Gran Guerra, pero este domingo ha regresado a la tercera categor¨ªa, la League One, tras 37 a?os sin catarla para convertirse en el primer campe¨®n de la Premier (desde su fundaci¨®n solo ha tenido seis ganadores) en caer tan bajo.
El duelo afecta a bastantes caras conocidas del f¨²tbol de las islas e invita a reflexionar sobre ciertas propiedades y su v¨ªnculo con la cultura futbol¨ªstica. ¡°Estoy devastado por los aficionados. Los due?os se lo merecen¡±, apunta Alan Shearer, bandera del equipo que gan¨® aquella liga de 1995 en dura pugna con el Manchester United. Hace ya un tiempo que Shearer manifiesta su estupor por la deriva del equipo, cuyo 99,9% adqurieron unos inversores indios en noviembre de 2010. El Blackburn transitaba por la zona media de la Premier League con una deuda en torno a los 25 millones de euros, hu¨¦rfano del capital que le insufl¨® para llegar al ¨¦xito el fallecido Jack Walker, aficionado ac¨¦rrimo del equipo y empresario local de ¨¦xito en el sector del acero.
La fundaci¨®n que gestionaba el legado de Walker decidi¨® aceptar la oferta de Venky Limited, una filial de VH Group, compa?¨ªa india dedicada a la cr¨ªa y procesamiento de pollos y aves de corral. ¡°El atractivo global de la Premier ha crecido y es l¨®gico el inter¨¦s de este tipo de inversores. En este caso estamos impresionados con el entusiasmo que tienen y sus planes de inversiones futuras para preservar la herencia que nos ha dejado Jack Walker¡±, explicaron los anteriores gestores del club. Inmediatamente el bast¨®n de bando pas¨® a manos de Anuradha Desai, una empresaria de mediana edad que lanz¨® un primer mensaje inquietante: ¡°Cricket y algo de hockey s¨ª que he visto, pero nunca un partido de f¨²tbol¡±. En casi siete a?os apenas dos veces ha pisado Ewood Park, el hist¨®rico templo del Blackburn.
Desai no dominaba la materia, pero tom¨® decisiones inmediatas. Al mes de estar en el club destituy¨® al t¨¦cnico Sam Allardyce, que contaba con el apoyo de los aficionados, en beneficio de uno de sus auxiliares, Steve Kean, que llevaba un a?o en el club y carec¨ªa de experiencia como primer entrenador. Se apunta desde presiones de un agente que hab¨ªa jugado un importante papel en la compra del club a una amistad de Desai con la mujer de Kean. El caso es que dos meses despu¨¦s, mientras los due?os anunciaban su deseo de reforzarse con Beckham y Ronaldinho, firm¨® un contrato por tres a?os, del que solo complet¨® la mitad. Para entonces el equipo ya hab¨ªa perdido la categor¨ªa.
El siguiente entrenador dur¨® 57 d¨ªas, el que le sucedi¨® estuvo 67, el equipo salv¨® la categor¨ªa y la propiedad se lanz¨® al mercado sin paraca¨ªdas y a firmar contratos desmesurados. Se malvendieron los mejores exponentes de su magn¨ªfica cantera, la deuda medr¨® y supera ahora los 100 millones de euros. El pasado verano el Blackburn dej¨® de percibir el dinero que la correspond¨ªa por el seguro de descenso y que hab¨ªa cobrado desde su ca¨ªda de la Premier en 2012. Todos miraron hacia la India, pero desde all¨ª no llegan noticias. ¡°Si no invierten en el club no entiendo el motivo de que no lo vendan¡±, lamenta Shearer. ¡°Han dejado la entidad en bancarrota, sin presupuesto para fichar futbolistas y sin un plan. Hay riesgo real de entrar en ca¨ªda libre¡±, ilustra Chris Sutton, que hab¨ªa conformado un letal d¨²o de delanteros en aquel Blackburn campe¨®n a las ¨®rdenes de Kenny Dalglish.
Varios grupos de aficionados se han organizado para buscar soluciones. Algunos incluso se han desplazado a Pune, la sede india donde se radica Venky y desde donde ofrece empleo a 250.000 personas, para negociar con Anuradha Desai y sus hermanos Venkatesh Rao y Balaji Rao. No hay caso. ¡°Podemos manejar la cr¨ªtica. Estamos acostumbrados a tratar con un pa¨ªs de agricultores. Muchos de ellos est¨¢n contentos, pero no todos¡±, desliza la presidenta. Han montado un aut¨¦ntico pollo, el estadio se ha vaciado con una asistencia que no ha llegado esta temporada ni a ocupar el 40% de los asientos. El futuro del club se decide a 8.000 kil¨®metros de Blackburn y es sombr¨ªo.
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