Una noche de idilio para las Chivas
El principal equipo de Guadalajara gana su duod¨¦cima liga y los hinchas lo celebran con una fiesta improvisada por la ciudad
Los hinchas de Chivas cobijaron a sus jugadores, a los suyos. No los soltaban a la distancia. El equipo de Tigres les superaba en n¨®mina y en experiencia. Fuera de los propios aficionados de las Chivas, el pron¨®stico no era nada alentador, la mayor¨ªa apostaba por el equipo de Gignac. Sin embargo, gan¨® el coraje de unos chicos, todos mexicanos, quienes echaron mano de los consejos de su principal orador, su motivador Mat¨ªas Almeyda. El club Guadalajara se convirti¨® en el proyecto para el futuro del f¨²tbol de M¨¦xico. La ciudad se paraliz¨® por los suyos.
Los juegos de las Chivas habitualmente est¨¢n ambientados por m¨²sica ranchera, pero en la final no tuvieron reparo para poner las mejores canciones de Vicente Fern¨¢ndez, un icono del g¨¦nero. ¡°?Guadalajara, Guadalajara! Tienes el alma m¨¢s mexicana¡±, se escuchaba en el sonido local. El ambiente en el estadio bien pod¨ªa pasar como una fiesta del pueblo, del barrio.
De repente el recinto rojiblanco se transformaba, por algunos minutos, en una plaza de toros tras cada uno de los pases y amagues de los jugadores de las Chivas. Los goles de Alan Pulido y Jos¨¦ Juan V¨¢zquez trajeron consigo el cl¨ªmax de los aficionados, quienes adaptaron sus vasos de cerveza como un proyectil con un objetivo incierto, pero dirigido hacia el pr¨®jimo de los lugares de abajo. A esta cr¨®nica le cayeron varias gotas de cerveza o¡ De aquel l¨ªquido amarillento. La gente lo pas¨® mal en la recta final con los embates insistentes de Gignac y compa?¨ªa. Sin sufrimiento, no hay juego de las Chivas.
Luego del ¨²ltimo pitazo, los jugadores del reba?o recibieron a sus familiares en la cancha y tambi¨¦n a toda la prensa. Rodolfo Cota, meta del equipo, carg¨® a su hijo y recibi¨® a sus padres. De peque?o el principal guardameta del reba?o era un gran delantero del gran rival, el Atlas. ¡°Recuerdo que lo llevaba a los partidos desde los 11 a?os. Yo jugaba en la zona hotelera en Mazatl¨¢n, Sinaloa y ah¨ª jugaba de portero, ¨¦l dice que me ¨¦l me ve¨ªa como ejemplo¡±, menciona Rodolfo Cota padre. ¡°Tengo un doblete de orgullo: que sea campe¨®n y se vaya a la selecci¨®n mexicana¡±, a?ade para abrazarlo.
Carlos Fierro, otro de los jugadores favoritos de las Chivas, tiene marcado un beso en una de sus mejillas. El labial era de su madre, Irma Guerrero. ?l, un extremo vers¨¢til, fue campe¨®n del mundo sub-17 hace seis a?os, ahora puede sumar a su curr¨ªculum una liga. Unos meses despu¨¦s de que Fierro se consagrara el mejor de su categor¨ªa con M¨¦xico, falleci¨® su hermano Gustavo Iv¨¢n. ¡°Fue c¨¢ncer, ¨¦l jug¨® hasta la segunda divisi¨®n de M¨¦xico, jugaron juntos. Carlos dice que hace trampa y no le dice al ¨¢rbitro porque su hermano juega con ¨¦l¡±, comenta su mam¨¢ quien porta una camiseta con la leyenda Team Wero y una foto de su hijo nacido en Los Mochis, Sinaloa. Pero desde que los hermanos Fierro entraron al reba?o Guadalajara les ha adoptado.
Los jugadores, junto con sus familias, se enfilaron rumbo al cami¨®n ya rotulado con la frase "campeones". Almeyda, ya m¨¢s relajado y sin traje, sali¨® junto con su familia y una gigante botella de champa?a. El argentino sali¨® con una camiseta de Chivas y el n¨²mero 12 en su espalda.
Los aficionados despidieron, de forma temporal, a sus jugadores con el himno no oficial de la selecci¨®n de M¨¦xico, el ¡®Cielito Lindo¡¯. ¡°?Hoy no vamos a dormir, ma?ana vamos a estar todos crudos (con resaca), pero campeones!¡±, comenta Javier Maqueda, uno de los aficionados que se prepara para ir a festejar a la Minerva, el punto de reuni¨®n de los triunfos rojiblancos, donde no falta la m¨²sica de mariachi. Pero salir del circuito que rodea al estadio toma m¨¢s de una hora, aunque eso poco importa para los aficionados que han vuelto a pintar la ciudad de rojo y blanco.
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