Warriors-Cavaliers, tercera cumbre entre dos ¡®dream teams¡¯

Jerry West, una leyenda, el hombre que cedi¨® su elegante gesto de base a los dise?adores del logotipo de la NBA, ahora ejecutivo de Golden State Warriors, se sinti¨® impulsado a abandonar el palco del Oracle Arena de Oakland durante el segundo partido de la final del Oeste que enfrent¨® a su equipo y a San Antonio Spurs. En el tercer cuarto, estaba visto para sentencia. Los Warriors, con 31 puntos de ventaja, se debat¨ªan entre proseguir con su labor de acoso y derribo o dosificar fuerzas. Los Spurs deambulaban como alma en pena. ¡°Esto es una locura. No es lo que nadie quiere ver. Me sent¨ª mal por San Antonio, pero tambi¨¦n por nuestros aficionados. Si eres un verdadero aficionado, en un partido de playoff quieres ver una batalla dura, de ida y vuelta. Pero estamos arriba por 30 y pienso: ¡®Uf, si pudiera, me gustar¨ªa salir de aqu¨ª¡¯. Es muy raro, nunca me hab¨ªa sentido as¨ª¡±.

La reflexi¨®n de West viene a prop¨®sito del debate provocado por la tercera final consecutiva que enfrentar¨¢ a Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers. Nunca hab¨ªa sucedido en la NBA. Tampoco en los otros grandes deportes profesionales se daba una situaci¨®n semejante desde que Detroit y Montreal se midieron en su tercera final seguida en la Liga de hockey, NHL, en 1956.

La hegemon¨ªa de los Warriors y los Cavaliers va m¨¢s all¨¢. El equipo de la Bah¨ªa que lidera Stephen Curry se ha convertido en el primero que cierra con un 12-0 los playoffs, con un promedio de 16,3 puntos de ventaja por partido, tambi¨¦n el margen m¨¢s amplio de la historia. A los Cavaliers de LeBron James solo se les escap¨® uno de los 13 partidos que disputaron, el tercero en la final del Este ante los Celtics. Nadie pod¨ªa prever un dominio tan aplastante, pero que estos dos equipos iban a disputarse de nuevo el anillo estaba tan cantado que en la encuesta que la NBA realiza entre los directores deportivos de sus 30 equipos en octubre un 69% predijo que la final la ganar¨¢ Golden State y un 31% apost¨® por Cleveland. Nadie apost¨® por otro equipo.

La NBA es una competici¨®n que siempre ha intentado promover la igualdad entre los equipos. Trata de fomentarla con la limitaci¨®n salarial de los conjuntos y el sistema de elecci¨®n de nuevos jugadores, el draft. Pero durante los ¨²ltimos a?os varias estrellas han elegido equipo, empezando por LeBron cuando opt¨® por Miami, al igual que Chris Bosh, y se juntaron all¨ª con Wade. Disputaron cuatro finales seguidas y ganaron dos anillos. En 2014, LeBron regres¨® a Cleveland.

Tres cuartos de lo mismo sucedi¨® el pasado verano cuando Kevin Durant dej¨® Oklahoma City para juntarse con Curry, Klay Thompson y Draymond Green. Dur¨¢ntula, a sus 28 a?os, vio una ocasi¨®n de oro para lograr su primer anillo con el equipo de Oakland. Adam Silver, el comisionado de la NBA, dice no estar preocupado por el arrasador dominio de Cleveland y Golden State. ¡°Creo que deber¨ªamos estar celebrando la excelencia¡±, mantiene. ¡°Por supuesto que uno quiere disfrutar de una Liga equilibrada, pero para el aficionado que llevo dentro es fant¨¢stico ver a equipos jugando a ese nivel de excelencia¡±.

A diferencia de los dos a?os anteriores, ambos equipos alcanzan la final sin bajas, con todos sus efectivos en buenas condiciones f¨ªsicas, m¨¢s descansados que nunca. Los Warriors y especialmente Stephen Curry, que empez¨® la final del a?o pasado con problemas en una rodilla, tienen una especial ansia de revancha. ¡°La rivalidad entre ellos y nosotros es para la eternidad, se va a hablar de ella durante mucho tiempo. Nos tenemos un enorme respeto¡±, afirma Draymond Green. La ¨²nica baja de peso es la del entrenador de los Warriors, Steve Kerr, que sigue con problemas en la espalda, de la que ya fue operado hace un a?o, y ha sido relevado durante los playoffs por su ayudante Mike Brown, precisamente el que fuera entrenador de LeBron en los Cavaliers desde 2005 hasta 2010.