Jorge Mendes, gigante en apuros
Los problemas judiciales y la depreciaci¨®n de su cartera amenazan el poder¨ªo del representante m¨¢s influyente de la historia del f¨²tbol, evolucionado a fact¨®tum de inversores de Rusia y China
El pr¨®ximo 27 de junio, M¨®nica G¨®mez Ferrer, titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Pozuelo, espera la comparecencia en calidad de investigado de Jorge Mendes. La Administraci¨®n fiscaliza la posible responsabilidad penal del empresario portugu¨¦s en relaci¨®n con el caso de presunto fraude fiscal de Radamel Falcao, uno de sus seis clientes sospechosos de construir tramas para evadir impuestos en Espa?a. Por el camino, el proceso hace temblar a Gestifute, una de las organizaciones m¨¢s peculiares e influyentes del f¨²tbol. Una estructura de car¨¢cter personalista que ha crecido hasta alcanzar el l¨ªmite del descontrol desde que, en enero de 1997, Mendes firm¨® su primera operaci¨®n como representante: el traspaso de Nuno Esp¨ªrito Santo del Vitoria de Gimaraes al Deportivo. Han pasado 20 a?os y el imperio m¨¢s grande jam¨¢s construido por un intermediario de jugadores exhibe una brecha.
Pocos dirigentes conocen mejor a Mendes que el primero que le firm¨® un contrato. Augusto C¨¦sar Lendoiro, presidente del Deportivo entre 1988 y 2014, le recuerda con cari?o: ¡°?l me llama padrinho y yo le llamo afilhado. Nos tenemos un afecto grande. Su primera cualidad es la constancia: si se le mete algo en la cabeza no para hasta conseguirlo. Quiere abarcarlo todo. Cuando te re¨²nes con ¨¦l no hacen m¨¢s que sonar m¨®viles. Lleva cuatro o cinco encima. Le he visto hablar con dos personas a la vez y no es extra?o que coja a un tercero. Su problema es que, por m¨¢s competente que sea, debe reconocer que tiene un l¨ªmite. ?Las personas no podemos hacerlo todo de forma unilateral! Los hombres con capacidad de toma de decisiones en Gestifute son pocos, adem¨¢s de ¨¦l. Le falta un grupo de trabajo operativo. Le falta redondear el monstruo¡±.
Voraz y en¨¦rgico como ninguno de sus competidores, la cartera de futbolistas de Mendes super¨® hace a?os los 200 nombres. Pero los jugadores y su destino hace tiempo que dejaron de ser el n¨²cleo de su negocio. Gestifute opera como una asesor¨ªa que conecta inversores y clubes hasta ocupar un lugar cardinal en la estrategia deportiva de varias de las sociedades que agitan el mercado del f¨²tbol en el mundo. No solo ha participado del dise?o de la pol¨ªtica deportiva del Real Madrid, el Atl¨¦tico, el Manchester United, el PSG o el M¨®naco. En calidad de asesor imprescindible ha conducido la compra del Valencia en Espa?a, el M¨®naco en Francia, o el Wolverhampton en Inglaterra, mediante su asociaci¨®n con empresarios de China, Rusia y Singapur. Nadie entre los representantes ha sacado m¨¢s provecho de las inyecciones de capital de los pa¨ªses emergentes. Nadie en su gremio hizo m¨¢s hincapi¨¦ en la idea del f¨²tbol como ¡°industria¡±.
¡°Mendes se avergonzar¨ªa de que lo consideren solo un intermediario¡±, dice un agente que prefiere el anonimato. ¡°Si le das a elegir entre ser representante de jugadores y ser br¨®ker en Wall Street, por el mismo dinero ¨¦l se hace br¨®ker. A Mendes los chascarrillos del f¨²tbol le aburren. ?l quiere ser el Gordon Gekko del f¨²tbol. El problema es que llega un momento en que, para los futbolistas, este tipo de personalidades dejan de tener credibilidad. Los futbolistas adoran a los tipos como Mino Raiola, que se meten al barro y que hacen el rid¨ªculo si es preciso, para defenderlos. Por eso, hoy por hoy, Mino tiene la cartera de futbolistas con m¨¢s peso del mercado¡±.
Como los equipos de f¨²tbol, los intermediarios viven de las rachas. Mendes cogi¨® la mejor ola de la ¨²ltima d¨¦cada cuando sum¨® a Cristiano Ronaldo y a Jos¨¦ Mourinho a la cuadra fundacional. En torno a estas figuras se propuso edificar un imperio que dominara el mercado. El primer impulso sum¨® grandes jugadores, segundos espadas, casi todos apasionados por formar parte del proyecto. Gente como Pepe, Carvalho, Falcao o Nani dieron m¨¢s prestigio a su empresa. Con los a?os, sin embargo, la racha se agota.
El declive f¨ªsico de Cristiano es una amenaza constante, Mourinho se ha convertido en un entrenador anticuado, y las grandes adquisiciones de Gestifute, j¨®venes como James, Andr¨¦ Gomes o Renato Sanches, no han acabado de establecerse en la c¨²spide. Unos, por falta de ambici¨®n y otros por mala suerte. Consciente del peligro que supone el ocaso de las figuras para su reputaci¨®n, Mendes ha intentado revertir la depresi¨®n comprando los derechos de Kylian Mbapp¨¦. Pero el padre de la gran promesa del f¨²tbol mundial, titular ¨²nico de la representaci¨®n, se ha negado tajantemente.
¡°En 1988 Jorge era un emprendedor¡±, recuerda Lendoiro. ¡°Un t¨ªo muy pendiente de todas las cosas. Ten¨ªa el concepto de que ten¨ªa que llegar como fuese. Se tomaba todo el tiempo del mundo y pon¨ªa toda la atenci¨®n en su jugador. Yo le cog¨ª mucho cari?o porque lo ve¨ªa con mucha ilusi¨®n. No todos los que est¨¢n empezando se vuelcan as¨ª. ?l arriesgaba mucho con los jugadores. Les promet¨ªa cosas para hacerse ver como un hombre importante ¡ªque luego les cumpl¨ªa¡ª porque quer¨ªa una cuota de mercado en Portugal que luego fue ampliando hasta Francia e Inglaterra, donde dio el gran salto¡±.
¡°?l ha conseguido hacerse con la confianza de los clubes porque les ha vendido jugadores que rindieron¡±, observa Lendoiro; ¡°y eso le ha permitido hacer operaciones en cantidades industriales con la garant¨ªa de que siempre encuentra una salida para los futbolistas que no dan el nivel. Porque controla el mercado ruso, el chino, el turco, los pa¨ªses del Golfo P¨¦rsico... Ha trascendido la representaci¨®n. Ha conseguido apoyo de grupos financieros y fondos de inversi¨®n y ha actuado en la compra de clubes. Nunca un agente fue m¨¢s influyente¡±.
Los precedentes se?alan que los representantes de futbolistas, hecha la fortuna, tienden a rebajar la actividad. No es el caso de Jorge Mendes. A sus 50 a?os conserva las ganas de acrecentar la reputaci¨®n. Quiere proseguir con la expansi¨®n de su imperio.
Cauce de capital chino
En 2016, Mendes hizo la clase de maniobra que define su renovada ambici¨®n. Le vendi¨® parte de Gestifute al magnate chino Guo Guanchang, due?o del conglomerado industrial farmac¨¦utico y de entretenimiento Fosun. Posteriormente, asesor¨® a Fosun en la compra del Wolverhampton, de la Segunda inglesa, por valor de 45 millones de libras. ¡°Nuestra idea es clara como el cristal¡±, dijo Jeff Shi, director de Fosun; ¡°queremos llevar al Wolves a la Premier¡±.
En el verano pasado, siempre bajo la asesor¨ªa del empresario portugu¨¦s, el club ingl¨¦s compr¨® 28 jugadores por valor de 36 millones de libras. La inmensa mayor¨ªa de las transacciones fueron firmadas por abogados portugueses vinculados directa o indirectamente con Gestifute.
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