El atronador silencio de Cristiano
Mientras el portugu¨¦s calla, hay quien mantiene que a sus 32 a?os no va a ir a mejor y que ser¨¢ imposible, con el tiempo, sacar por ¨¦l el dinero que hoy podr¨ªa recibir el Madrid
Acostumbra Cristiano a celebrar sus goles, tantos como son, de dos maneras, una estruendosa, ya saben, la que adorna con ese espantoso grito que tanto gusta a algunos de sus admiradores, y otra m¨¢s calmada, silenciosa, en la que el jugador se limita a llevarse el dedo ¨ªndice al pecho y se?alar despu¨¦s al c¨¦sped, como diciendo ¡°yo solo hablo aqu¨ª¡±. A veces junta ambas, con lo que la celebraci¨®n queda de lo m¨¢s completa, del mutismo al aullido, podr¨ªa decirse. Eso en circunstancias normales, que si la ocasi¨®n lo requiere tambi¨¦n puede mostrarnos sus pectorales, tantos como son, o quedarse quieto, con los brazos en jarras, gesto desafiante, perdonando la vida qui¨¦n sabe a qui¨¦n. Pero vamos a lo que vamos, que divagamos. A ra¨ªz de la noticia de que la juez do?a M¨®nica G¨®mez Ferrer ha admitido a tr¨¢mite la denuncia del fiscal contra Cristiano por no haber declarado unos dinerillos, lo que demuestra que la togada es una ignorante futbol¨ªstica que piensa que Cristiano es del Bar?a, pues la justicia conspiradora solo persegu¨ªa a los futbolistas del Bar?a, ?lo recuerdan?, a ra¨ªz de aquello, dec¨ªamos, un peri¨®dico portugu¨¦s public¨® que la estrella quer¨ªa abandonar Espa?a, ese pa¨ªs que le trata como a un delincuente. El enfado de Cristiano, supimos despu¨¦s, no solo se dirig¨ªa contra el fiscal y do?a M¨®nica sino tambi¨¦n contra el Madrid, que no le hab¨ªa dado el cari?o que merec¨ªa. Pero acudi¨® Florentino P¨¦rez a las ondas y su voz se abri¨® paso entre la tormenta. ¡°Todo esto es muy extra?o y en los pr¨®ximos d¨ªas hablar¨¦ con Cristiano. Tengo que hacer una defensa a ultranza de ¨¦l como jugador y como persona¡±, dijo el presidente, que a?adi¨®: ¡°En cuanto al tema fiscal, no lo conozco bien¡±. Resumiendo: que el se?or P¨¦rez no tiene ni idea de lo que ha hecho el jugador pero defiende a ultranza al jugador. Si eso no es cari?o¡
?ltimamente viene cayendo este al que leen en cantinas de post¨ªn, con barra y todo, donde el tema de conversaci¨®n entre los circunstantes es el presunto, aqu¨ª todo es presunto, adi¨®s del muchacho portugu¨¦s. Y nadie cuestiona el brutal impacto que sobre los ¨¦xitos del Madrid ha tenido Cristiano, sobre todo en ese tramo final de la temporada en el que el futbolista se levantaba de la cama, se hurgaba la nariz y se le ca¨ªa un gol. Pero no eran pocos los que, ante la posibilidad de un adi¨®s de Cristiano, no se echaban las manos a la cabeza, ni se retiraban a casa maldiciendo ni, mucho menos, dejaban de beber. Porque los hay que argumentan que el portugu¨¦s, a sus 32 a?os, no va a ir a mejor y que ser¨¢ imposible, con el tiempo, sacar por ¨¦l el dinero que hoy podr¨ªa recibir el Madrid. Y que m¨¢s all¨¢ de la llegada de alg¨²n fichaje, el Madrid tiene una plantilla sin parang¨®n en el f¨²tbol mundial. Eso s¨ª, nadie niega que tendr¨¢n que pasar a?os, por no decir siglos, para que salga un goleador de la categor¨ªa de Cristiano.
Pero mientras los aficionados y los medios de comunicaci¨®n hablan y no paran, Cristiano calla. Y entre silencio y silencio marca goles, uno tras otro, ahora en la Copa Confederaciones, ese torneo de tanto prestigio que el campe¨®n del mundo, Alemania, ha acudido a ¨¦l con el equipo reserva. CR marca y lo celebra con su pavoroso grito. Y luego, ante los micr¨®fonos, guarda silencio, sin aclarar su futuro, lo que mantiene al madridismo en vilo. Y en su gesto demuestra una indisimulada indignaci¨®n porque le hayan metido en la lista de quienes tienen la creencia de que el IRPF es eso que pone en las l¨¢pidas. Y mientras, su presidente, Florentino P¨¦rez, le ofrece su cari?o a la vez que declara aqu¨ª y all¨¢ que el Madrid quiere su tercera Champions seguida, noticia ser¨ªa que no la quisiera, y que la culpa del calor la tienen las temperaturas. Que son muy altas.
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