Peter Sagan, expulsado del Tour tras tirar de un codazo a Cavendish en la cuarta etapa

El Tour pierde a Peter Sagan, la gran figura del ciclismo mundial y ganador los ¨²ltimos cinco a?os del maillot verde (el mejor en la clasificaci¨®n por puntos), expulsado de la carrera por mandar a Cavendish al hospital con un codazo en un sprint a 70 por hora.

Los sprints no est¨¢n hechos para corazones d¨¦biles, ni para quejicas. La exaltaci¨®n de la sangre, la velocidad y la adrenalina, de la fuerza bruta, la temeridad, el aullido salvaje y el crujir de bicicletas es cosa de brutos, de b¨¢rbaros, de ciclistas de m¨²sculos duros como piedras como Sagan, eslovaco, y Cavendish, brit¨¢nico, que convierten las llegadas en batallas a 70 por hora sobre ruedas de un cent¨ªmetro. Los reglamentos y los comisarios lo saben y se adaptan. Forman parte, la parte loca y necesaria, el desprecio por el riesgo, del ciclismo, que no es un juego, sino un combate. Pero siempre fijan un l¨ªmite para evitar que los ciclistas acaben siendo gladiadores, y el Tour, un circo.

Cavendish corri¨® mal y, a falta de 100 metros, intent¨® remontar por las vallas, el hueco que ning¨²n rival deja abierto nunca. Sagan, tampoco. Con pericia cerr¨® la puerta, pero Cavendish, uno que no se arruga, no fren¨®. Rebot¨® contra el cuerpo de acero del campe¨®n del mundo, que, adem¨¢s, abri¨® el codo, sin soltarlo del manillar, para cerrar del todo el paso. Con el cuerpo del ingl¨¦s de la isla de Man, ca¨ªdo en el suelo, dando vueltas sobre el asfalto, tropezaron Ben Swift y John Degenkolb, otros dos sprinters. Cavendish acab¨® en el hospital. A ¨²ltima hora se anunci¨® que se retiraba de la prueba con una fractura en el hombro. Sagan termin¨® segundo, pero despu¨¦s, los comisarios le expulsaron del Tour, por comportamiento voluntariamente violento y peligroso. "No sab¨ªa que Cavendish ven¨ªa por ah¨ª", se disculp¨® el eslovaco.

Gan¨® la etapa el campe¨®n de Francia Arnaud D¨¦mare, que se manej¨® muy h¨¢bil y preciso entre codos, empujones y frenazos. Gan¨® en Vittel, la ciudad del agua en la puerta de los Vosgos, la tierra de su gran rival, Nacer Bouhanni. Su victoria, celebrada con un grito liberador que se oy¨® a kil¨®metros, se le clav¨® como una espada a Bouhanni, triste y descontrolado, boxeador en invierno, sprinter en verano y gendarme de porra antes de ser profesional de la bici, que acab¨® cuarto.

Minutos despu¨¦s, el coraz¨®n desacelerado, la adrenalina desalojada de su torrente sangu¨ªneo y la raz¨®n en su sitio, Sagan se fue a la puerta del autob¨²s a esperar a Cavendish para pedirle disculpas, que el ingl¨¦s apodado Cannonball acept¨®. No as¨ª los responsables de su equipo, el Dimension Data, que pidieron y consiguieron la expulsi¨®n del b¨¢rbaro eslovaco y su maillot arco¨ªris, tan simp¨¢tico y carism¨¢tico en la victoria, como el d¨ªa anterior, cuando venci¨® con una sola pierna en la cuesta de Longwy.

El ¨²ltimo sprint antes de la primera monta?a fue un asunto reducido a una docena de corredores porque el resto del pelot¨®n se qued¨® cortado detr¨¢s de otra ca¨ªda, esta m¨¢s grande y ruidosa, pero menos grave, a 700m de la meta, donde la calle se ensanchaba y se empinaba ligeramente despu¨¦s de serpentear estrecha por el centro del pueblo. En ella, como todos los d¨ªas, se vio envuelto el l¨ªder, Geraint Thomas, que no se hizo ni un rasgu?o. Los dem¨¢s importantes, Froome, Nairo, Aru, Bardet, se libraron, y tambi¨¦n Contador, lo que es una se?al excepcional: no hab¨ªa ca¨ªda los ¨²ltimos a?os en la que no se encontrara el campe¨®n de Pinto. ¡°Ya hab¨ªa decidido unos kil¨®metros antes quedarme en la parte de atr¨¢s del pelot¨®n y dejar una zona de seguridad delante de m¨ª por si hab¨ªa ca¨ªdas, y ha sido una buena medida¡±, dijo el cauto ciclista. ¡°Por delante hab¨ªamos dejado los del equipo a Degenkolb con alg¨²n ayudante para que disputara el sprint¡­ L¨¢stima que se cayera. Espero que no tenga nada, porque me trabaja muy bien en el llano¡±.

Steels, Renshaw, Sagan

En los ¨²ltimos 20 a?os tres corredores han sido expulsados del Tour por acciones violentas durante un sprint. En 1997, en Marennes, en los ¨²ltimos metros de una llegada masiva, el belga Tom Steels, actualmente director del Quick Step, lanz¨® un bid¨®n contra la espalda del rival franc¨¦s Fr¨¦d¨¦ric Moncassin. Sin dudarlo, los comisarios le expulsaron, como tambi¨¦n en 2010 lo hicieron con el australiano Mark Renshaw, lanzador de Mark Cavendish entonces y a¨²n, en el sprint de Bourg-les-Valence por liarse a cabezazos con Julian Dean, lanzador del rival Tyler Farrar y despu¨¦s cerrarle la puerta contra las vallas al mismo Farrar. Gan¨® el sprint Cavendish, el damnificado en la expulsi¨®n de Peter Sagan.