La marcha (o no) de Neymar
No recuerdo qui¨¦n dec¨ªa aquello de ¡°en este mundo, lo ¨²nico seguro es la muerte y los impuestos¡±, pero se me antojan palabras muy sabias y apropiadas para este periodo estival en el que la incertidumbre parece haberse apoderado de un buen n¨²mero de seguidores del Bar?a. Tras una temporada decepcionante, m¨¢s all¨¢ de haber ganado la Champions en cuartos de final y celebrado el segundo puesto en la Liga con una victoria en el Bernab¨¦u (las fotos son magn¨ªficas), los refuerzos firmados y sugeridos no parecen entusiasmar a una parroquia que no termina de adivinar un futuro demasiado prometedor m¨¢s all¨¢ de la omnipotencia probada de Leo Messi, el gran redentor.
Cierto es que Ernesto Valverde gusta a la gran mayor¨ªa, una anomal¨ªa que casi apetece celebrar como el primero de sus t¨ªtulos, pero el aterrizaje del t¨¦cnico se produce en circunstancias bien distintas de las que propiciaron la llegada de, por ejemplo, Luis Enrique. La sombra del asturiano, con todo merecimiento, se intuye pegajosa y alargada mientras que la de Gerardo Martino apenas se distingu¨ªa de un donut de chocolate aplastado por la ausencia de hormigas a su alrededor reclamando el bot¨ªn. Entusiasma del ext¨¦cnico del Athletic la percepci¨®n generalizada de que nos encontramos ante un verdadero hombre de club y esa es, precisamente, una de las causas principales de tanta inquietud: el estado y gobierno actual del club.
Para colmo de desasosiegos, la prensa brasile?a asegura estos d¨ªas que Neymar Jr. habr¨ªa alcanzado un acuerdo con el PSG para dejar Barcelona este mismo verano y saludar a las nieves del invierno en Par¨ªs, como en su d¨ªa hizo el mism¨ªsimo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. ¡°?Mierda!¡±, cuentan que dijo Gabo al salir de un caf¨¦ y encontrarse por primera vez en su vida rodeado de aquel manto blanco, una met¨¢fora muy apropiada para describir el estado actual del hincha cul¨¦. Ante la certeza de que el m¨¢ximo rival navega a velocidad de crucero sobre un mar de algod¨®n, la perspectiva de perder a uno de los mejores jugadores de la plantilla se convierte en una espina de pescado clavada en la garganta: una molestia que no mata, pero dificulta tragar con normalidad, el m¨¢s doloroso de los impedimentos a la hora de afrontar situaciones tan delicadas como la posible marcha del hijo de Neymar Sr.
De momento, el aficionado pone buena cara y reza para que las noticias que llegan desde el otro lado del Atl¨¢ntico no sean m¨¢s que otra serpiente de verano. As¨ª afrontamos en su d¨ªa el fichaje de Luis Figo por el Real Madrid, por ejemplo: con m¨¢xima confianza. Fue tanta la fe que depositamos en su fidelidad al club que algunos asistimos al acto de presentaci¨®n en el Bernab¨¦u con una sonrisa en el rostro, convencidos de que en alg¨²n momento echar¨ªa a correr dejando al maligno compuesto y sin robo. Pase lo que pase con Neymar Jr., lo ¨²nico seguro es que la actual junta directiva ser¨¢ aclamada nuevamente como la gran triunfadora del combate: si se queda, alabaremos su sangre fr¨ªa; si se va, presumiremos de que nadie hace menos con tanto estilo.
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