El Izoard se resuelve al sprint y con victoria de Barguil
Solo Bardet se atreve a atacar a Froome, quien intenta sin ¨¦xito un cinematogr¨¢fico ataque a d¨²o con Landa y da por ganado el Tour
Terminada la etapa del Izoard, la victoria por delante, solo, de Barguil, el franc¨¦s que corre como Virenque pero que quiere ser m¨¢s que Virenque, los movimientos t¨¢cticos e infectivos del Sky para ganarlo todo, la rendici¨®n de Bardet despu¨¦s de dar unos cuantos golpes y la cabeza baja del inm¨®vil e inteligente Ur¨¢n (que ser¨ªa, citando sin permiso a Abad Faciolince, un uranista a disgusto en un paisaje lunar, el yeso de la Casse D¨¦serte) en el primer sprint que pierde en la monta?a, un colega veterano de la prensa belga se dio el lujo de citar tambi¨¦n para resumir un Tour muy posmoderno, en el que fueron m¨¢s las expectativas, el ahora s¨ª y la emoci¨®n despertados en todas las monta?as que su reflejo en el resultado y en la memoria enga?ada. El belga habl¨® en chino casi (su espa?ol es complicado), habl¨® como hablar¨ªa Deng Xiaoping, y dijo: vale que el gato tenga las u?as menos afiladas, pero los ratones son m¨¢s peque?os que nunca.
El gato es Froome de amarillo y su Sky; los ratones, Bardet (a 23s antes de la contrarreloj decisiva, el s¨¢bado en Marsella), Ur¨¢n (a 29s) y Aru (que finalmente cedi¨® m¨¢s de lo que pod¨ªa controlar y est¨¢ ya a 1m 55s). Y citando a Fray Luis, tan citado, se podr¨ªa sentenciar, como dec¨ªamos ayer, el Tour est¨¢ casi decidido.
De Landa, de su dilema y de su desasosiego, el elemento perturbador de un Tour casi plano para su jefe, no dijo nada el sabio chino-belga.
Antes de salir, entre la verdura de la vega de Brian?on, junto a su r¨ªo rumoroso, Landa, un corredor que, sin demagogia, de coraz¨®n, corre pensando en la afici¨®n, habla de su dilema moral: ¡°qu¨¦ hacer cuando se duda entre lo que la gente ve y quiere que haga y lo que tengo que hacer¡±. Y, con mirada triste, a su frase famosa, ¡°tengo piernas pero no tengo galones¡±, a?ade otro atributo: ¡°Tengo piernas pro no tengo premio¡±. Sin piernas, ya agotadas despu¨¦s de un Tour espl¨¦ndido, sin los galones que nunca tuvo y sin el premio que le habr¨ªa consolado, un puesto en el podio (acabar¨¢ cuarto si no se cae en la contrarreloj), termina para el ciclista alav¨¦s la carrera de la que sale hecho otro ciclista, ya un grande.
¡°Landa ha hecho una carrera tan grande y ha mostrado que tiene tal motor que, sin duda, el pr¨®ximo a?o podr¨¢ venir al Tour como favorito para ganarlo¡±, reconoci¨® Froome, quien, ya casi seguro de su victoria y del apaciguamiento del ciclista que m¨¢s le complic¨® las noches de ojos abiertos en la cama, le design¨® como el rival para 2018. Antes, durante la ascensi¨®n del Izoard, en el que el aire empuja de culo y la altura quita la respiraci¨®n, Froome le hab¨ªa ofrecido una salida para su dilema al Hamlet a pedales. Cont¨® despu¨¦s que le dijo, ataca, pero sin atacar, ataca con el freno de mano echado y mirando por el retrovisor, no adelante, haremos dudar y trabajar a los que temen que les quites su puesto en podio y luego yo rematar¨¦, te alcanzar¨¦ solo y nos iremos los dos juntitos a por la victoria (y entran aqu¨ª im¨¢genes ya casi descoloridas de Hinault y LeMond, amigos-enemigos, entrando de la mano en el Alpe d¡¯Huez del 86, cuando el rubito norteamericano destron¨® a su siempre l¨ªder, el tej¨®n de Breta?a), y yo ganar¨¦ el Tour y t¨² el podio.
Aunque al plan le falta la grandeza que solo dan los ataques a todo o nada y le sobra tacticismo de libro de citas de international management, casi un insulto para el escenario de grandeur abierta, Landa se somete. A poco m¨¢s de cuatro kil¨®metros para la cima, cuando ya Kwiatkowski tremendo lo ha dado todo, hasta las gafas, que arroja a la cuneta castigado por su peso, para acercar la fuga lo m¨¢s posible y dejar abierta la posibilidad de la victoria de etapa, y Nieve ha acelerado un poco m¨¢s, Landa ataca a su manera imperturbable, sin cambiar la expresi¨®n de su rostro tranquilo. Abre una ventaja de casi 20s y espera. Detr¨¢s, Froome caracolea esperando reacciones. Tras unos minutos de amagos, se mueve Bardet. Froome se va a por ¨¦l y, siempre pegado a su rueda, su im¨¢n, Ur¨¢n le sigue. El podio en marcha. Aru ya hace tiempo que lucha solo para sobrevivir detr¨¢s. Landa mantiene el tempo delante. Espera. A poco m¨¢s de dos kil¨®metros llega el momento. Ataca Froome. Lo hace en un tramo duro despu¨¦s de acelerar su molinillo por el interior, entre el asfalto y la roca. Justo unos metros despu¨¦s cruza, ya solo, la Casse D¨¦serte sin tiempo para hacer la reverencia que merecen Coppi y Bobet, all¨ª inmortalizados. Pero su progresi¨®n la frena un falso llano, el descenso en el que primero Ur¨¢n, luego Bardet, le alcanzan y ya no le sueltan. El trampol¨ªn Landa, alcanzado, vuelve a su faena. Tira de Froome, de todos, los carga en su ancha espalda, y los deposita cerca de la l¨ªnea de meta, donde, como todos los d¨ªas, se hace a un lado y contempla, ajeno, el sprint por los segundos de bonificaci¨®n que cierra todas las monta?as del Tour. Bardet le gana a Froome, 4s de nada, y a Ur¨¢n, que cede un poco m¨¢s, 2s. ¡°Rigobeeeto [as¨ª lo pronuncia Froome a Ur¨¢n] reaccion¨® muy bien¡±, dijo el ingl¨¦s. ¡°No me pude ir con Landa¡¡±
Poco despu¨¦s, solo, Landa cruza la meta. Su ¨²ltimo Tour de segundo ha concluido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.