Lilly King nada a la velocidad de los mejores hombres de Espa?a
El r¨¦cord mundial de la estadounidense (1m 4,13s) le dar¨ªa el quinto puesto entre los chicos que compitieron en la final del ¨²ltimo campeonato nacional, celebrado en abril
El equipo de nataci¨®n de Estados Unidos vive bajo asedio. Lo reflejaron los resultados de las finales disputadas este martes en el mundial que se celebra en Budapest. El oro de los 200 libre masculino, una de las pruebas monol¨ªticas del deporte acu¨¢tico, se lo colg¨® el chino Sun Yang (r¨¦cord asi¨¢tico con 1m 44,39s). Tambi¨¦n correspondi¨® a China el oro en otra carrera de referencias hist¨®ricas marcadamente estadounidenses, los 100 espalda en categor¨ªa masculina, en poder de Jiayu Xu (52,44 segundos). El primer t¨ªtulo de los 100 espalda femeninos tampoco se deposit¨® en el medallero de Estados Unidos, conquistado por una nadadora canadiense de 19 a?os de nombre Kylie Masse, que de paso bati¨® en dos cent¨¦simas (58,10s) el r¨¦cord mundial que la brit¨¢nica Gemma Spofforth bah¨ªa establecido con los ba?adores de pl¨¢stico impermeables en 2009. La jornada pintaba horrores para los estadounidenses. Hasta que aparecieron dos hero¨ªnas. Katie Ledecky en el 1.500 y la imponente Lilly King en el 100 braza.
Lilly King, de 20 a?os, protagoniz¨® en los Juegos de R¨ªo el episodio m¨¢s truculento de los campeonatos cuando se enfrent¨® a Yuliya Efimova denunci¨¢ndola por deshonestidad. La estadounidense acus¨® a la rusa de haberse beneficiado de los efectos de las drogas ilegales, y lament¨® que tanto la FINA como el COI le impusieran sanciones poco rigurosas. Efimova fue suspendida en 2014 por dar positivo por un anabolizante. Aleg¨® que lo hab¨ªa consumido por error. Dijo que la sustancia se hallaba en un complemente vitam¨ªnico que compr¨® en Estados Unidos, donde se entrenaba.
El oro de R¨ªo en los 100 braza fue para King tras un largo pleito de palabra y gestos obscenos. En Budapest se volvieron a retar. Las dos llegaron a la final amenazando la plusmarca de Ruta Meilutyte de 2013 (1m 4,35s). Las dos se lanzaron con rabia a cubrir los dos largos. Efimova, longil¨ªnea como una bailarina del Bolshoi; contra King, fornida como una granjera del Medio Oeste e imbuida de un puritanismo combativo. Nacida en Evansville, Indiana, King ha sido honrada en su tierra con el t¨ªtulo de mariscala del Festival de Oto?o del West Side Nut Club, celebraci¨®n gastron¨®mica que tiene en la hamburguesa de sesos de ternera fritos a su plato estrella.
El ritmo de King intimid¨® a Efimova desde el principio. El resultado de su rabia fue una barbaridad: 1m 4,13s. Tiempos varoniles de r¨¦cords de hace 40 a?os: el estadounidense John Hencken bati¨® el r¨¦cord de 100 braza en 1973 dej¨¢ndolo en 1m 4,34s.
"Nuestra competencia es buena para este deporte porque todo el mundo se fija en las pruebas de 100 braza femenina para vernos", dijo Efimova, trag¨¢ndose las l¨¢grimas, al abandonar el pabell¨®n. La rusa fue bronce (1m 5,05s), sorprendida por la otra estadounidense, Katie Meili, que hizo 1m 5,03s.
Fue un hecho hist¨®rico que apunta a un cambio en el concepto de la braza. Si hubiera participado en el ¨²ltimo campeonato de Espa?a Open, celebrado esta primavera, Lilly King se habr¨ªa colocado entre los cinco bracistas espa?oles m¨¢s veloces en categor¨ªa masculina. En la final del 100 braza de la reuni¨®n celebrada en Pontevedra el pasado abril, los ocho participantes nadaron en un abanico de entre 1m 2,22s y 1m 4,30s.
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