Adam Peaty, pura potencia
La diferencia con sus rivales radica en la coordinaci¨®n de la brazada, junto con la aplicaci¨®n de una fuerza extraordinaria en el agua
Imaginemos realizar 26 flexiones de brazos en una barra y 25 saltos con los pies juntos, alternando cada movimiento. Eso es lo que debe hacer Adam Peaty para acometer y batir el r¨¦cord del mundo de 50m braza con 26 brazadas y 25 patadas, todo ello durante 25,95 segundos. Obviamente ni la fuerza, y lo que es m¨¢s importante, la potencia aplicada es la misma ya que el agua se mueve al tratar de propulsarse y la eficiencia mec¨¢nica es notablemente inferior. A pesar de estas diferencias los nadadores cada vez son m¨¢s fuertes y musculados, en especial en estas pruebas cortas. Un claro ejemplo es Peaty.
Para nadar a esta velocidad, adem¨¢s de aplicar esa potencia muscular, es necesario mantener una buena posici¨®n corporal, lo que reduce la resistencia hidrodin¨¢mica. La posici¨®n del tronco es fundamental, en especial en la braza, un estilo en el que tanto los brazos como las piernas se mueven hacia delante contra el agua. Tras producir propulsi¨®n y coordinar correctamente estas acciones propulsivas, la mejor opci¨®n es alternarlas completamente. La patada se realiza mientras los brazos se mantienen extendidos delante del cuerpo y la brazada mientras las piernas se mantienen horizontales y extendidas tras la patada. Este es el punto m¨¢s dif¨ªcil de controlar y el que a veces marca la diferencia entre competidores, mantener la coordinaci¨®n durante toda la distancia de la competici¨®n y en especial en esta prueba tan corta.
Es curioso observar c¨®mo en su serie otro nadador le aventaja por medio segundo en los primeros 15m de la salida (en este caso K. Prigoda) y c¨®mo lo recupera sin problemas al pasar por la referencia de 25m, manteniendo despu¨¦s una velocidad casi constante durante los 50m. Esa es la diferencia con sus rivales, su correcta coordinaci¨®n de la brazada, junto con la aplicaci¨®n de una potencia extraordinaria en el agua.
?Cu¨¢l es el l¨ªmite de este nadador? Qui¨¦n lo sabe. Muchos puristas de la nataci¨®n quieren verlo nadar el 200m, pero deber¨ªa realizar demasiados cambios, tanto en su t¨¦cnica, como en su entrenamiento, para acometer esa distancia con las suficientes garant¨ªas. A veces, y en funci¨®n del tipo de entrenamiento que ha realizado, pasar de nadar los 50 y los 100 metros a los 200 es un cambio que hace necesaria una gran madurez y control por parte del nadador. Mientras tanto disfrutemos de su velocidad, con rendimientos en estas distancias que cre¨ªamos imposible tan solo hace un par de a?os.
Ra¨²l Arellano Colomina es catedr¨¢tico de la Universidad de Granada y biomec¨¢nico de nataci¨®n.
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