A Dani Alves no se le acaban las pilas

Ni Mbapp¨¦ ni siquiera Verratti, que hizo un excelente partido. Tampoco la sombra de Neymar se extendi¨® sobre la Supercopa gala y la pasarela de estrellas que mostraron Paris Saint-Germain y M¨®naco en T¨¢nger. All¨ª a orillas del Estrecho se hizo grande una vez m¨¢s la figura de Dani Alves, reci¨¦n llegado al club franc¨¦s y al que no se le acaban las pilas, que va y viene, viene y va, remata, centra y ejecuta libres directos, que no deja de engrosar un palmar¨¦s memorable. Con un gol y una asistencia volvi¨® a ser decisivo para sentenciar un partido magn¨ªfico ante un rival indomable. Porque ha ingresado en lo que va de verano m¨¢s de 160 millones de euros en los traspasos de Germain, Diallo y, sobre todo, Mendy, Bernardo Silva y Bakayoko y puede adem¨¢s que la recaudaci¨®n no se detenga ah¨ª si al final sale Mbapp¨¦, pero el M¨®naco retiene ese punto excitante que mostr¨® la pasada campa?a.

El PSG debi¨® remontar porque el M¨®naco sali¨® al campo como si la pretemporada fuese una estaci¨®n lejana, intenso, ¨¢vido en la recuperaci¨®n de la pelota y vertical porque es esa la caracter¨ªstica que le dan pu?ales como Mbapp¨¦ o Sidib¨¦. Al primero trataron de negarle los espacios, sembr¨® el p¨¢nico entre la zaga del PSG cuando supo caer unos metros hacia posiciones m¨¢s retrasadas para encontrarlos, pero apenas los busc¨®. Jardim le ahorr¨® los ¨²ltimos veinte minutos y dej¨® el campo cabizbajo y con su equipo en desventaja. Mbapp¨¦ mezcla con Falcao, se aprovecha de su trabajo, que ya no es solo un rematador sino que ha devenido en bregador, en punto de apoyo para todos sus compa?eros. Un movimiento del colombiano fabric¨® el gol que abri¨® el partido cuando el PSG empezaba a sentirse dominador. Ocurri¨® que Motta estuvo algo displicente en el manejo del bal¨®n y Fabinho voraz para buscarlo, encontr¨® entonces a Falcao, que hab¨ªa retrasado su posici¨®n para tocar de cara hacia Tielemans y abrir un boquete en la zaga rival. En ella percuti¨® como cuchillo en la mantequilla Sidib¨¦, que defini¨® con categor¨ªa ante Areola.

Sidib¨¦ ejemplifica c¨®mo Leonardo Jardim ha hecho de la necesidad virtud en el M¨®naco. Ha subido unos metros su posici¨®n para darle un perfil m¨¢s afilado a su equipo. Donde antes campaba el toque de Bernardo Silva, percute ahora el futbolista que hace unos meses actuaba como lateral derecho. En el PSG tambi¨¦n Unai Emery opt¨® por la soluci¨®n de adelantar a Dani Alves con Meunier de guardaespaldas. El brasile?o defini¨® el partido. Pudo marcar a los cinco minutos del inicio y con la zurda, pero lo hizo a los cinco de la reanudaci¨®n con la diestra y en un libre directo colosal que cobr¨® con un maravilloso golpeo de empeine. Luego le dio el gol del triunfo a Cavani tras explorar la l¨ªnea de fondo y sacar un centro preciso a la frente de Rabiot. Con 34 a?os no se atisba el final de un futbolista hist¨®rico que no deja de alzar trofeos. En su trayectoria europea con Sevilla, Barcelona, Juventus y ahora con PSG ya levant¨® 32, con su selecci¨®n absoluta suma tres m¨¢s y de sus a?os mozos datan tres t¨ªtulos m¨¢s en su pa¨ªs y un Mundial sub 20.

Alves lider¨® al PSG, que mostr¨® dudas pero tambi¨¦n buena parte de su arsenal a la espera de la mecha de Neymar. Di Mar¨ªa no pudo jugar por sanci¨®n, Draxler tampoco estaba disponible porque acaba de incorporarse al equipo tras sus preceptivas vacaciones. Matuidi y j¨®venes como Lo Celso, Guedes o Jes¨¦ esperaron en el banquillo. Lucas Moura ni siquiera entr¨® en la convocatoria. Ganaron sin m¨¢s brillo que el de las estelares apariciones de Alves, recogidos en la ventaja y afortunados para que el ¨¢rbitro no viese un penalti cometido por Rabiot, por mano, sobre la hora. Igual se espera que con tanta artiller¨ªa Emery propicie un equipo luminoso, pero la ¨²nica luz que buscan los millones de un equipo sin historial al m¨¢ximo nivel continental es la de los t¨ªtulos. Y esta temporada ya ha sumado el primero.