Cristiano: golazo, roja y empuj¨®n al ¨¢rbitro
El jugador portugu¨¦s marca un golazo y se va a la calle tres minutos despu¨¦s por ense?ar el torso en la celebraci¨®n y, supuestamente, simular un penalti
La presencia de Cristiano Ronaldo en la Supercopa de Espa?a fue tan decisiva como ef¨ªmera. Se prolong¨® durante 25 minutos en Barcelona y se explica solo en los tres ¨²ltimos, en 180 segundos en los que el astro portugu¨¦s eclips¨® a Isco, el mejor de la noche, para convertirse en el epicentro del terremoto que se desat¨® en el Camp Nou. Primero lo fue por anotar un golazo que adelant¨® al Madrid y fulmin¨® a los de Valverde cuando atravesaban su mejor momento del partido; instantes despu¨¦s por irse a la calle acusado de simular un penalti. Era la segunda amarilla para Cristiano. La primera la vio al ense?ar su portentoso torso en un intento de emular la celebraci¨®n de Messi en el ¨²ltimo cl¨¢sico liguero. La que se presum¨ªa como la primera gran aparici¨®n de Cristiano termin¨® r¨¢pido y mal, con el jugador abandonando el campo tras un empuj¨®n al colegiado y jug¨¢ndose una sanci¨®n de larga duraci¨®n que ponga en peligro su participaci¨®n en el inicio de la competici¨®n.
Como ocurriese en Macedonia, el plan de Zidane no contemplaba exponer demasiado a su estrella. Incorporado hace apenas ocho d¨ªas, el portugu¨¦s repiti¨® entre los suplentes en el Camp Nou, pero anticip¨® su aparici¨®n. Si ante el Manchester United el t¨¦cnico opt¨® por darle en torno a diez minutos, ayer la idea era que jugase unos 30. Fue llamado a filas a la hora de partido y solo necesit¨® 20 minutos para hacer su primera demostraci¨®n de potencia y remate de la temporada. Cristiano certific¨® que no necesita demasiado para ponerse a punto y exhibir sus mejores virtudes. Recibi¨® a campo abierto un bal¨®n de Isco, encar¨® a Piqu¨¦, le amag¨® hacia fuera, le sali¨® por dentro y se sac¨® un latigazo lejano directo a la escuadra de Ter Stegen. Era cuando m¨¢s apretaba el Barcelona y apareci¨® ¨¦l. Su gol adelant¨® y calm¨® a un Madrid que atravesaba sus minutos m¨¢s delicados de la noche.
El escenario, el momento y la ejecuci¨®n del gol invitaron a Cristiano a sacar su vena m¨¢s narcisista. Con la alargada sombra de la denuncia de Hacienda sobre ¨¦l y sin terminar de poner fin a todos los rumores sobre su deseo de abandonar el Madrid, vio la ocasi¨®n perfecta para reivindicar por en¨¦sima vez su condici¨®n de estrella y poner todos los focos del mundo del f¨²tbol sobre ¨¦l. Lo hizo a su estilo, con una celebraci¨®n tan egoc¨¦ntrica como innecesaria. Cristiano marc¨®, enfil¨® un lateral de la grada del Camp Nou, y, a mitad de camino, se plant¨®, se quit¨® la camiseta y luci¨® figura. Retador, y animado por Marcelo, levant¨® luego su zamarra con el 7 a la espalda y se la mostr¨® al p¨²blico, emulando el gesto que Leo Messi le dedic¨® al Bernab¨¦u hace solo unos meses cuando gan¨® el ¨²ltimo cl¨¢sico con un gol en el descuento.
Posible sanci¨®n por el empuj¨®n
Un acto de reivindicaci¨®n provocativo que le cost¨® muy caro a Cristiano. La escena, que se resolvi¨® primero con una amarilla, termin¨® siendo decisiva para que su momento durase solo 180 segundos. Fue el tiempo que transcurri¨® entre su celebraci¨®n y la acci¨®n en la que ¨¢rbitro volvi¨® a amonestarle y le ense?¨® la roja acus¨¢ndole de simular un penalti en un forcejeo con Umtiti. La decisi¨®n del colegiado encendi¨® al portugu¨¦s hasta el punto de propinarle un leve empuj¨®n que puede dejarle fuera del inicio de competici¨®n liguera. De Burgos Bengoechea apunt¨® en el acta que el portugu¨¦s le empuj¨® ¡°levemente en se?al de disconformidad¡±. El acto de rabia le puede acarrear a Cristiano una fuerte sanci¨®n de partidos, igual que a Simeone en 2014, cuando, tambi¨¦n en una Supercopa, fue expulsado por dar un toque en la cabeza al cuarto ¨¢rbitro. El castigo para el t¨¦cnico argentino fue de ocho partidos por diversos conceptos. El art¨ªculo 96 del reglamento dice que "agarrar, empujar o zarandear, o producirse, en general, mediante otras actitudes hacia los ¨¢rbitros que, por solo ser levemente violentas, no acrediten ¨¢nimo agresivo por parte del agente, se sancionar¨¢ con suspensi¨®n de 4 a 12 partidos"
A la defensa de Cristiano salieron Zidane y sus compa?eros, disconformes con la expulsi¨®n. ¡°La segunda tarjeta es fuerte¡±, asegur¨® el t¨¦cnico sobre el episodio del portugu¨¦s ?l, frustrado, abandon¨® el c¨¦sped entre protestas y lamentos, consciente de que su primera gran aparici¨®n en forma de golazo para encarrilar un t¨ªtulo hab¨ªa quedado regalada a un segundo plano. Ense?ar el torso nunca le cost¨® tan caro a un Cristiano que en el Camp Nou marc¨®, vio la roja y se mantuvo, un d¨ªa m¨¢s, en silencio.
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