Nasser al Khelaifi, el catar¨ª que fich¨® a Neymar

Aunque insiste en que lo suyo es el deporte y no la pol¨ªtica, a Nasser al Khelaifi (Qatar, 1973) se le ve c¨®modo entre los poderosos. Le rob¨® protagonismo a Emmanuel Macron cuando, a principios de agosto, a pocas horas de confirmarse el traspaso de Neymar del Barcelona al Paris Saint Germain (PSG), que ¨¦l dirige, coincidi¨® con el presidente franc¨¦s en un acto y las c¨¢maras empezaron a seguir al empresario catar¨ª en lugar de al pol¨ªtico. Otro antiguo inquilino del El¨ªseo, Nicolas Sarkozy, es un asiduo del palco de Al Khelaifi, a quien el exmandatario invit¨® a la fiesta de su 60? cumplea?os. Su buena relaci¨®n con las altas esferas se extiende hasta Argentina, donde el presidente Mauricio Macri le agradeci¨® p¨²blicamente su ayuda para solucionar el caso de una familia argentina varada en el aeropuerto de Doha por el embargo impuesto a Qatar por sus vecinos.?? Una intermediaci¨®n que Al Khelaifi realiz¨® gracias a su mentor, el emir de Qatar, Tamim Ben Hamad al Thani, que se cuenta entre sus amigos ¨ªntimos desde que ambos se conocieron de ni?os entrenando en las pistas del club de tenis de Doha.

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Nada mal para un chaval de una familia de clase media ¡ªal menos en t¨¦rminos de un pa¨ªs como Qatar¡ª dedicada durante generaciones al negocio de la pesca de perlas. A sus 43 a?os, Al Khelaifi se ha convertido en una figura clave de la estrategia de relaciones p¨²blicas del peque?o emirato, que ahora adquiere una especial relevancia ante el boicoteo de Arabia Saud¨ª y otros pa¨ªses del Golfo que lo acusan de apoyar el terrorismo en la regi¨®n.

Al Khelaifi fue tenista profesional entre 1992 y 2003. No lleg¨® a destacar demasiado: lo m¨¢s alto que lleg¨® fue al puesto 995? del ranking de la ATP, circuito en el que cosech¨® 28 victorias, 73 derrotas y unas ganancias de 20.000 euros, una cantidad irrisoria al lado de la millonada que se acaba de gastar para atraer al jugador brasile?o Neymar al PSG: un r¨¦cord de 222 millones de euros. Pero la raqueta le ha abierto muchas puertas, tanto en el negocio del deporte como en el mundo de los intereses pol¨ªticos, donde se mueve como pez en el agua, siempre, seg¨²n los que lo tratan, a las ¨®rdenes del emir de Qatar. ¡°Todo esto no habr¨ªa sido posible para m¨ª sin el tenis¡±, aseguraba a EL PA?S en una entrevista hace cuatro a?os. Seg¨²n la revista francesa SoFoot, los que jugaron a su lado en la ¨¦poca ¡ªel catar¨ª entrenaba a menudo en Francia, de ah¨ª su pasi¨®n por el PSG¡ª recuerdan su car¨¢cter reservado y amable, trabajador y persistente. ¡°Realmente no le gustaba perder¡±, destacaba Bruno Raffaitin, presidente del club de tenis de Niza donde practicaba Al Khelaifi.

Unas caracter¨ªsticas que sin duda le han ayudado a ascender en el mundo de los negocios. Su curr¨ªculo profesional constituye todo un mapa del despliegue estrat¨¦gico de Qatar en el rentable mundo del deporte profesional, campo en el que el peque?o emirato trata de apuntalar una ambiciosa imagen internacional a golpe de talonario gracias a sus grandes reservas de hidrocarburos, en especial de gas.

El hombre de confianza del emir de Qatar desembarc¨® en Par¨ªs hace un lustro para ponerse al frente del PSG. El club parisiense fue adquirido en 2011 por el fondo soberano Qatar Sports Investment (QSI), que preside Al Khelaifi. La firma de inversiones tambi¨¦n ha gestionado los contratos que convirtieron a Qatar Airways en patrocinador principal del Barcelona, cuyo logo luc¨ªa Neymar en la camiseta hasta hace poco (desde esta temporada el patrocinador principal es la tienda japonesa online Rakuten). La relaci¨®n del club barcelon¨¦s con la firma catar¨ª ha sido pol¨¦mica. La entidad azulgrana neg¨® en junio, como publicaron algunos medios, irregularidades econ¨®micas y desv¨ªo de fondos en relaci¨®n con estos contratos, en beneficio del club y del expresidente azulgrana Sandro Rosell, en prisi¨®n preventiva acusado de pertenencia a organizaci¨®n criminal y de blanqueo de capitales.

El extenista tambi¨¦n dirige el grupo BeIn Media Group, que controla desde 2013 las cadenas deportivas de la cadena catar¨ª Al Yazeera, donde Al Khelaifi dio sus primeros pasos en el mundo de los negocios en 2003. El a?o pasado, BeIn Media, propietario de una red de canales deportivos y de cine en una treintena de pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo, el norte de ?frica, Europa ¡ªEspa?a y Francia incluidos¡ª y Estados Unidos, se hizo tambi¨¦n con los prestigiosos estudios de cine y televisi¨®n Miramax, que cuentan en su haber con 68 premios Oscar.

A su larga lista de t¨ªtulos, Al Khelaifi puede agregarle los de presidente de la Federaci¨®n de Tenis de Qatar y vicepresidente de la Federaci¨®n Asi¨¢tica de Tenis para Asia Occidental, as¨ª como el de miembro del comit¨¦ organizador del Mundial de Qatar en 2022.

Y aunque insista en que la pol¨ªtica se la deja a otros, lo cierto es que, desde 2013, es adem¨¢s ministro sin cartera de su pa¨ªs, donde siguen viviendo su esposa e hijos, mientras ¨¦l viaja constantemente por todo el mundo, code¨¢ndose con poderosos y estrellas como su amigo el tenista espa?ol Rafael Nadal o el actor Leonardo DiCaprio.

A comienzos de a?o, la revista Golf Business situ¨® a Al Khelaifi en el n¨²mero tres de los cinco hombres m¨¢s poderosos de Qatar, solo adelantado por el presidente de Qatar Petroleum y el de la aerol¨ªnea Qatar Airways. En la lista global de ¨¢rabes m¨¢s influyentes de la publicaci¨®n, Al Khelaifi ocupa el puesto 17?. La revista Challenges lo llama el ¡°embajador bis¡± de Qatar en Francia.

Puede que sus poderes en la sombra se vean puestos pronto a prueba. A comienzos de junio, en plena crisis de Qatar con sus vecinos del Golfo, el entonces todav¨ªa ministro de Justicia franc¨¦s, Fran?ois Bayrou, reclamaba una revisi¨®n de las ¡°ventajas fiscales incre¨ªbles¡± que el Gobierno de Sarkozy otorg¨® al emirato en 2008. Estas permiten a los ciudadanos y empresas catar¨ªes beneficiarse de fuertes exenciones fiscales en Francia. Bayrou dimiti¨® poco despu¨¦s, pero el propio presidente Macron hab¨ªa declarado durante la campa?a que le gustar¨ªa ¡°acabar con los acuerdos que favorecen en Francia a Qatar¡±.

A Al Khelaifi le va a costar ablandar a Macron. El nuevo presidente franc¨¦s es fan absoluto del Olympique de Marsella.