El Legan¨¦s desnuda al Espanyol
El equipo madrile?o se impone en Cornell¨¤, gracias al gol de Mantovani
El Legan¨¦s desnud¨® al Espanyol. El conjunto de Asier Garitano, ordenado y competitivo, se impuso en Cornell¨¤ a un tibio Espanyol, primero inexpresivo, despu¨¦s ambicioso, siempre sin punter¨ªa. Ni la esperada reaparici¨®n del chisposo Sergio Garc¨ªa pudo darle el empate al Espanyol, que ya hab¨ªa sufrido el gol de Mantovani.
Juega el Legan¨¦s con la calma de quien conoce su hoja de ruta. El equipo es compacto y equilibrado y sobre todo inteligente. Esconde sus limitaciones, potencia sus virtudes. Sab¨ªa el t¨¦cnico del Legan¨¦s que al Espanyol le cuesta un Per¨² sacar el bal¨®n con claridad desde el fondo, m¨¢s ahora que perdi¨® a Diego Reyes. Sin la pelota, el cuadro de S¨¢nchez Flores se agranda, como se vio con el empate de Sevilla; en cambio, se encoge el cuero en sus botas, como ante el Legan¨¦s.
As¨ª despert¨® el duelo en Cornell¨¤, con los muchachos blanquiazules al mando del bal¨®n. Un control inofensivo, sin profundidad en las bandas ni juego interior. Y eso que S¨¢nchez Flores mezcl¨® el mediocampo con Jurado, Piatti y Hern¨¢n P¨¦rez, a los que se les sum¨® Granero, despu¨¦s de la lesi¨®n del capit¨¢n Javi L¨®pez, nada m¨¢s comenzar el duelo. Pero la falta de juego, sumada a las repetidas impresiones, era una enfermedad sin remedio. Una situaci¨®n que aprovech¨® el Legan¨¦s. El cuadro de Garitano robaba el bal¨®n en la divisoria del campo y apuntaba a Pau L¨®pez. Tuvo trabajo el meta blanquiazul. Pero las manos de Pau no fueron suficientes. Sac¨® un manotazo de hierro para rechazar el remate de Gabriel y despu¨¦s se levant¨® para detener el disparo de Guerrero; no pudo con el tiro de Mantovani desde el suelo. Todo en la misma jugada. Todo ante la tibia mirada de la zaga blanquiazul.
No alcanzaba con las manos de Pau para mandar. S¨¢nchez Flores busc¨® entonces en el ba¨²l de los recuerdos. Sac¨® a Sergio Garc¨ªa, una aspirina para el equipo, un golpe de ilusi¨®n para la hinchada, que, a esas alturas, ya se empezaba a impacientar con la parsimonia de sus jugadores, simbolizada en Granero y Jurado. La aparici¨®n del 9 enchuf¨® al Espanyol. Con el Legan¨¦s atrapado en su ¨¢rea, el cuadro blanquiazul ya no ten¨ªa un problema en la medular sino en las botas de sus delanteros. Se olvidaron la tiza en el vestuario Piatti y Gerard Moreno y especialmente Baptist?o. El 11 err¨® por duplicado en una acci¨®n que anunciaba un empate que nunca lleg¨®. Mal trago en casa para el Espanyol. Despu¨¦s del par¨®n, visita el Camp Nou.
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