Valverde, mano de santo
El t¨¦cnico ofrece una receta distinta a cada duelo y, convencido el vestuario, el Bar?a responde con un gran arranque liguero
Hace a?os que el banquillo del Barcelona es el foco principal de atenci¨®n, m¨¢s all¨¢ de Messi y sus diabluras sobre el tapete. Guardiola era el ide¨®logo y hablaba por el presidente y por quien hiciera falta, hasta el punto que se consider¨® su equipo y no el del 10. Vilanova encogi¨® el coraz¨®n de todos con su maldita marcha. Martino no hizo amigos ni consigui¨® un f¨²tbol de sal¨®n, por lo que el runr¨²n del Camp Nou acrecent¨® hasta que el t¨¦cnico tom¨® las de Villadiego. Y Luis Enrique, visceral y poco c¨®mplice de los medios de comunicaci¨®n, convenci¨® al Camp Nou ¡ªera extra?o el d¨ªa que no le vitoreaban¡ª y hasta al plantel, pero la f¨®rmula pareci¨® erosionarse antes de tiempo. Ahora, sin embargo, el entrenador parece m¨¢s transparente porque no reivindica su obra de autor y reh¨²sa cualquier l¨ªo ¡ª¡°yo estaba al otro lado del muro, me tengo que acostumbrar...¡±, replic¨® cuando le cuestionaron por la distancia de siete puntos sobre el Madrid¡ª y porque no alza la voz ni impone su voluntad por decreto sino que cree en el di¨¢logo. Y funciona de rechupete.
Alrededor de Messi
El ejemplo del mando de Valverde se dio frente al Getafe hace dos fines de semana, cuando sac¨® a Deulofeu por el lesionado Demb¨¦l¨¦ y le explic¨® c¨®mo adue?ase de la banda izquierda. Messi, sin embargo, le pidi¨® que fuera a la derecha y Valverde no se sinti¨® desautorizado sino que acept¨® la variable para que La Pulga se sintiera m¨¢s c¨®modo porque, entre otras cosas, ya lo dijo el t¨¦cnico tras el primer encuentro liguero: ¡°Estamos encantados de articular el juego alrededor de Messi¡±. Aunque la solidaridad con Leo es absoluta porque ante el Girona, por ejemplo, el 10 le pidi¨® a Rakitic que le diera el bal¨®n con m¨¢s celeridad y el volante levant¨® el pulgar y asinti¨® con responsabilidad, lejos de tomarse a mal un reproche. As¨ª, el Bar?a es un equipo de verdad, con jerarqu¨ªas pero con todos a una. ¡°Un gran vestuario, una familia¡±, resolvi¨® Semedo apenas una semana despu¨¦s de ponerse la camiseta azulgrana. Pero adem¨¢s de eso, tambi¨¦n es una obra de entrenador porque aunque Valverde diga poco, hace mucho. Eso creen desde el vestuario. ¡°Es un t¨¦cnico que no te machaca con mensajes, pero cuando te los dice, la clava¡±, expone un peso pesado del camerino azulgrana; ¡°estamos muy a gusto con ¨¦l¡±.
Entiende el vestuario que Valverde sabe a lo que tienen que jugar, pero tambi¨¦n aporta los matices necesarios para contrarrestar a los adversarios. M¨¢s all¨¢ del batacazo inicial ante el Madrid en la Supercopa, el t¨¦cnico ha sabido encontrarle las cosquillas a todos los rivales, incluso con cambios de piezas que anta?o parec¨ªan ataques de entrenador. Contra el Girona, por ejemplo, deshizo la columna vertebral al no poner de la partida a Piqu¨¦ y Busquets, del mismo modo que prescindi¨® de Semedo y Deulofeu, te¨®ricos titulares en el costado derecho a la espera de que regrese Demb¨¦l¨¦. Y el intercambio de cromos carbur¨® de maravilla porque Sergi Roberto se hizo con la retaguardia derecha y Aleix Vidal cuaj¨® un buen encuentro de extremo, incisivo aunque un poco impreciso en el pase. Le quedan, en cualquier caso, sumar m¨¢s adeptos porque por el momento no da carrete a jugadores que el Camp Nou detecta como prescindibles, caso de Arda, Alc¨¢cer y Andr¨¦ Gomes. Pero ha recuperado en parte el juego de medios y a Iniesta, c¨®modo con el bal¨®n entre los pies.
La receta de Valverde es hasta ahora un ¨¦xito, entrenador que suma un gran arranque liguero con seis triunfos en seis encuentros. Mejora as¨ª, como t¨¦cnico azulgrana en su primer a?o, el registro de Terry Venables (84-85) e iguala a Louis Van Gaal (97-98) y Vilanova (12-13), entrenadores que vencieron la Liga. Otros que firmaron un inicio con seis festejos seguidos fueron Johan Cruyff (90-91) y Guardiola (2009-10), aunque queda a dos del r¨¦cord de Martino ¡ªocho victorias¡ª, que acab¨® por desnortarse. No se sabe qu¨¦ ocurrir¨¢ con Ernesto Valverde, pero de momento las cosas y el f¨²tbol van rodados.
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