Neymar se queda solo tras un mes de conflictos en el PSG
Cavani rechaza el mill¨®n de euros que Al-Khelaifi le ofrece para ceder los penaltis al brasile?o y cerrar la crisis. La plantilla, dolida con el club, respalda al uruguayo
Nasser Al-Khelaifi, el presidente del PSG, envi¨® la pasada semana un intermediario a ofrecer dinero a Edinson Cavani, m¨¢ximo goleador del equipo, a cambio de que renunciara a lanzar los penaltis en favor de Neymar J¨²nior. La propuesta consist¨ªa en mejorar su contrato: ah¨ª donde el club se compromet¨ªa a pagarle una prima de un mill¨®n de euros en caso de ser m¨¢ximo goleador de la Ligue 1, Al-Khelaifi le ofrec¨ªa consolidarle esa cantidad. Marcara o no marcara goles. Seg¨²n dos fuentes pr¨®ximas al PSG, el dirigente esperaba pacificar as¨ª un vestuario revuelto que evidencia la crisis cada vez que Neymar y Cavani se pelean por lanzar los penaltis. Su intento fue en vano.
Cavani emiti¨® una respuesta tajante. Dijo que no le interesaba el dinero. Si el club quer¨ªa pagarle m¨¢s, no se opondr¨ªa, pero los penaltis los seguir¨ªa tirando ¨¦l pues llevaba cuatro a?os trabajando para el PSG, era el tercer capit¨¢n, y se hab¨ªa ganado esa forma de dignidad.
Al-Khelaifi, seg¨²n las mismas fuentes, tambi¨¦n envi¨® emisarios a tantear a Neymar. Con zalamer¨ªas le invitaron a olvidarse de los penaltis. Le dijeron que ¨¦l era un jugador total y le sugirieron que el rey del equipo deb¨ªa actuar con magnanimidad cedi¨¦ndole la gracia del tiro penal al nueve, que vive del gol. Neymar no comprendi¨® esta l¨®gica.
La amenaza de la UEFA de quitar al club de la Champions por incumplir el fair play financiero provoc¨® una cadena de decisiones que incendiaron el vestuario en contra del brasile?o
El brasile?o, de 25 a?os, se fue el domingo pasado de fiesta a Londres en su jet privado y al regresar, el mi¨¦rcoles, se dedic¨® a inquirir por la respuesta de Cavani en un clima de tensi¨®n sin precedentes en el club franc¨¦s. El presidente Al-Khelaifi, el entrenador Unai Emery, el director deportivo Antero Henrique, y los capitanes Thiago Silva y Thiago Motta, no han dejado de moverse para aproximar a las partes. Cuando le anunciaron la decisi¨®n inflexible de Cavani, la reacci¨®n de Neymar fue airada. Este viernes aleg¨® que le dol¨ªa un pie y Emery le quit¨® de la lista para jugar el s¨¢bado en Montpellier. El PSG jug¨® su peor partido de la temporada antes de empatar 0-0.
Un mes despu¨¦s de aterrizar en Par¨ªs, Neymar solo parece feliz cuando se distiende con sus amigos los tois. El jugador convertido en piedra angular de un proyecto destinado a quebrar la hegemon¨ªa espa?ola en el f¨²tbol europeo, no se encuentra c¨®modo. Futbolistas y agentes pr¨®ximos al club parisino aseguran que la estrella brasile?a ha descubierto resistencias inesperadas. La hostilidad manifiesta de Cavani es solo la expresi¨®n de un sentir generalizado entre sus compa?eros, especialmente entre los veteranos. El malestar se origin¨® a comienzos de agosto, cuando Al-Khelaifi no pudo contener la sensaci¨®n de p¨¢nico que sucedi¨® a la amenaza de la UEFA de dejar al club fuera de la Champions a partir de 2018 si vulnera el fair play financiero.
El enfrentamiento que sali¨® a la luz hace una semana cuando Neymar y Cavani litigaron por tirar un penalti durante el partido de Liga contra el Olympique de Lyon, se gest¨® hace mes y medio en las oficinas de la sede de la UEFA, en Nyon. La advertencia del regulador del f¨²tbol se produjo poco despu¨¦s de que el PSG pagara al Barcelona los 222 millones de euros que constituyeron el traspaso m¨¢s caro de la historia, el pasado 3 de agosto. El Comit¨¦ de Control Financiero de Clubes, el ¨®rgano de la UEFA encargado de auditar las cuentas y velar por el equilibrio presupuestario, advirti¨® al PSG de que la sanci¨®n que le impondr¨ªa en caso de que sus gastos superasen en m¨¢s de 30 millones de euros a sus ingresos (550 millones en 2016) no ser¨ªa meramente econ¨®mica.
Seg¨²n fuentes de Nyon, al principio la UEFA observ¨® el fervor comprador del PSG como un fen¨®meno que daba prestigio a la Champions. Solo la presi¨®n que ejercieron el Bayern, el Real Madrid y la Juventus, forz¨® a los funcionarios de Suiza a contemplar un programa fiscalizador especial. La consecuencia fue amenazar a Al Khelaifi con una pena de ¡°varios a?os¡± fuera de los torneos internacionales.
El club puso en venta a medio plantel para pasar la auditor¨ªa y luego dio marcha atr¨¢s. Cavani, un intocable de Al Khelaifi, se aline¨® con los transferibles ofendidos
La reacci¨®n de Al-Khelaifi y su director general, Jean-Claude Blanc, fue precipitada. Un representante que trabaja con el PSG asegura que en el curso de 48 horas los dirigentes llamaron a los intermediarios de jugadores que representaban a la mitad del vestuario para abrirles la puerta de salida. La lista incluy¨® a Di Mar¨ªa, Pastore, Matuidi, Moura, Draxler, Ben Arfa, Aurier y Thiago Silva. Algunos se cuentan entre los jugadores m¨¢s influyentes del equipo en los ¨²ltimos a?os y el mensaje, seg¨²n uno de los receptores, fue deshonroso. Consisti¨® en informarles de que, debido al fichaje de Neymar, el club se ve¨ªa en la necesidad de liquidarlos para obtener ingresos y as¨ª equilibrar cuentas de acuerdo con las reglas del fair play financiero. El internacional franc¨¦s Blaise Matuidi, uno de los l¨ªderes del grupo, se sinti¨® herido y forz¨® su traspaso a la Juventus por solo 20 millones de euros. Su marcha sembr¨® el des¨¢nimo. En mayor o menor medida, todos los integrantes de la plantilla se sintieron tratados como mercanc¨ªa a cambio de abrir hueco a Neymar. En el camerino cundi¨® un interrogante: ¡°?Y ¨¦ste qui¨¦n se cree? ?Se cree Messi?¡±. El jugador que se erigi¨® en cabecilla de los indignados fue Edinson Cavani.
La llegada de Neymar a su primer entrenamiento, el 4 de agosto, no hizo m¨¢s que aumentar las suspicacias de sus compa?eros. Acompa?ado por Al-Khelaifi y Henrique ¡ªque le abrazaban y le besaban a pie de campo¡ª arrastr¨® la parafernalia de los ¨ªdolos consagrados. Nadie cuestion¨® que se tratara del jugador de m¨¢s jerarqu¨ªa del equipo, pero sorprendi¨® su actitud desmesurada coincidiendo con el menosprecio de los dirigentes hacia tantos colegas. Con los d¨ªas, hasta Marquinhos y Moura, dos habituales de la selecci¨®n de Brasil, alcanzaron la convicci¨®n de que su paisano se tomaba atribuciones excesivas. Le vieron conducirse con la presunci¨®n de un bal¨®n de oro. Como si llevase a?os ganando t¨ªtulos para el PSG. Solo Alves, amigo personal, se mantuvo firme a su lado.
?En un vestuario plagado de colegas en venta por su causa, Neymar se comport¨® como si su consagraci¨®n derivase no de los m¨¦ritos logrados en el campo, sino de su fichaje por 222 millones de euros y de su sueldo anual de m¨¢s de 25 millones netos, que es el doble de lo que cobra Cavani, el segundo mejor pagado. Silva y Motta le explicaron que ah¨ª hab¨ªa grandes futbolistas expertos a los que no pod¨ªa ignorar. Cavani le exigi¨® respeto para los veteranos. Neymar los escuch¨® con aire distra¨ªdo.
El primero en advertir el peligro que corr¨ªa el proyecto fue Emery. En el entorno del PSG aseguran que el espa?ol fue el ¨²nico que comprendi¨® la clase de gesti¨®n que requer¨ªan tantos egos heridos. Emery se ocup¨® de persuadir a los dirigentes de que deb¨ªan cambiar de estrategia. Alert¨® al club de que no se podr¨ªan ganar t¨ªtulos solo con Neymar, y que para paliar los da?os morales en el colectivo era preciso trasladar a todos los futbolistas una idea de amparo, uni¨®n y cari?o.
A finales de agosto Al-Khelaifi desanduvo lo andado y mand¨® a llamar a los jugadores que hab¨ªa puesto en el mercado para decirles que eran intransferibles y hacer hincapi¨¦ en la idea de ¡°familia¡±. Emery recomend¨® retener especialmente a Di Mar¨ªa si su venta no alcanzaba para cuadrar cuentas. Al-Khelaifi confi¨® en que la compra diferida de Mbapp¨¦ ¡ªque no entrar¨¢ en las cuentas hasta 2018¡ª amortiguar¨ªa la inspecci¨®n de la UEFA.
Al-Khelaifi ha disgregado accidentalmente su plantilla entre prescindibles e intocables. Entre los intocables destacan dos: Marquinhos y Cavani, ambos convertidos en inesperados agentes de los damnificados.
Dicen los testigos que Al-Khelaifi parece superado ante un incendio que sigue activo. Al mando de los bomberos, Emery aboga por conseguir una convivencia sostenible que les permita competir por ganar la Champions, gran obsesi¨®n de los propietarios qatar¨ªes. Cuenta para ello con la labor diplom¨¢tica de Thiago Silva, Thiago Motta y Dani Alves, tres de los cinco l¨ªderes morales ¡ªMarquinhos y Cavani son los otros¡ª de un grupo de jugadores atomizado.
El jueves, en un intento pacificador, Alves invit¨® a la plantilla a cenar a un restaurante chic del distrito XVI. La velada, seg¨²n un asistente, se anim¨® tanto como un funeral.
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