A ver si le va a faltar gol al Madrid
Tres pinchazos bastan para que la desaz¨®n cunda en parte del madridismo, que es muy de desazonarse
Acostumbra uno en sus ratos libres a recabar la opini¨®n de gente de orden, entre los que incluso hay compa?eros de trabajo, acerca de los ¨²ltimos acontecimientos futbol¨ªsticos, que m¨¢s veces de lo recomendado giran en torno al Madrid y el Bar?a. Son pareceres que ayudan a la hora de dar cuerpo y forma a este chascarrillo que leen. No diremos nombres, pues poco le interesan al lector las compa?¨ªas que este opinador frecuente, pero s¨ª es noticioso exponer que entre algunos madridistas ha enra¨ªzado la sensaci¨®n de que las cosas no van bien. Es curioso que as¨ª sea trat¨¢ndose de un equipo que en los ¨²ltimos tiempos lo ha ganado todo y de qu¨¦ manera. Pero lo ocurrido en la Liga, con dos empates y una derrota en casa consecutivos, ha provocado una cierta desaz¨®n en algunos aficionados, muy de desazonarse, quiz¨¢ porque est¨¢n poco acostumbrados a este tipo de percances. ¡°La Liga est¨¢ perdida¡±, lleg¨® a proclamar uno de ellos tras ver al equipo alejarse a siete puntos del Bar?a. Lo mismo da que del torneo solo se hayan disputado seis jornadas. Uno, ¨¢vido por ampliar sus conocimientos, pregunt¨® a qu¨¦ se deb¨ªa semejante estado de pesimismo, de dif¨ªcil comprensi¨®n teniendo en cuenta que esto no ha hecho m¨¢s que empezar. ¡°Nos falta gol¡±, fue la respuesta. Conven¨ªa pues asegurarse de que servidor y su interlocutor hablaban del mismo equipo, el Madrid, ese que ha estado 73 partidos seguidos marcando. Aclarado que s¨ª, que era el Madrid, quedaba por saber si tan extra?a sequ¨ªa se deb¨ªa a la ausencia que hubo de Cristiano, la que hay de Benzema o a que los brutales taconazos que se inventa Bale en el aire y de espaldas dan en el poste. ¡°Lo que ocurre es que se nota mucho la falta de Morata¡±, fue la respuesta. Ya no hubo m¨¢s preguntas.
Tiempo atr¨¢s el Madrid sacaba adelante algunos de sus partidos con goles que algunos calificaban de milagrosos, y que adquir¨ªan esa condici¨®n por el mero hecho de llegar en los instantes finales de un partido. No culpaban de ello a la fe de los futbolistas y mucho menos a los conocimientos de Zidane, ese se?or tan simp¨¢tico que no ha necesitado inventar el f¨²tbol para ser uno de los personajes m¨¢s trascendentes en la historia del f¨²tbol. Aquellas remontadas eran cosa del azar, representado por una flor que el t¨¦cnico ten¨ªa en salva sea la parte. As¨ª que como en los ¨²ltimos partidos no ha habido remontada que echarse a la boca, pues tocaba interrogar a Zidane sobre el destino del famoso capullo que luc¨ªa en lo m¨¢s ¨ªntimo de su anatom¨ªa: ¡°Sigo teniendo flor, no os preocup¨¦is¡±, contest¨® el t¨¦cnico para tranquilidad del madridismo y de los bot¨¢nicos.
¡°La gran depresi¨®n¡±, titul¨® un peri¨®dico de Barcelona en su portada tras aquellos tropiezos del Madrid en Chamart¨ªn. Servidor cree que es un poco temprano para emitir tan grave diagn¨®stico. Y no ya porque el Madrid haya ganado cuatro t¨ªtulos en los ¨²ltimos cuatro meses, sino porque uno, en su ignorancia, ve c¨®mo sus jugadores, uno tras otro, d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n, acuden al club ataviados con sus mejores galas a firmar sus contratos de renovaci¨®n. Y se hacen fotos, adem¨¢s. Da la sensaci¨®n de que existe un proyecto deportivo en el club y que los futbolistas quieren participar en ¨¦l. Pero es solo eso, una sensaci¨®n. Porque esto del f¨²tbol cambia a una velocidad de v¨¦rtigo. Que se lo digan a Ernesto Valverde, t¨¦cnico del Barcelona, que acaba de dejar una reflexi¨®n para el recuerdo. ¡°A un lado del muro est¨¢n Madrid y Bar?a. Yo vengo de la otra parte del muro as¨ª que... ?La crisis del Madrid? Hace un mes el Bar?a era una hecatombe¡¡±. Es lo que tiene el sentido com¨²n, que permite decir cosas as¨ª de sensatas.
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