Un afortunado Barcelona derrota al Sporting
Un gol en propia puerta de Coates desequilibra un partido muy competido y bien jugado por el Sporting ante un err¨¢tico Barcelona
Habr¨¢ que abrir una lista con los goleadores en la propia porter¨ªa al lado de la clasificaci¨®n que corona a Messi como pichichi para explicar el liderato del Bar?a en la Liga y en la Champions. Tosca (Betis), Aday y Gorka (Girona) y anoche Coates se han convertido en los mejores delanteros del Barcelona. Tuvieron mucha suerte los azulgrana de la ayuda del central del Sporting para cantar victoria en el Jos¨¦ Alvalade. Jugaron un mal partido, sin control ni jerarqu¨ªa, siempre muy expuestos, tal que fueran un equipo peque?o, nada que ver con el l¨ªder de la Liga, vencedor en los ¨²ltimos ocho partidos, igual que en los tiempos de Tata Martino.
El Sporting siempre podr¨¢ argumentar que si perdi¨® su primer partido de la temporada fue por m¨¦rito suyo despu¨¦s del tanto que se meti¨® Coates. Un castigo excesivo si se atiende al f¨²tbol que despleg¨® ante el afortunado Barcelona, que refrend¨® con mucho sudor su liderato y condici¨®n de favorito del grupo D, ya ganador en su estreno ante la Juventus. El marcador result¨® tan cruel para los portugueses que a nadie le sorprendi¨® que el encuentro se acabara con el estadio coreando el nombre de Cristiano Ronaldo, m¨¢s protagonista que el Barcelona de Messi en la segunda jornada de la Champions. Europa le viene grande todav¨ªa al Bar?a mientras completa el equipo Valverde.
Tiene el Bar?a un hueco en la alineaci¨®n que el t¨¦cnico cubre de distinta manera, seg¨²n el partido y la forma de los jugadores, condicionado por la lesi¨®n de Demb¨¦l¨¦. Hay d¨ªas en que juega un extremo (Deulofeu), en ocasiones comparece un falso lateral (Aleix Vidal), tambi¨¦n la ocup¨® un ariete (Alc¨¢cer) y hasta ha asomado un interior (Denis Su¨¢rez). Ayer form¨® Sergi Roberto, un volante vers¨¢til, capaz de descolgarse en la punta de ataque o de recogerse como zaguero derecho, la mejor soluci¨®n para flexibilizar el dibujo (4-3-3 o 4-4-2). La apuesta favoreci¨® una cierta indefinici¨®n y no por culpa precisamente de Sergi Roberto.
Los azulgrana tantearon el partido sin tino ni mando, inseguros por la presi¨®n del Sporting. Los leones de Jorge Jesus apretaban mucho y bien y redujeron el campo a la mitad ante la sorpresa del Bar?a, excesivamente chato y plano, sin desequilibrio ni m¨¢s profundidad que los pases interiores de Messi. El Bar?a ten¨ªa la pelota, casi siempre en la zona de medios, lejos del ¨¢rea de Rui Patricio, mientras el partido discurr¨ªa por donde quer¨ªa el Sporting, un equipo de pierna fuerte, valiente y ambicioso en las transiciones hacia Ter Stegen. A Piqu¨¦ y Semedo les faltaban piernas para tapar al bravo Acu?a.
Bataglia y William Carvalho le pusieron el encuentro muy dif¨ªcil al Barcelona. La igualdad era m¨¢xima y m¨ªnimas las ocasiones, a excepci¨®n de un remate claro de Luis Su¨¢rez que sac¨® Rui Patricio. El uruguayo no est¨¢ preciso y a Piqu¨¦ siempre le cost¨® ponerse a punto, circunstancia que limit¨® el poder en las ¨¢reas de los azulgrana, aliviados por el buen hacer desde los costados de Sergi Roberto y Jordi Alba. Mathieu y Coentrao, excelentes en la defensa de ayudas, tapaban siempre los tiros de Messi en un choque abierto, nada c¨®modo para el Bar?a. El Sporting cerraban las l¨ªneas de pase de los chicos de Valverde.
Al rescate del Bar?a acudi¨® el propio Sporting. No sirve de nada que los defensas marquen muy bien a los delanteros rivales si despu¨¦s se meten el gol en su arco como pas¨® tambi¨¦n en Lisboa. Las faltas condenaron a los portugueses, castigados por las tarjetas del ¨¢rbitro, el rumano Hategan. Acu?a golpe¨® a Semedo, el lanzamiento lo bot¨® Messi y la pelota entr¨® en el marco despu¨¦s de una carambola que comprometi¨® a Mathieu, Dost, Su¨¢rez y Coates. Una jugada afortunada que desquici¨® a la hinchada, col¨¦rica con el ¨¢rbitro y feliz por c¨®mo Mathieu secaba a Messi.
El franc¨¦s le gan¨® hasta tres carreras consecutivas al argentino para que el Sporting no se rindiera ante el 0-1 del Bar?a. No sab¨ªan imponerse los azulgrana, inc¨®modos y err¨¢ticos, incapaces de cerrar la contienda en el Alvalade. Ter Stegen tuvo que intervenir de nuevo ante un tiro franco de Bruno Fernandes, un jugador de gatillo f¨¢cil, siempre amenazante para el Bar?a. Hubo un momento en que pareci¨® no haber m¨¢s azulgrana que el coloso Umtiti. Aguantaron como pudieron los barcelonistas, y sellaron un triunfo para seguir pensando, continuar buscando la alineaci¨®n ¡ªpara delantero postizo sirven de momento los goles en propia porter¨ªa¡ª, practicar con la pelota, ayer esquiva, y saber a qu¨¦ se puede aspirar en la Liga y en Europa.
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