Misterio Gareth Bale

Gareth Bale se retir¨® del partido en Dortmund en el minuto 84 aparentemente acalambrado en su pierna izquierda. Aquella noche del martes 26 de septiembre, instantes despu¨¦s de que los problemas musculares volviesen a asomar en el gal¨¦s, Zinedine Zidane hizo un llamamiento a la calma y dijo que lo que sufr¨ªa su muchacho era solo eso, unos calambres en el gemelo izquierdo. Result¨® no ser as¨ª. La posterior exploraci¨®n mostr¨® que el problema era mayor y no resid¨ªa en el gemelo sino m¨¢s arriba, en los isquios, seg¨²n aseguraban desde el Madrid. Zidane lo confirm¨® el s¨¢bado, horas antes del partido de Liga frente al Espanyol, para el que no pudo contar con el atacante.

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?Qu¨¦ le duele a Gareth Bale?

Al d¨ªa siguiente y pese a sus dolencias, Bale puso rumbo a Gales para concentrarse con su selecci¨®n, donde se ejercit¨® en una sesi¨®n y, a petici¨®n del Madrid, volvi¨® a ser examinado. Las pruebas le descartaron para las citas internacionales y revelaron una nueva modificaci¨®n sobre la zona afectada. El Madrid, que hasta la noche del martes segu¨ªa se?alando a los isquios como foco de su lesi¨®n, comunic¨® ayer que lo que sufr¨ªa Bale era ¡°un edema sin rotura fibrilar en el s¨®leo de la pierna izquierda¡±. Un diagn¨®stico que varios especialistas en recuperaci¨®n de lesiones tildan de ¡°imposible¡±. Aseguran que si hay un dolor espec¨ªfico persistente y localizado, y hay edema en una resonancia magn¨¦tica es "matem¨¢ticamente imposible" que no exista rotura. Afirman, por lo tanto, que el Madrid no cuenta toda la verdad. El secretismo y el continuo cambio de discurso del club y sus servicios m¨¦dicos envuelven de inc¨®gnitas y dudas todo lo que concierne al estado f¨ªsico de Bale. ?Qu¨¦ le ocurre? La pregunta parece no tener respuesta. Ahora el problema, dice el Madrid, no es el muslo, sino el gemelo. O quiz¨¢ los dos. Todo es misterio en Gareth Bale.

En solo ocho d¨ªas, se ha modificado hasta en tres ocasiones la versi¨®n sobre las dolencias del atacante, acechado de nuevo por la sombra de sus continuas lesiones musculares. "Dan mensajes confusos, pero es un caso en el que los datos son objetivos. Todos los a?os desde su llegada se ha perdido un gran n¨²mero de partidos a causa de lesiones musculares. Es un atleta espectacular, pero su fragilidad est¨¢ ah¨ª. Hace falta saber el porqu¨¦ e intentar poner todos los medios para corregirlo", dice Alfonso del Corral, responsable de los servicios m¨¦dicos del Real Madrid entre 1994 y 2007. A d¨ªa de hoy y tras cuatro a?os en Madrid, ni el club ni ninguno de los m¨¦dicos a los que ha acudido el gal¨¦s han sido capaces de encontrar el problema ni de erradicar las lesiones. Ning¨²n m¨¦todo o tratamiento mec¨¢nico adoptado ha resultado exitoso. "Hay que analizar qu¨¦ es lo que falla, estudiarlo y corregirlo. El factor o factores son mec¨¢nicos: las cargas, la pisada, la fatiga... Da la sensaci¨®n de que est¨¢n perdidos, de que no saben ni qu¨¦ hacer", asegura un especialista que prefiere mantener el anonimato. "El Real Madrid dispone de grandes profesionales y no hay dudas de que est¨¢n poniendo todo lo que saben y sus cinco sentidos en este caso", especula Del Corral.

Los especialistas aseguran que si hay edema en una resonancia magn¨¦tica es imposible que no exista rotura

Bale cuenta ya 15 lesiones musculares de blanco, pr¨¢cticamente una cada dos meses y medio de competici¨®n desde que llegase en agosto de 2013. El n¨²mero de partidos que se ha perdido por dolencias musculares asciende a 46, o lo que es lo mismo, casi una temporada completa, casi el 20% del total de los partidos que ha disputado el Madrid en estos cuatro a?os. La cifra asciende a 66 duelos y un porcentaje de m¨¢s del 26% si se atiende a todo tipo de lesiones. Con el problema a¨²n por atajar, Marcos ?lvarez, preparado f¨ªsico de Juande Ramos que?tuvo a sus ¨®rdenes a Bale en la temporada 2007-2008 en el Tottenham, apunta a su estilo de juego como causa base. "Es un portento, con 18 a?os ya ten¨ªa desarrollada la estructura muscular, pero ya son 10 a?os castigando sus m¨²sculos al m¨¢ximo al nivel y eso, sumado a la explosividad de su juego, le hace ser m¨¢s tendente a sufrir roturas", asegura, y apunta a ser minucioso en los aspectos que se pueden controlar. "Hay que medir la intensidad al nivel de la carrera, que no se produzcan desajustes, tambi¨¦n los apoyos, las dismetr¨ªas, si est¨¢ o no acalambrado...".

?Factor psicol¨®gico?

Desde la distancia, ve en el cambio de posici¨®n un motivo para que el problema se haya acentuado. "Las lesiones se han acrecentado en su nuevo rol. Ahora tiene que hacer trabajos m¨¢s intermitentes y de m¨¢s explosividad que cuando jugaba de lateral, que era un aut¨¦ntico carrilero y estaba continuamente corriendo la banda. Las caracter¨ªsticas de su juego ya no son las mismas", expone mientras explica que eso supone tambi¨¦n un cambio en la rutina para no da?ar al m¨²sculo. "Requiere otro tipo de esfuerzos y eso hace que haya tenido que mejorar su t¨¦cnica de carrera y sus prestaciones e incluso que en el entrenamiento haya tenido que especificar todo tipo de situaciones, ya sea t¨¢ctica, f¨ªsica o t¨¦cnicamente".

Pese a que los especialistas en este tipo de lesiones no quieren mirar m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente mec¨¢nico, tanto ?lvarez como el doctor Alfonso del Corral consideran crucial la carga psicol¨®gica que acumula Bale. "Ha pasado momentos bastante complicados y ha estado jugando con mucha presi¨®n. Eso afecta a la hora de sufrir una lesi¨®n", dice el preparador f¨ªsico. ¡°Es un c¨ªrculo vicioso, no se da con la tecla de por qu¨¦ tiene esa fragilidad muscular y por otro lado esa sobrecarga psicol¨®gica de ver que se repite una y otra vez le provoca un estado de ansiedad horroroso", expone Del Corral. "Es un hombre brillante al que esto le est¨¢ lastrando. He tenido casos similares, con esa fragilidad y esa tensi¨®n emocional. A Bale hay que quitarle esa presi¨®n, la tensi¨®n, y llevarlo con la m¨¢xima naturalidad".

Nadie sabe si es esta u otra la causa que lastra a Bale, un jugador martirizado por los m¨²sculos y envuelto en el m¨¢s absoluto misterio.