Mourinho vuelve donde todo comenz¨®

All¨ª donde todo empez¨® regresa Jos¨¦ Mourinho, que vuelve a Lisboa, al campo del Benfica, el escenario donde hace 17 a?os se estren¨® como m¨¢ximo responsable de un banquillo tras lanzarse al ruedo para sustituir a Jupp Heynckes cuando apenas era un meritorio. Hab¨ªa pasado por Sporting, Oporto y Barcelona, hab¨ªa emergido desde un rol como traductor de campo a auxiliar t¨¢ctico, primero con Bobby Robson y despu¨¦s con Louis Van Gaal. Aquel oto?o del 2000 apenas dirigi¨® once partidos al Benfica, destituido tras golear al Sporting en un derbi lisboeta porque al club hab¨ªa llegado un nuevo presidente. Hoy, con 25 t¨ªtulos en el bolsillo, es una celebridad que se sit¨²a en el punto de inicio y se declara a mitad de trayecto. ¡°¡°M¨¢s o menos me quedan unos quince a?os como entrenador¡±, apunta. Y barrunta que no los cumplir¨¢ en su actual destino del Manchester United, que no se convertir¨¢ en un sos¨ªas de sir Alex Ferguson. ¡°Es imposible en el f¨²tbol moderno que un t¨¦cnico se pase quince o veinte a?os en un mismo club. Wenger ser¨¢ el ¨²ltimo que lo haga¡±, a?ade.

Mourinho acaba contrato en junio de 2019 y dice que no tiene intenci¨®n, a corto plazo, de firmar una extensi¨®n. Mientras tanto ya se debate sobre una eventual renovaci¨®n o un inter¨¦s por apuntarse al reto del Par¨ªs Saint-Germain. Se discute tambi¨¦n sobre su aportaci¨®n futbol¨ªstica al Manchester United. ¡°Puedo ser ingenuo o rom¨¢ntico, pero creo que entrena en un club que debe jugar para ganar¡±, explic¨® Peter Schmeichel, leyenda de la entidad, tras declararse ¡°aburrido¡± por el espect¨¢culo deparado el s¨¢bado en Anfield, un empate a cero sin chicha. ¡°En el Liverpool jam¨¢s podr¨ªa jugar as¨ª¡±, dispar¨® el t¨¦cnico local Jurgen Klopp despu¨¦s del partido. ¡°Con Ferguson jam¨¢s hubi¨¦semos salido con ese plan. Ten¨ªamos una actitud y una mentalidad ganadora¡±, zanj¨® Dwight Yorke, que como Schmeichel estaba en aquel equipo campe¨®n europeo en la memorable final de Barcelona ante el Bayern.

El campe¨®n portugu¨¦s recibe este mi¨¦rcoles al Manchester United en un partido fronterizo para los inquilinos del Estadio da Luz porque no han sumado en los dos primeros partidos y estar¨ªan al filo de la eliminaci¨®n si no vencen. ¡°Necesitan ganar los cuatro partidos¡±, entiende Mourinho, que llega a Lisboa sin Bailly, Pogba y Fellaini, pero tambi¨¦n tras doblegar a Basilea y CSKA. Tres meses despu¨¦s de ponerse en acci¨®n con la gira americana de pretemporada, tras 16 partidos, solo el Real Madrid fue capaz de derrotarle para llevarse la Supercopa europea. 349 millones de euros despu¨¦s, el Manchester United ha armado en los dos ¨²ltimos a?os para Jos¨¦ Mourinho un equipo que ya aspira a todo, exuberante por f¨ªsico, pero a ratos chato por f¨²tbol.

Todo es desmesurado en los n¨²meros que contemplan a Mourinho, en t¨ªtulos y en las inversiones que maneja. Justo ahora que regresa a su primera parada puede repararse en que desde que es entrenador los equipos con ¨¦l al frente gastaron 1.435 millones de euros en refuerzos, 138 de los cuales acabaron en las arcas del Benfica. Tiago, Di Mar¨ªa, Coentrao, Matic y, este verano, Lindelof fueron reclutados por el t¨¦cnico desde el Estadio da Luz al que ahora, remodelado, vuelve en su segundo gui?o casi consecutivo al pasado. Hace quince d¨ªas estuvo en su Set¨²bal natal. El conspicuo entrenador del Manchester United dice que no cambia los homenajes por victorias, pero en su ciudad natal saben como tocarle la fibra. All¨ª, vecino al estuario del r¨ªo Sado, con un paseo que transita primero sobre el puerto pesquero y luego sobre una recoleta playa, descubri¨® la placa que se?ala el inicio de la nueva Avenida Jos¨¦ Mourinho. ¡°Esta es la excepci¨®n, prefiero los homenajes si son as¨ª¡±, zanj¨®. ¡°El Mourinho global no suplanta al de Set¨²bal¡±, le dijo su alcaldesa. ¡°Aqu¨ª es el ¨²nico lugar donde me siento yo, donde soy Z¨¦ Mario¡±, replic¨®. El Special One de los grandes coliseos asegura que muda en Um mais cuando llega a casa. Y reconoce que se siente extra?o. Tampoco deja de llamar la atenci¨®n que su reci¨¦n estrenada avenida muera en una rotonda sin salida.