El bostezo centenario de Messi en la victoria del Barcelona ante el Olympiacos
El gol 100 del delantero en competiciones europeas sentencia un c¨®modo partido para un Bar?a diezmado por la expulsi¨®n de Piqu¨¦
Aunque pintan bastos en Catalu?a, la vida contin¨²a de color de rosa en el Camp Nou, a puerta cerrada o abierto a la gente, porque el Bar?a no para de ganar y Messi no se cansa de marcar goles y dar asistencias en la Liga y en la Champions. A pesar de ser un rosarino que juega en el campo del Bar?a, el 10 nunca descansa, acaso bosteza en jornadas como la de ayer, ante un rival menor, sin apenas gente en la grada (55.026 espectadores), la Diagonal atascada, el pa¨ªs tensionado pol¨ªticamente y una imponente cortina de lluvia como bienvenida en el Camp Nou. No fue precisamente el mejor d¨ªa del argentino y, sin embargo, sus detalles exquisitos llenaron el Camp Nou.
La obsesi¨®n de Messi es ganar cada partido con el Bar?a. El equipo del 10 asumi¨® jugar a puerta cerrada ante Las Palmas y ayer regres¨® al campo mientras se desplegaba un mosaico con el lema Di¨¤leg, Respecte i Esport, demasiado neutro al parecer de la mayor parte del p¨²blico, que rompi¨® a gritar ¡°llibertat, llibertat¡± ¡ªen referencia a los presidentes de la ANC Jordi S¨¢nchez y de ?mnium Jordi Cuixart¡ª, despu¨¦s de pitar estruendosamente el himno de la Champions. Acabado el protocolo, los futbolistas fueron a por el partido con una formaci¨®n muy titular, excepci¨®n hecha de Digne, sustituto del lesionado Alba, y, si se quiere, de Paulinho y Deulofeu.
El extremo abri¨® el campo por la derecha y desde el inicio no se cans¨® de regatear y poner centros para Messi y Luis Su¨¢rez. Jugaba muy inclinado el Bar?a y no paraban de resbalar los muchachos de Valverde. La lluvia calaba hondo, la pelota se escurr¨ªa r¨¢pido, los jugadores llegaban tarde, las faltas se suced¨ªan y se defend¨ªa con diez el Olympiacos. El partido parec¨ªa sencillo para el Barcelona porque el rival es el colista del grupo y el quinto clasificado de la Liga de Grecia. El gol llegar¨ªa necesariamente pronto por el costado de Deulofeu porque los barcelonistas solo atacaban por el flanco del extremo de Riudarenes.
Deulofeu centr¨® y Nikolau puso la pierna para batir a su portero Proto. Los pocos aficionados reunidos en el estadio se pusieron a celebrar el gol y a reclamar la independencia como es costumbre cada vez que el reloj llega a los 17m.14s mientras se mostraban dos pancartas: Freedom for Catalunya y Llibertat Jordis. Hab¨ªan coincidido muchas cosas en un minuto y rugi¨® el Camp Nou. La hinchada volvi¨® a la calma, hasta que la Grada d'Animaci¨® exhibi¨® un cartel con la frase Forza Galiza, y siguieron a lo suyo Deulofeu y Paulinho, azotes del equipo de Lemonis.
No hab¨ªa manera, sin embargo, de que alg¨²n azulgrana metiera un gol a Proto. El ¨¢rea griega era una montonera y Piqu¨¦ meti¨® la mano, seguramente de forma instintiva, para colar la bola en el arco del Olympiacos. El ¨¢rbitro le pill¨® y le sac¨® la segunda tarjeta despu¨¦s que hubiera cargado con una por una entrada a Odjidja. Valverde meti¨® a Mascherano en la cancha y quit¨® a Deulofeu, seguramente el cambio m¨¢s f¨¢cil y convencional siempre que no se defienda con tres, una soluci¨®n nada extra?a por otra parte en el Bar?a. El fondo norte, mientras, continuaba a lo suyo ¡ª ¡°Llibertat¡±, ¡°Llibertat¡±¡ª y a?ad¨ªa la petici¨®n de dimisi¨®n de Bartomeu.
No pasaba nada en la cancha porque la posesi¨®n barcelonista era inocua y aburrida, sin picante ni remate, y el Olympiacos se estiraba de vez en cuando hacia el costado de Digne y las entradas de Carcela. Lemonis incluso dio un paso adelante con la entrada de Djurdjevic por Gillet. No sab¨ªa jugar el Bar?a con 10. No arriesgaba ni consegu¨ªa tener la pelota, reiterativo en las p¨¦rdidas, nervioso porque el partido continuaba abierto y no entraba en juego Messi. Hasta que lleg¨® un golpe franco muy cerca del balc¨®n del ¨¢rea y el portero se trag¨® el tiro del 10. El guardameta se venci¨® cuando desperez¨® Messi. Ya son 50 goles en 2017 y 100 en Europa.
Messi despert¨® cinco minutos y se marc¨® una jugada en el ¨¢rea peque?a, cerca de la l¨ªnea de fondo, que vali¨® por el partido: gir¨® el cuerpo de fuera hacia dentro y puso el pase de la muerte para tres jugadores: Iniesta, Paulinho y Digne. No acertaron los volantes para suerte del lateral, que la cruz¨® al poste izquierdo de Proto. El partido se acab¨® con el 3-0 para el Bar?a porque Messi no logr¨® que marcara Su¨¢rez. La hinchada continu¨® con sus reivindicaciones mientras la seguridad del estadio reduc¨ªa a un espontaneo. Los azulgrana se distrajeron y Nikolau cabece¨® un c¨®rner a la red de Ter Stegen. Un mal menor para el victorioso equipo del 10. La vida sigue siendo bella en el Camp Nou con el Bar?a de Messi.
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