El Real Madrid luce car¨¢cter ante el CSKA de Sergio Rodr¨ªguez

La que iba a ser la noche de Sergio Rodr¨ªguez acab¨® convirti¨¦ndose en una demostraci¨®n de car¨¢cter del Real Madrid. Con el orgullo de sus veteranos, Felipe y Rudy, la intrepidez de Campazzo y la conexi¨®n eslovena, Doncic-Randolph, los blancos marcaron territorio ante el CSKA para revindicar su escarapela competitiva, inagotable en la era Laso. "Era el primer d¨ªa grande de la temporada y hemos transmitido que est¨¢bamos preparados. Me ha gustado mucho la conexi¨®n con la grada. Ha sido una victoria en equipo", explic¨® el entrenador madridista que, "dentro de la alegr¨ªa", lament¨® las lesiones "feas y graves" de Kuzmic (rodilla izquierda) y Randolph (hombro derecho). A la espera del parte m¨¦dico oficial, la del p¨ªvot serbio apunta a una rotura de ligamentos que le har¨ªa perderse el resto de la temporada, mientras que la del estadounidense parece simplemente una luxaci¨®n que le tendr¨ªa fuera del equipo entre tres y cuatro semanas. Victoria dolorosa del Madrid.

Se reeditaba el cl¨¢sico m¨¢s rutilante del continente entre los dos equipos m¨¢s laureados de la competici¨®n (nueve t¨ªtulos para los blancos; y siete para los rusos). Se med¨ªa la pujanza de dos de los principales candidatos a destronar al Fenerbah?e de Obradovic (14 presencias en las ¨²ltimas 15 ediciones de la Final Four para los moscovitas; cinco en las ¨²ltimas siete para los madridistas). Pero, sobre todo, se testaba el estado sentimental del madridismo. El regreso de Sergio Rodr¨ªguez, vestido de rojo y sin Llull enfrente, colocaba a gran parte del lasismo con un esguince de coraz¨®n por ver su esencia dispersa sin el eximente de la NBA de por medio.

La gran pregunta de la noche qued¨® resuelta en los proleg¨®menos del partido. Sergio Rodr¨ªguez fue recibido con una ovaci¨®n sentida pero algo timorata, similar a la de otros ex como Joan Plaza. Una mezcla de agradecimiento por lo vivido y desencanto por lo que pod¨ªa ser y no es. Despu¨¦s, con el partido en juego, la respuesta ambiental deriv¨® en un batiburrillo de sensaciones hacia El Chacho. La taurina divisi¨®n de opiniones reuni¨® pitos, aplausos e indiferencia, con miradas fiscalizadoras de los aficionados madridistas entre s¨ª. Una escena que tuvo su m¨¢ximo exponente con la primera canasta del base tinerfe?o, un triple que descoloc¨® los convencionalismos porque, para muchos, el rival no era el enemigo.

En mitad del refer¨¦ndum popular, el primer cuarto se decidi¨® a favor de los blancos gracias a la productiva brega en la pintura de Felipe y Ay¨®n (11 rebotes del mexicano) y a los bingos epis¨®dicos desde el triple de Doncic, Causeur y Rudy. Aplicados defensivamente ambos equipos, los de Laso contuvieron de inicio a De Colo mientras que Kurbanov se convirti¨® en la sombra de Doncic. La f¨®rmula le funcion¨® un rato a Itoudis pero, cuando las bisagras del alero ruso reclamaron descanso, la joya eslovena cogi¨® carrerilla.

Lesiones graves de Kuzmic y Randolph

En plena ebullici¨®n despu¨¦s de una semana fant¨¢stica en territorio comanche ¡ªcon 27 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias ante el Efes (32 de valoraci¨®n) y 16 puntos, siete rebotes y 10 asistencias ante el Valencia (25 de valoraci¨®n)¡ª, Doncic tambi¨¦n fue determinante ante el CSKA (14 puntos y 7 rebotes). Hasta la vuelta de Llull, este Madrid es una aventura liderada por un ni?o prodigio que apura cada minuto en la pista con la determinaci¨®n de los elegidos y el deseo de agradecer con t¨ªtulos de su cosecha la tutela recibida en Madrid desde los 13 a?os. Una vez m¨¢s, Doncic volvi¨® a tirar del carro primero para encender el tocadiscos despu¨¦s. Entre el minuto y el 19, el esloveno, en perfecta alianza con un notable Randolph (m¨¢ximo anotador con 16 puntos), desat¨® una tormenta en forma de 14-3 de parcial que dej¨® el marcador en 45-31 al borde del entreacto. Para entonces, la ¨²nica preocupaci¨®n de los blancos era la fea lesi¨®n de Kuzmic, retirado en silla de ruedas y entre l¨¢grimas, tras un mal apoyo de la rodilla izquierda en una jugada con Hunter.

La tensi¨®n fluctuaba pero quedaba relativizada cuando los contendientes tomaban conciencia de que se trataba, tan solo, de la segunda jornada continental. La temporada pasada rebaj¨® la importancia de liderar el marat¨®n de 30 jornadas antes del top 8 puesto que tanto Madrid como CSKA, primero y segundo respectivamente en la Liga regular, acabaron disputando la final de consolaci¨®n en Estambul. El t¨ªtulo se lo llev¨® el Fenerbah?e, que acab¨® con 12 derrotas la primera fase ¡ªcinco m¨¢s que los blancos y solo dos menos que el noveno clasificado¡ª y lleg¨® a la Final Four con el factor cancha en contra en cuartos. Haciendo c¨¢lculos y confiando en su renta, fren¨® el Madrid y concedi¨® el reenganche a su rival.

Clyburn y Higgins rearmaron al CSKA (16 puntos entre ambos en ese tramo) y la contienda volvi¨® a equilibrarse. En mitad de la reacci¨®n rusa, el Madrid perdi¨® a Randolph, que dej¨® la pista dolorido del hombro derecho tras una luxaci¨®n, y los nervios con los ¨¢rbitros. Doncic se llev¨® una t¨¦cnica por protestar a los colegiados y el ej¨¦rcito rojo aprovech¨® para ajustar cuentas (56-55, m. 31). Emergieron entonces los cl¨¢sicos, con Felipe y Rudy al mando de las operaciones y Maciulis anotando un triple clave para salir de su ostracismo.

Con la jerarqu¨ªa de sus veteranos, el Madrid sali¨® de su atasco a lo grande y la agitaci¨®n de Campazzo complet¨® otro zarpazo brutal en un santiam¨¦n (15-4 en tres minutos: 71-59). La voraz defensa madridista amedrent¨® al CSKA y marc¨® la cota de referencia para los d¨ªas importantes. Igual que en Valencia, Taylor acab¨® con la intriga con un triple desde el rinc¨®n (76-66, m. 37). Dijo Felipe en la v¨ªspera que recibir¨ªan a Sergio Rodr¨ªguez con cari?o pero que "se ir¨ªa calentito¡±. El Chacho acab¨® con ocho puntos, sin rebotes ni asistencias. El Madrid, en el primer d¨ªa grande de la temporada, venci¨® 82-69. "Ha sido una semana de emociones y un partido especial, extra?o. He notado que la gente ha estado bien conmigo. Le deseo lo mejor al Madrid", cont¨® el protagonista de la noche tras el partido. "Me alegro de que la mayor¨ªa le haya recibido muy bien porque ha hecho mucho por este club, pero tambi¨¦n le han silbado durante el partido. Y tambi¨¦n se lo merece por jugar contra el Madrid", remat¨® Laso con humor.