El Tottenham barre al Liverpool y desaf¨ªa al United
El equipo de Pochettino aprovecha la inconsistencia de su rival para imponerse 4-1 antes de viajar a Old Trafford, en donde disputar¨¢ el segundo puesto al Manchester de Mourinho
Los equipos campeones no solo ganan porque juegan mejor que sus rivales. Se imponen porque son capaces de persuadir. Convencen a sus adversarios de que el esfuerzo es in¨²til. Invitan al sometimiento, de modo que la sola idea de la batalla resulta disuasoria. Esta fue la sensaci¨®n que reflej¨® el Liverpool en su visita a Wembley. En su feudo provisional, el Tottenham lanz¨® un mensaje devastador. En un cuarto de hora, dos goles, un tiro al palo y la bandera blanca de un Liverpool esforzado pero insustancial. El 4-1 final consagra al Tottenham como un aspirante s¨®lido al t¨ªtulo de la Premier. Con esas credenciales viajar¨¢ el s¨¢bado que viene a Old Trafford a determinar el segundo puesto frente al Manchester United. Al cabo de la novena jornada ambos conjuntos se encuentran empatados a puntos (20), todav¨ªa a tiro del City (25).
La hinchada enton¨® el himno sagrado: Cuando los ?ngeles del Cielo Vengan Marchando. Bastaron cuatro minutos para invitar a la gente a la algarab¨ªa y los coros. Un saque de banda de Trippier, una combinaci¨®n r¨¢pida entre Dele Alli y Eriksen, el bal¨®n otra vez para Trippier y el pase a Kane. Abracadabra. La presi¨®n rota, el fuera de juego inocuo, y el diez del Tottenham frente al portero Mignolet, desesperado en la salida. Toque con la derecha, toque con la izquierda, enga?o al Mignolet, enga?o a Lovren y enga?o a Matip. Tres humillaciones en una y gol del Tottenham.
El Liverpool no se repuso del golpe. Lanzado al ataque en campo contrario, no reaccion¨® a tiempo para protegerse del saque de porter¨ªa de Lloris. El meta busc¨® a Kane con la mano y su lanzamiento de 50 metros fue insospechadamente letal. Lovren, el ¨²ltimo hombre, fue al despeje de cabeza pero midi¨® mal y, otra vez, Kane se qued¨® solo. Con todo el campo por delante y Mignolet desesperado al fondo. Mientras Matip regresaba resolpando, el delantero le meti¨® el pase a Song para que marcara con m¨¢s ventaja. El 2-0 subi¨® al marcador a los 11 minutos. Song envi¨® un tiro al larguero a los 15 minutos, tras desmarcarse entre los dos centrales.
Klopp no pudo evitar sustituir a Lovren a la media hora. El paisaje que le ofrec¨ªa su equipo, y en particular el preocupante estado de su defensa central, no le dieron alternativa ante la necesidad de actuar, aunque la actuaci¨®n no sirva de nada. El ingreso de Oxlade-Chamberlain tuvo el aroma de las formalidades puras.
El Liverpool respondi¨® con sudor pero sin convicci¨®n. Milner colg¨® un par de centros, Coutinho hizo algunos buenos regates, y el gol de Salah en el minuto 24 apenas supuso un desahogo moment¨¢neo. Los jugadores que visitaron Wembley nunca dieron la impresi¨®n de sentirse superiores frente a un Tottenham prepotente en todos los registros. Firme cuando se repleg¨® en su campo, ordenado cuando presion¨® arriba y creativo cuando combin¨® con la pelota, tanto con espacios como sin sitio para correr. Con una dign¨ªsima l¨ªnea de volantes integrada por Winks como mediocentro y Eriksen con Alli en los carriles, el equipo londinense exhibi¨® soluciones para todo.?
Dele Alli hizo el 3-1 a la salida de una falta, aprovechando un rechace desde fuera del ¨¢rea; y antes de que se cumpliera una hora de juego Kane fusil¨® a Mignolet despu¨¦s de otro rechace, a la salida de otra falta.
Diego Maradona recibi¨® un peque?o homenaje al descanso en Wembley. Faltaban 45 minutos para el final pero el partido ya estaba emocionalmente cerrado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.