El ¡®Che¡¯ revoluciona al Fuenlabrada

Esta semana, los potentes focos del f¨²tbol iluminar¨¢n Fuenlabrada con motivo de la eliminatoria copera del equipo local ante el Real Madrid. Pero desde 1992, con la conmovedora acogida al Partiz¨¢n de Djordjevic y Danilovic en el pabell¨®n Fernando Mart¨ªn durante la Guerra de los Balcanes, Fuenlabrada es un reducto baloncest¨ªstico al sur de la capital. Aquella semilla que sembr¨® hace 25 a?os el equipo de Obradovic tuvo continuidad con un equipo en la ACB en el curso 1996-97. Un club luchador, por el que han pasado ilustres como Perasovic, Due?as, Prigioni, Calder¨®n, Cabezas y Ay¨®n, que estos d¨ªas vive d¨ªas felices con su mejor inicio hist¨®rico en la Liga: cinco victorias seguidas. El triunfo de la revoluci¨®n del Che, N¨¦stor Garc¨ªa.

El entrenador argentino, tres veces ganador del Campeonato Sudamericano y campe¨®n del FIBA Am¨¦ricas de 2015 como seleccionador de Venezuela, ha colocado al Montakit Fuenlabrada col¨ªder de la Liga Endesa junto al Madrid con un estilo intenso y aguerrido que ya ha derrotado a tres equipos del ¨²ltimo playoff por el t¨ªtulo (Baskonia, Unicaja y Andorra), adem¨¢s de al Bilbao Basket y al Betis. En su primera experiencia en un banquillo europeo, a los 52 a?os, el Che ha besado el santo tras un curr¨ªculo baqueteado y vocacional.

¡°Debut¨¦ como entrenador a los 24 a?os, reemplazando a Herb Brown, que se vino a entrenar al Joventut de Badalona. Yo era su asistente y me toc¨® el turno. Soy muy creyente y creo que lo decidi¨® Dios. Gan¨¦ el primer partido y hasta hoy¡±, contaba N¨¦stor Garc¨ªa hace unos d¨ªas en un encuentro con EL PA?S para hacer inventario de experiencias y ambiciones. ¡°Lo que estamos haciendo es muy dif¨ªcil. La clave es que mis jugadores est¨¢n unidos. Han querido implicarse en la idea que les propuse. Tienen ganas, compromiso y hambre. Y, en la vida, cuando tienes hambre luchas mejor por lo que quieres¡±, repasa el entrenador de Bah¨ªa Blanca, con la voz castigada y el gesto brioso con el que arenga a su tropa y espolea su capacidad defensiva.

Padre de cinco hijos, disc¨ªpulo del puertorrique?o Julio Toro, admirador de Sasha Djordjevic, y ¡°orgulloso¡± de sus cameos con la generaci¨®n dorada, N¨¦stor Garc¨ªa creci¨® en el peronismo, qued¨® ¡°marcado¡± por el golpe militar argentino y recogi¨® el apodo del Che a su llegada a Puerto Rico, ¡°simplemente por paisanaje¡± con el l¨ªder revolucionario. Una vida siempre hilvanada por el baloncesto. ¡°Fui jugador pero en mi mejor momento ya era malo as¨ª que busqu¨¦ alternativas. Jugaba de base y era el t¨ªpico chico que se crio en el club. Viv¨ªa all¨ª todo el d¨ªa¡±, detalla el m¨ªster del Fuenlabrada. ¡°Quer¨ªa ser entrenador de baloncesto, lo ten¨ªa claro y puse ah¨ª mis sue?os. Lo que no me imagin¨¦ que eso me llevar¨ªa a tantos pa¨ªses y me permitir¨ªa descubrir tantas cosas¡±, confiesa. Dirigi¨® en Argentina, Puerto Rico, Uruguay, M¨¦xico, Brasil, Venezuela y hasta Qatar. Pero se le resist¨ªa el viaje a Europa. ¡°No es f¨¢cil. Tuve oportunidades, pero cuando estaba en alguna terna al final se decantaban por los europeos. Nosotros estamos al otro lado del planeta, abajo y cruzando un oc¨¦ano. M¨¢s lejos no podemos estar. Lo que nosotros logramos tiene mucho sacrificio detr¨¢s¡±, cuenta antes de rememorar el ¡°verano del salto¡±.

¡°En Argentina hemos mamado siempre del baloncesto espa?ol desde que Le¨®n Najnudel gan¨® con el CAI Zaragoza la Copa del Rey de 1984; yo me empap¨¦ de todo lo que hac¨ªan D¨ªaz Miguel, A¨ªto, Lolo S¨¢inz; hace cinco a?os que dirijo las preparaciones de Venezuela en Espa?a... Estaba esperando esto alg¨²n d¨ªa¡±, desgrana. ¡°Me hab¨ªan invitado los Brookyn Nets y me iba a instalar una temporada en Nueva York, pero me llam¨® Jos¨¦ Quintana [presidente del Fuenlabrada]. Primero cambi¨¦ todos los planes; y, despu¨¦s de la reuni¨®n, con ¨¦l cambi¨¦ mi vida¡±, reconstruye el Che. El t¨¦cnico dej¨® atr¨¢s una Venezuela convulsa a la que hab¨ªa hecho grande en la cancha y firm¨® con un club valiente y certero a la hora de dar alternativas (siete t¨¦cnicos debutantes en 19 temporadas en la ¨¦lite y ahora un novato en los banquillos europeos). La apuesta marcha inmejorablemente.

Hace a?os fue capaz de compadrear con la mascota de su equipo, disfrazada de gorila, para espiar las t¨¢cticas del rival en los tiempos muertos. Ahora ha encandilado a su afici¨®n a base de carisma y garra. ¡°El deporte pertenece a la industria del entretenimiento. Hay que tenerlo en cuenta, pero sin dejar de velar por las esencias¡±, remata.

N¨¦stor Garc¨ªa y la memorable an¨¦cdota del gorila