Tres goles del Celta en diez minutos disparan las alertas en el Athletic
El equipo vigu¨¦s supera en la primera parte a un rival que se rehizo con orgullo, pero sin f¨²tbol
El Celta?tiene que paliar desajustes y carencias que le condenan a la irregularidad, pero maneja una idea de f¨²tbol que cuando logra expresarse no solo resulta vistosa sino efectiva. El plan es seductor y pasa por iniciar las jugadas desde el fondo y romper l¨ªneas a trav¨¦s de la b¨²squeda de espacios sin necesidad de dividir la posesi¨®n de la pelota sino a trav¨¦s de su gesti¨®n. Donde otros se quitan de encima el bal¨®n, el equipo que prepara Juan Carlos Unzu¨¦ lo mueve, que puede ser parecido, pero no es lo mismo. El Celta muestra un anzuelo y en esa trampa puede picar hasta el pez m¨¢s gordo. Lo hizo el?Athletic, que est¨¢ canino pero lleva consigo un precinto que garantiza el orgullo. As¨ª que all¨¢ que se fueron los vascos a por el rival, entraron en su cocina y se llevaron tres platos y casi el postre en un men¨² que apura a portero y zagueros que lo preparan, pero que cuando se ali?a en condiciones genera espacios y tiempo para que lo disfruten centrocampistas y delanteros. Llegaron tres goles en diez minutos, entre el 15 y el 25, un repaso que hasta pareci¨® sencillo de tan aseado como se produjo y que en definitiva, tras una serie de avatares, garantizaron la victoria al equipo gallego.
Porque el Celta?parti¨® dispuesto a someter al Athletic?y lo consigui¨®. Se encontr¨® a un rival rampl¨®n, desatento, c¨¢ndido y sin colmillo en la presi¨®n, superado en definitiva en detalles tan simples como tapar los centros hacia el fondo de su zaga. Por all¨ª avis¨® el Celta antes de golpear con un centro de Pione Sisto y un testarazo del central Sergi G¨®mez, descolgado tras un ataque previo, sin oposici¨®n para colocar un remate liftado que se convirti¨® en imposible para Kepa, un gol que abri¨® un chaparr¨®n que puso en evidencia a la defensa del Athletic, distra¨ªda, incapaz de ajustarse en una l¨ªnea que se convirti¨® en un diente de sierra para solaz de Iago Aspas, que no necesita muchos favores para activarse y ya ha cantado 101 dianas con la camiseta del equipo de su coraz¨®n.
El estandarte celti?a marc¨® dos goles en cuatro minutos y amenaz¨® desplome para el Athletic, pero nada est¨¢ escrito cuando el Celta?anda por medio porque ni siquiera cuando se pone tres arriba atesora la solidez precisa para especular con la ventaja y llegar a buen puerto sin mayores vaivenes. Es un equipo cristalino que expone virtudes y defectos, se alimenta de los primeros y anima a cualquier moribundo al mostrarle el camino de los segundos. As¨ª volvi¨® a la vida el Athletic, que acort¨® distancias antes del descanso con la en¨¦sima demostraci¨®n de que Ra¨²l Garc¨ªa es un llegador descomunal. En Bala¨ªdos encontr¨® el gol con la zurda en un bote pronto prodigioso y cambi¨® el partido porque mostr¨® la mandibula de cristal del rival.
El Celta perdi¨® el hilo con la pelota, dej¨® de encontrar caminos, se incomod¨® porque se vio obligado a jugar cerca de su ¨¢rea, a bregar ante esos centros al ¨¢rea que tanto le incomodan. Se trata de un equipo para el que cada saque de esquina o falta cruzada en contra es como una visita al dentista. Por ah¨ª busc¨® el Athletic sus opciones y las tuvo en un remate de Laporte que el meta Rub¨¦n Blanco sac¨® sobre la l¨ªnea. O en otro de Unai N¨²?ez que se fue cerca del palo cuando ya no cab¨ªa r¨¦plica. Ya estaba entonces, desde el inicio de la segunda parte, sobre el campo Aritz Aduriz, al que Ziganda guard¨® de inicio en el banquillo quiz¨¢s porque era su tercer partido en ocho d¨ªas y ven¨ªa de jugar noventa minutos en los dos anteriores. Y va camino de los 37. No tuvo peso en el partido, apenas un remate al palo sobre la hora.
En esas anda el Athletic, entre el agotamiento de algunos de sus referentes durante tantos a?os y la indefinici¨®n de los que tienen que tomar su relevo como Williams, Laporte o San Jos¨¦, por citar a tres futbolistas que han paladeado las mieles de la internacionalidad. La clasificaci¨®n, d¨¦cimoquinto con once puntos, alerta sobre las carencias del equipo y la visita a Bala¨ªdos lanza una nueva alerta como las emitidas en Valencia, Las Palmas o Legan¨¦s, incluso en M¨¢laga cuando dej¨® escapar un triunfo que se daba por seguro. Durante los ¨²ltimos tres cuartos de hora en Vigo protagoniz¨® el Athletic un largo trasteo en busca de un gol, encerr¨® al Celta con m¨¢s coraje que f¨²tbol, m¨¢s apurado por la dignidad y el pundonor que por sus aptitudes. Se desgast¨® en un inocuo ir y venir del que tan solo extrajo un f¨²til consuelo: apag¨® el brillo que hab¨ªa mostrado su rival en la primera media hora de partido, pero no le arrebat¨® el triunfo.
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