Nairo, Landa, Valverde: la forja del tridente ciclista del Movistar

El tiempo pasar¨¢, mis ciclistas dejar¨¢n de hablar, llegar¨¢ el momento de los hechos, entonces el tridente se ensamblar¨¢ solo. Todos seremos felices. Y tambi¨¦n Mikel Landa, Nairo Quintana y Alejandro Valverde.

El pensamiento y la pr¨¢ctica de Eusebio Unzue se puede resumir en cuatro frases y en el elogio de la paciencia, que puede con todo. Hasta con las ansiedades de tres ciclistas nacidos para ser l¨ªderes, fichados para ello y pagados consecuentemente. Toda la vida ha sido as¨ª en los equipos de Unzue, desde los a?os en que Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri era el fil¨®sofo principal. Los a?os en los que Pedro Delgado llegaba al equipo de Juli¨¢n Gorospe y despu¨¦s ten¨ªa que cederle el paso a Miguel Indurain. Los a?os posteriores de El Chava y Abraham Olano, y de Valverde con ?scar Pereiro y con Nairo despu¨¦s. A esta pareja se le une en 2018, Landa, uno que llega ya con su hashtag oficial, #freelanda, se?al de su liberaci¨®n del Sky de Chris Froome, que limit¨® su vuelo en el ¨²ltimo a?o. ¡°Al equipo al que voy ya tiene l¨ªderes asentados, s¨ª, pero hay calendario para compartir y el jefe lo sabr¨¢ gestionar¡±, dijo Landa cuando acab¨® el Tour. ¡°Pero no me gustar¨ªa estar otra vez en esa situaci¨®n, tan frustrante, de ver que ando m¨¢s que el l¨ªder designado y tenerme que frenar¡±.

Quiz¨¢s simb¨®licamente, su equipo, el Movistar, cambia de colores la pr¨®xima temporada. Abandona el verde el¨¦ctrico, casi rabioso, que tapiza la M sobre el maillot azul oscuro, y asume un blanco paz para la M, una nube casi na¨ªf sobre el nuevo azul de la camiseta, un azul cielo. La paz del blanco paz ser¨¢ un objetivo m¨ªnimo y complicado en un deporte en el que, como recuerdan sus adalides, gana solo uno aunque se dispute en equipo. M¨¢s extremo a¨²n: gana solo uno y solo una carrera importa, el Tour. Es la grande que hizo grande a sus equipos con Indurain, Perico o Pereiro; la ¨²nica grande que a¨²n no ha ganado con la marca Movistar.

Unzue ha ha dejado que cada uno de sus l¨ªderes, del llamado tridente del ciclismo, hable en p¨²blico de sus prioridades, de sus planes de sus deseos. ?l, el director que debe lograr que rindan al m¨¢ximo y alcancen todos los objetivos, se ha quedado en segundo plano. Discreto en lo fundamental. ?Qui¨¦n ser¨¢ el l¨ªder?

Unzue, el jefe que lo tiene que gestionar, no puede arriesgarse a designar a uno de los tres como l¨ªder ¨²nico y ningunear a los otros, a los que tendr¨ªa que apelar en caso de baja forma, lesi¨®n o ca¨ªda del l¨ªder elegido.

La experiencia Perico

A finales de 1987, Perico Delgado terminaba contrato con el PDM. El equipo holand¨¦s con el que hab¨ªa terminado segundo el Tour le ofreci¨® seguir un a?o m¨¢s, aunque le advirti¨® de que hab¨ªan fichado tambi¨¦n a Greg LeMond. ¡°Los dos partir¨¦is como l¨ªderes protegidos para el Tour¡±, le dijeron al segoviano. ¡°Ser¨¢ la carretera la que decida despu¨¦s¡±. Delgado agradeci¨® el gesto pero declin¨® la oferta. ¡°Les dije que con LeMond en el equipo yo estar¨ªa atado de pies y manos en el Tour. Yo soy un escalador que pierde tiempo en las contrarreloj, les expliqu¨¦, y que tiene que atacar en la monta?a¡±, explic¨® luego delgado. ¡°Y eso ser¨¢ imposible con LeMond, que quedar¨¢ por delante de m¨ª en las contrarreloj que se disputen antes de llegar a la monta?a, y ser¨¢ siempre el l¨ªder¡­¡±

El Tour del 18 no tendr¨¢ contrarreloj individual hasta el pen¨²ltimo d¨ªa, pero la carrera podr¨ªa establecer la jerarqu¨ªa antes de llegar a la monta?a, el terreno en el que los tres se sienten fuerte. ¡°Ya les he recordado a los tres, hablando con ellos todos juntos, que el pr¨®ximo Tour comienza dos veces¡±, explica Unzue. ¡°Empezar¨¢ con la primera etapa y tambi¨¦n con la d¨¦cima, el d¨ªa que se llega a los Alpes con una clasificaci¨®n fijada por lo que ocurra en el pav¨¦s de la novena etapa [15 sectores, unos 30 kil¨®metros de adoquines camino de Roubaix]. Y ninguno de los tres es un prodigio sobre el pav¨¦s, as¨ª que no podemos saber qui¨¦n terminar¨¢ mejor...¡±

Si la presencia del tridente es indiscutible (y hasta Valverde asume la necesidad de correr el Tour, ¨¦l que si le hubieran dejado elegir habr¨ªa ido al Giro), tambi¨¦n parece l¨®gico que Landa dispute el Giro como l¨ªder ¨²nico, una carrera a la que Nairo ha jurado no volver en unos a?os despu¨¦s de llegar agotado al Tour pasado unas semanas despu¨¦s de terminar segundo el Giro. Landa, hecho ciclista casi en la escuela italiana, gan¨® una etapa en el ¨²ltimo Giro, y estuvo permanentemente en fuga, donde no pudo luchar por la general debido a una ca¨ªda. Luego, termin¨® cuarto, a 1s del podio, le Tour, el cuarto Tour de su jefe, Froome.

All¨ª, en una carrera tan santa que partir¨¢ de Jerusal¨¦n y terminar¨¢ en Roma, junto al Vaticano, donde vive el Papa, Landa se encontrar¨¢ probablemente de nuevo con Froome, al que no ve desde el Izoard.

Seg¨²n fuentes cercanas al Sky, aunque el ingl¨¦s no quiere correr la corsa rosa hasta no haber ganado su quinto Tour, que se corre despu¨¦s, su jefe, David Brailsford, parece haber llegado a un acuerdo con el Giro. Ser¨ªa la tercera participaci¨®n de Froome, que en 2009 termin¨® 35? y en 2010, su primer a?o en el Sky, fue expulsado por agarrarse a una moto para subir el Mortirolo.