Asensio redime al Real Madrid frente a Las Palmas
Un golazo del mallorqu¨ªn enfila a los blancos tras un primer tiempo muy gris. Cristiano sigue seco
El partido era un muermo cuando un trueno estall¨® en Chamart¨ªn. El Madrid, opaco y sin chicha, remoloneaba ante el Las Palmas cuando Asensio carg¨® de metralla esa zurda artillera que tiene y desde fuera del ¨¢rea, con el bal¨®n de bote en bote, incrust¨® la pelota en la red de forma supers¨®nica. No fue un gol. Como golazo se qued¨® corto. Fue un do de zurda que vali¨® por todo un partido. Ocurre que hubiera merecido un encuentro con otro garbo, no un duelo tan birrioso en el primer tiempo. Luego reflot¨® el Real Madrid, que tras el descanso se avisp¨® mucho mejor y se sacudi¨® los fantasmas de sus dos ¨²ltimos choques.
El Madrid lleg¨® a la cita convaleciente, en vilo, a once puntos del Bar?a y turbado por su batacazo en Girona y su escu¨¢lido paso por Londres. Al Las Palmas, que no est¨¢ como para aplaudirse, le cabr¨ªa esperar un torrente inicial. Pero donde se esperaba a un Madrid con colmillo que amedrentara sin tregua a su rival, solo hubo un equipo pasivo, fl¨¢cido. Un Madrid contemplativo, sin nervio. Incluso, capaz de dar vidilla al adversario al que no hizo sentir el volumen de Chamart¨ªn. Todo un sedante para los chicos de Pako Ayestar¨¢n. Y eso que antes de los cinco minutos, Benzema se plant¨® en los morros de Ra¨²l, meta visitante, que con su rechace con el pie derecho agigant¨® la imagen del galo en la diana popular. Tal y como est¨¢ el clima madridista nadie peor para no abrochar el gol en una ocasi¨®n pintada. Para el franc¨¦s hace tiempo que pintan bastos.
El fallido asalto de Benzema no fue el preludio de un Madrid en combusti¨®n. En absoluto. Para sosiego canario, el equipo de Zidane se despleg¨® sin m¨²sculo. Tambi¨¦n sin el bal¨®n, concedido con toda la cortes¨ªa del mundo al Las Palmas. Los madridistas se conformaban con un vistazo a los amarillos, sin remangue siquiera para una aparente presi¨®n. Con la pelota tampoco se activaban los locales, demasiado tiesos, elementales en todas las maniobras.
Zidane dio ox¨ªgeno a Modric, marchitado en los ¨²ltimos partidos y con una semana de a¨²pa por delante con la repesca de Croacia de cara al Mundial de Rusia 2018. La otra variante fue defensiva. El preparador franc¨¦s ech¨® el lazo Vallejo en detrimento del novel Achraf y por delante ados¨® a Isco y Asensio, lo que remit¨ªa a una jornada de ingenio. Nada hubo en el primer acto, con ambos muy acostados en las orillas y sin el respaldo preciso de Nacho y Marcelo por los laterales. Atrofiado el Madrid, Vitolo emergi¨® delante de Kiko Casilla, que acert¨® a despejar el bal¨®n. Por entonces, Las Palmas descansaba con la pelota, aunque sin profundidad, lastrado por la ausencia de Viera.
Con el encuentro empastelado, Cristiano puso algo de picante ante Ra¨²l con un cabezazo y un disparo combado que esquiv¨® la red de gol por cent¨ªmetros. Pero todo era muy espasm¨®dico, hipotenso. Hasta que un c¨®rner ejecutado por Asensio a cinco minutos del descanso fue desviado hacia su porter¨ªa por Calleri ¡ªun ariete no siempre domina las dos ¨¢reas¡ª y Casemiro emboc¨® de cabeza. No fue un cabezazo cualquiera, sino el primer tanto madridista en Liga por esa ruta. Tan chocante como ins¨®lito resulta que Casemiro, el medio matraca del Madrid, doble en goles ligueros a Cristiano Ronaldo (dos por uno). El mundo al rev¨¦s.
En el intermedio, alguien, fueran el t¨¦cnico o los principales solistas del grupo, hizo sonar las cornetas. Irrumpi¨® otro Madrid, ya un equipo con alma y dientes apretados, m¨¢s chisposo. El conjunto blanco atrincher¨® a su contrario, le invadi¨® en su campo y le quit¨® el sustento del bal¨®n, al que ya no dio palique. Las Palmas se diluy¨® en la misma medida que creci¨® el Madrid, en el que ya circulaban por aqu¨ª y por all¨¢ Isco y Asensio, ya menos est¨¢ticos. En general nada deslumbrante, pero lo m¨ªnimo exigible al Madrid.
El gol nuclear de Asensio bendijo el repunte madridista y una estupenda contra del mallorqu¨ªn y Cristiano la cerr¨® Isco, otro buen gol. Con 3-0, margen suficiente para que Zidane pusiera a salvo a Casemiro de una tarjeta que le hubiera exiliado del pr¨®ximo reto, en el Metropolitano. Despejado el marcador, tambi¨¦n hubo pista para Llorente, Lucas y Ceballos. Junto a Vallejo, certero y firme en su bautizo en el Bernab¨¦u, esa segunda unidad que tanto necesita enganchar el Madrid. Primero, hasta que llegue la plenitud de gente como CR, Modric, Benzema... Y luego para que Zidane pueda hacer girar la noria como el curso pasado. De momento, pocos argumentos remiten a los de la temporada anterior. Como consuelo, el espabile del segundo tiempo, tres puntos terap¨¦uticos y un gol may¨²sculo. Para el Las Palmas nada nuevo: ya acumula 34 visitas al Bernab¨¦u sin renta alguna. Y su t¨¦cnico, Pako Ayestar¨¢n, doce derrotas encadenadas en la Liga, siete en su etapa con el Valencia y cinco con los canarios. Casi nada. Ni blancos ni amarillos est¨¢n para confetis. En la noche madrile?a solo los mereci¨® Marco Asensio y su gol de bandera.
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