El tenis experimenta: ?Revoluci¨®n s¨ª o no?

2-4, 4-3, 4-3 y 4-2. ? 1-4, 4-3, 4-3 y 4-1. ?Los sets a seis juegos de toda la vida? Nada. ?Y la ventaja en los deuces? Tampoco. ?El let? Ni rastro: juego continuado despu¨¦s de que el servicio toque la cinta. Y el reloj, testigo inmisericorde y bien visible, vigilando permanentemente el tiempo empleado en los saques y amenazando los retrasos. Solo un juez, el de silla, y nada de asistentes para supervisar las bolas en los pasillos; de ah¨ª el desliz del ¨¢rbitro Carlos Bernardes, quien por instinto, en un lapsus, orden¨® que se repitiera un servicio ayer v¨¢lido, con la norma experimental en la mano. Novedades, chocantes novedades y una sensaci¨®n, hoy por hoy, sumamente extra?a para jugadores, profesionales y aficionados. ?Tenis? S¨ª, tenis, pero un deporte en el laboratorio. ?Revoluci¨®n en ciernes? No, no de momento. Por ahora solo un ensayo, pero al fin y al cabo una declaraci¨®n de intenciones que en realidad viene de lejos.

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Se producir¨¢ a lo largo de esta semana, en la Feria de Mil¨¢n, donde el circuito profesional masculino (ATP) enmarca estos d¨ªas un torneo en el que los mejores j¨®venes del curso, ocho menores de 21 a?os, compiten bajo par¨¢metros distintos. Un conjunto de normas dirigidas a agilizar los tiempos, a dinamizar el juego y a abreviar, te¨®ricamente, los partidos. Sin embargo, la propuesta choca frontalmente con el esp¨ªritu tradicional del tenis, un deporte que si no es reticente al cambio s¨ª que le cuesta, como m¨ªnimo, procesarlo e implantarlo. Choca con la esencia, pero no con otros intereses y aderezos del espect¨¢culo.

¡°Se piensa mucho en la tele, porque al final, ?qui¨¦n paga? ?de d¨®nde sale el dinero de los anuncios y los patrocinios?¡±, apunta a este peri¨®dico Conchita Mart¨ªnez, preparadora y campeona de Wimbledon. ¡°Esto es algo de lo que se habla desde hace tiempo. Va enfocado todo un poco hacia el tema de la tele... Ahora bien, en este sentido yo soy muy tradicional. Espero que no cambien la esencia del tenis, si no se har¨ªa muy extra?o¡±, explica con prudencia la aragonesa.

Se refiere Conchita a que lo que tiene que venir, la vuelta de tuerca, vendr¨¢ de forma natural, por simple evoluci¨®n, pero por encima de todo prioriza que su deporte conserve el encanto que lo ha distinguido siempre. ¡°Toda la vida han ido produci¨¦ndose cambios: antes se jugaba con bolas blancas y ahora hay colores por toda la pista, por ejemplo¡±, recuerda la entrenadora, ¡°pero lo m¨¢s importante es que se respeten las se?as fundamentales de identidad¡±.

¡°Son normas para los j¨®venes, no para los veteranos¡±

Idea que comparte Marc L¨®pez, compa?ero habitual de Feliciano L¨®pez en el dobles y ganador del oro junto a Rafael Nadal en los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo. ¡°El tenis, al igual que todos los deportes, ha de avanzar, eso est¨¢ claro, pero algunas cosas que proponen no tienen demasiado sentido. Da la sensaci¨®n de que pretenden que vaya todo muy r¨¢pido. Hay cosas que yo nunca cambiar¨ªa, como el que los sets sean a seis juegos y las ventajas. No entiendo qu¨¦ gracia puede tener que lo eliminen... Cada vez se le da m¨¢s importancia a la velocidad, a que todo transcurra r¨¢pido. Para la televisi¨®n puede venir muy bien, pero, ?y aquellos que pagan una entrada para ir a un torneo y les apetece ver partidos largos? No hay que volverse locos¡±, expresa el jugador catal¨¢n.

¡°Yo mantendr¨ªa los seis juegos¡±, interviene Conchita, ¡°pero jugar¨ªa a tres sets en lugar de a cinco. Hay algunos partidos que tienen mucha ¨¦pica y son preciosos, pero otros no son buenos y se extienden demasiado. Te obligan a estar cinco horas pegada al televisor y los horarios bailan mucho, y eso tampoco creo que ayude a nadie: ni al torneo, ni a los jugadores ni al espectador¡±.

Siempre se han hecho cambios. Lo importante es que se respeten las se?as de identidad CONCHITA MART?NEZ

Habla a continuaci¨®n Jordi Arrese, medallista ol¨ªmpico en Barcelona 92 y capit¨¢n del primer equipo espa?ol que levant¨® la Ensaladera de la Copa Davis. ¡°Me parece muy bien que intenten hacerlo lo m¨¢s din¨¢mico posible, pero luego no se atrever¨¢n porque son unos cagones. El tenis es un deporte conservador y para gente conservadora, de modo que los cambios van muy despacio¡±, prosigue el barcelon¨¦s; ¡°se habla de esto desde hace muchos a?os y muchas de estas variables ya se han probado alguna vez. Sinceramente: son normas que se hacen para los m¨¢s j¨®venes, pero que nunca se atrever¨¢n a probarlas con los veteranos de ahora. Estoy convencido de que no cambiar¨¢n ninguna, salvo la del coaching. El tenis esta totalmente atrasado, en el paleol¨ªtico¡±.

Mientras, entre la resistencia del pasado y la mirada hacia el futuro, Mil¨¢n y la Copa de Maestrs de los j¨²niors se han convertido en un banco de pruebas. Los cachorros ensayan: 2-4, 4-3, 4-3 y 4-2, ¨® 1-4, 4-3, 4-3 y 4-1... Y el tenis, estos d¨ªas, testea si ir o no hacia adelante. "En lo del reloj y lo del entrenador, siempre que esto se haga de forma respetuosa y razonable, me parece bien", cierra Mart¨ªnez. "S¨ª, lo del coaching [instrucciones t¨¦cnicas] ya deber¨ªa haberse permitido. ?Para qu¨¦ te pagas un entrenador si luego no puede aconsejarte en la pista? El entrenador ayuda en el f¨²tbol, en el baloncesto, el b¨¢dminton... ?Por qu¨¦ no en el tenis?", concluye L¨®pez. "Lo del let no me agrada, porque al final responde un poco a la suerte, pero lo del Ojo de Halc¨®n autom¨¢tico es bueno. La m¨¢quina puede fallar, pero menos que el hombre", remata Arrese.

A debate, tradici¨®n o revoluci¨®n. Esta ¨²ltima: ?S¨ª o no?