Santiago Bernab¨¦u: ¡°Mar¨ªa, voy a palmar... y no ver¨¦ la s¨¦ptima¡±

¡°Mar¨ªa, voy a palmar¡­ ya no ver¨¦ la s¨¦ptima¡±, le dec¨ªa a menudo Santiago Bernab¨¦u a su esposa en los ¨²ltimos meses previos a su muerte. Padec¨ªa c¨¢ncer. Descansaba ya sin puro en su casa de Santa Pola. Una casa en la que se refugiaba a menudo, en la que se le ve¨ªa pasear con ropa c¨®moda, la que se pon¨ªa tambi¨¦n para ir a pescar, una de sus grandes pasiones junto al f¨²tbol y la m¨²sica. En su ¨¦poca de futbolista, durante una lesi¨®n que le fren¨® dos meses, se escapaba al Teatro Real a ver la ¨®pera.

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Cr¨ªtica | El padre del madridismo, por Javier Oca?a

Ignacio Salazar-Simpson present¨® anoche a pie de c¨¦sped en el Bernab¨¦u un precioso documental de 75 minutos sobre Don Santiago Bernab¨¦u, futbolista, directivo y presidente del Real Madrid. ¡°No te preocupes, Mar¨ªa, antes de un a?o me han echado¡±, le dijo a su esposa en 1943, cuando le nombraron. Fue presidente hasta que falleci¨® en 1978.

En las gradas del Bernab¨¦u resonaba anoche el vozarr¨®n de Don Santiago, con toda su iron¨ªa y mala leche. Se recordaban la santiaguinas, las charlas que daba en el vestuario cuando consideraba que la plantilla no estaba siendo digna del escudo que llevaba en la camiseta, cuando hab¨ªa que remontar y cuando hab¨ªa que conquistar un trofeo. Antes de la final de la Copa de Europa contra el Eintracht, equipo que parec¨ªa invencible, Bernab¨¦u prometi¨® a los veteranos que hab¨ªan ganado alguna de las cuatro Copas anteriores que le dar¨ªa un premio de 5.000 pesetas. Los veteranos miraron a los j¨®venes y les dijeron: "Si ganamos, vamos a pachas". Y el Madrid arras¨®.

Fragmento de Santiago Bernab¨¦u hablando

En Bruselas, antes de la final que el Madrid gan¨® en la pr¨®rroga contra el Milan, Bernab¨¦u invit¨® a los jugadores a jugar pensando en todos los inmigrantes espa?oles que hab¨ªan acudido al estadio y que se hab¨ªan tenido que ir de Espa?a.

Personaje humilde, generoso y carism¨¢tico ¡ªal que algunos tildaban de autoritario¡ª conquist¨® a todos con sus teor¨ªa, entre ellas, la de la jeta. Dec¨ªa que a una persona bastaba con verle la cara para saber de qu¨¦ iba.

A trav¨¦s de im¨¢genes hist¨®ricas del Madrid de Di St¨¦fano y Gento, el Madrid de las cinco Copas de Europa, del Madrid de los y¨¦-y¨¦, Salazar-Simpson repasa la pasi¨®n con la que Bern¨¢beu se entreg¨® al club, con la que construy¨® el estadio y un equipo ganador.